Solicitan colaboración para el arbolito

Navidad en Casa Cuna: por primera vez los niños la celebrarán en el hogar

La histórica institución que aloja a niños separados de sus familias de origen y judicializados encaró un proceso de transformación en la gestión. Este año, los 30 menores recibirán a Papá Noel en la casona de calle San Juan.

Navidad en Casa Cuna: por primera  vez los niños la celebrarán en el hogar

Paseo matinal. Es seguro que en la carta de los niños esté el pedido de una nueva bicicleta. Tal vez algún comercio santafesino le haga realidad el sueño.

Foto: Flavio Raina

 

Salomé Crespo

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En pocos días, Papá Noel agregará un nuevo punto en su mágica cartografía. Por primera vez en su trayectoria laboral, pasará cargado de regalos por la Casa Cuna Atanasia Hernando de Durán de la ciudad de Santa Fe, ya que este año, los 30 niños recibirán la Nochebuena en el hogar. “Estamos esperando que terminen las clases para preparar la celebración y escribir las cartas con los pedidos de regalos”, dijo Mercedes Molinas, la directora ejecutiva de la histórica institución que aloja a niños separados por distintas dificultades de sus familias de origen. Es la cara visible del profundo proceso de cambio que se implementó en la gestión del hogar, tanto en la administración de la ONG, como en la manera de trabajar con los niños.

Los cambios en Casa Cuna comenzaron con la renovación total de la comisión directiva, que se inició en 2012 y terminó a principio del presente período. Las intervenciones fueron notables: implicaron abandonar las rígidas reglas del patronato, un modo impersonal y por qué no “autoritario”, para pasar a una lógica hogareña en el funcionamiento interno. “Ésta es su casa. A nadie lo echan del lugar donde vive en las fiestas, ni lo separan de sus hermanos”, explicó Molinas sobre las próximas celebraciones.

Escribirle una carta a Papá Noel con el detalle de los regalos que cada niño desea, también forma parte de los rituales navideños. Por eso, este año la organización de la primera celebración de la Nochebuena en el hogar comenzó con una encuesta destinada a los socios, padrinos y colaboradores, que fue publicada en la fan page de Casa Cuna en Facebook. El cuestionario tiene como objetivo conseguir los obsequios que los niños pidan puntualmente. “Para estas fechas especiales muchas personas se solidarizan con nosotros. Este año buscamos orientar las donaciones a lo que los chicos deseen, dentro de las posibilidades, como en cualquier casa. Hay momentos en que necesitamos leche y pañales, pero como es Navidad, necesitamos regalos”, indicó Molinas. Tan simple y mágico como pedir un deseo al cielo y que se haga realidad.

Del patronato al “como en casa”

Actualmente, el funcionamiento del hogar se rige por estándares de calidad confeccionados a nivel internacional a lo largo de los últimos años, con el aporte de organizaciones como el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Como así también, según lo establecido en la legislación nacional y provincial, como la Ley Nº 12.967 de Promoción y Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes. Dichos parámetros contienen las prácticas y condiciones de alojamiento (en ámbitos públicos y privados) de los niños y adolescentes, y establecen criterios como guía para quienes tomen decisiones respecto de la vida de los pequeños institucionalizados.

“Buscamos poner en primer plano los derechos del niño, que la institución pueda cumplirlos y que no sea un lugar donde se vulneren nuevamente”, precisó Mercedes Molinas.

—¿Qué generó el proceso de cambio en la gestión?

—La primera evaluación de la nueva comisión dio como resultado que el hogar no funcionaba bien en varios aspectos, por lo que se decidió profesionalizar al personal que está a cargo. La idea fue poner en orden los aspectos legales, contables y las prácticas con los niños. En este ultimo punto, en 2013 desde la Subsecretaría de la Niñez de provincia se nos convoca a trabajar con los estándares de calidad establecidos por ONG internacionales y especialistas en temas de niñez. Esas normas tienen que ver con cómo tiene que ser el cuidado a los niños desde lo personal hasta las condiciones edilicias del hogar.

—¿Cómo se define la lógica que se está implementando?

—En principio, hay que decir que este hogar tiene 80 años, funcionaba hace mucho con la lógica del patronato. Las habitaciones son pabellones donde duermen 15 niños, mientras los estándares actuales indican que en las habitaciones, no pueden dormir más de 4 niños. Antes no tenían la ropa a su disposición sino que la cuidadora les alcanzaba lo que se tenían que poner. Lo que se está implementando es una “lógica hogareña”. Se achica la ocupación de las habitaciones, cada niño tiene su ropero con sus cosas. En todo caso, se le enseña a cuidarla, qué se puede poner para estar en el hogar y qué para salir. Como pasa en cualquier casa. Hasta acá los cambios son positivos, siempre llevan mucho tiempo pero avanzamos un montón.

