Uruguay

Los ex presos de Guantánamo prometen portarse bien

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

Telam - EFE

Los seis ex prisioneros de la cárcel de Guantánamo que llegaron ayer a Uruguay se comprometieron a brindar “solo buena voluntad” en su nuevo país, según afirmó uno de ellos en su primer contacto con la prensa. “Brindaremos solo buena voluntad”, dijo Abdelhadi Omar Faraj, en una carta al diario montevideano El País en la que también agradeció al presidente José Mujica por la acogida en su país.

En la carta, enviada a través de su abogado en Nueva York, Ramzi Kassem, Faraj, de 39 años, cuenta sus orígenes en Siria, su viaje a Irán en busca de trabajo y luego su paso a Afganistán.

También narra su huida a Paquistán, su arresto y entrega a militares de Estados Unidos y su traslado a Guantánamo el 8 de junio de 2002, de acuerdo con el texto que reprodujo hoy el periódico. Al final de la carta Faraj, agradece a Mujica su “acto noble de solidaridad” y su “compromiso” de tratarlos “como seres humanos plenos, en vez de actuar como otro carcelero”.

También valora las gestiones de la embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Julissa Reynoso.En el último párrafo de la nota, Faraj se revela hincha de la selección uruguaya de fútbol: “He seguido durante mucho tiempo a la Celeste y tenía la esperanza de echarle porras desde Uruguay durante la última Copa Mundial. Aunque esto no resultó posible, espero poder seguir sus logros con el pueblo uruguayo en la próxima Copa América”. Por su parte el ciudadano sirio Jihad Diyab, dijo que “espera con interés reunirse con su familia y comenzar su vida de nuevo” en ese país sudamericano, según transmitió Cori Crider, de la organización Reprieve que trabaja con acusados de delitos extremos.

En la prensa uruguaya la abogada exhortó a no olvidar que “quedan atrás muchos hombres igual prisioneros, almacenados en Guantánamo durante años” y, subrayó, espera que otros países sigan el ejemplo del gobierno uruguayo. La profesional agradeció el gesto del presidente de Uruguay, José Mujica, por lo que calificó de “posición histórica”.

“Muy pocas personas pueden realmente comprender lo que los hombres liberados de Guantánamo sufren todos los días, pero creo que el señor Mujica es uno de ellos. Al igual que el presidente Mujica, el señor Diyab pasó más de una docena de años como prisionero político”, agregó Crider.

Luego de su llegada ayer a Montevideo, el gobierno de Estados Unidos agradeció a Uruguay y consideró la transferencia un “hito enorme” en los esfuerzos por cerrar la prisión, que queda ahora con el número más bajo de reos desde su apertura en enero de 2002.