—¿Qué cambios realizaron en el edificio?

—El 18 (de este mes) vamos a inaugurar la primera casita en la planta alta del hogar. Se trata de sectores de residencia que van a ocupar grupos de hermanos. Dentro del cambio, trabajamos para que los grupos en el hogar no se armen por edad (como en el patronato) sino para que los hermanos estén juntos. Los estándares contemplan hasta las dimensiones que deben tener las salas, pero nosotros estábamos en el otro extremo: teníamos muchos niños, pabellones, cocina industrial. Así que comenzamos a dividir el gran edificio en cuatro unidades habitacionales. Por más que los niños deban vivir transitoriamente en una institución, la hermandad no se pierde. Entonces, esas casas se van a ocupar por grupos de hermanos. El código de convivencia también va a ser de ellos. Por ejemplo, podrán decidir en qué horario se van a dormir cada uno, no es lo mismo un niño de 2 años que uno de 14. Antes era todo estandarizado, a las 22 se dormía.

—Dentro del trabajo conjunto con Niñez ¿plantearon la necesidad de cumplir con los plazos legales de permanencia de los niños en una institución?

—Nosotros formamos parte de un sistema de protección de derechos. Este sistema tiene muchas partes que tienen que trabajar aceitadas, todavía nos falta mucho por recorrer. Nos toca trabajar para que los niños que estén aquí, estén lo mejor posible. La decisión del tiempo que el niño pasa en el hogar, no es de Casa Cuna. Honestamente, uno quisiera que no estén institucionalizados, pero a veces la complejidad de los casos implica un tiempo.

 

" Por tradición, los niños se iban a pasar las fiestas a casas de familia, porque se pensaba que lo bueno estaba afuera del hogar. Eso no era beneficioso para ellos y por eso trabajamos para que el hogar sea su casa”.

Mercedes Molinas

Directora Ejecutiva de Casa Cuna

En cifras

10

litros

de leche larga vida y 3 paquetes de pañales se consumen y utilizan diariamente en Casa Cuna.

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¿Necesidad de los niños o de los adultos?

Cuando se trabaja con niños, la buena voluntad o la predisposición a colaborar no alcanza. En oportunidades, los mismos adultos abocados a atender a los menores, resultan ser quienes vulneran sus derechos o ponen sobre el interés y el bienestar del niño, sus propias carencias o necesidades. Es así que, la nueva comisión directiva de Casa Cuna resolvió dejar de trabajar con las familias o personas que se acercaban a colaborar de manera voluntaria.

“Me ha tocado ver a niños que se iban con desconocidos, tanto para ellos y para Casa Cuna. Con toda la responsabilidad que eso conlleva. Tenemos casos de niños que no la ha pasado bien”, comentó Mercedes Molinas, directora ejecutiva de la entidad, y lo reforzó diciendo que “casi siempre los colaboradores retiraban de a un niño y entonces había hermanos que no pasaban las fiestas o sus vacaciones juntos”. Así había pequeños “elegidos para salir” y otros que no tenían más alternativa que “mirar desde la puerta” lo que representaba otro abandono.

“¿Cómo sabemos si un adulto, que dice que se quiere llevar un niño porque los ama y en realidad de fondo, hay un motivo absolutamente egoísta?”, cuestionó la directora. Por eso, desde el año pasado, los niños del hogar eligen a un “referente afectivo”. Son aquellas personas que tienen trato frecuente con los menores y cumplen el rol de un padrino. “Los eligen los chicos y no al revés. Puede ser el papá o la mamá de un compañero de colegio que los invita a tomar la leche a su casa, el profe del club donde hacen actividades o de la escuela de danza. Comparten momentos como cualquiera”, concluyó la directora.

El dato

Dar y recibir

Los niños de la Casa Cuna participarán por segundo año de la iniciativa solidaria “Nochebuena para todos”. Mientras aguardan que se le asigne una familia a quién le entregarán una caja con productos y regalos, enfocan su energía en terminar el ciclo lectivo. Luego organizarán la celebración en el hogar. “Trabajamos en lo que es la solidaridad. Ellos saben que muchas de las cosas de las que disfrutan, las tienen porque las gente se las da”, comentó Molinas.

Para la celebración de la Navidad en el hogar necesitan sidra sin alcohol, adornos navideños o insumos para preparar la cena. Quienes puedan colaborar deben dirigirse a San Juan 2388 o consultar al teléfono 342 - 4572890 o en la página de Facebook Casa Cuna Santa Fe.