Centenario de Federico Cervera

Una historia de hospitales y fortines

16-1-IMG_0718.jpg

Federico Guillermo Cervera.

Foto: Archivo El Litoral

Por Alejandro A. Damianovich

El 18 de noviembre habría cumplido cien años el recordado médico e historiador santafesino Federico Guillermo Cervera. La Universidad de Buenos Aires le proporcionó su formación profesional y científica, y obtuvo con honores su título de médico en 1940, perfeccionándose después en los Estados Unidos. En cambio fue el mismo hogar paterno el que lo introdujo en los estudios históricos, siendo como era hijo del eminente historiador Manuel M. Cervera, autor de la erudita y todavía vigente Historia de la Ciudad y Provincia de Santa Fe (1907), en cuya riquísima biblioteca encontró Federico un inquietante mundo que pronto lo absorbería.

Era Federico Cervera un hombre de extrema pulcritud y gruesos anteojos que transmitía serenidad en su trato, humilde pero seguro. Padre de familia, atendía su consultorio en su propia casa de calle 9 de Julio, que era a su vez la antigua residencia paterna. El zaguán y la sala de espera dividían los dos mundos que lo cautivaban, el consultorio y la biblioteca de su padre. Él encontró la manera de conciliar esos dos universos dedicándose a cultivar la historia de la medicina.

Tuvo una intensa actuación profesional como jefe de servicio hospitalario, director de hospital, miembro y directivo de entidades profesionales, presidente de la Cruz Roja, ministro de Salud Pública de la provincia y destacado gastroenterólogo.

Como historiador se especializó en dos campos de su interés: la historia de la medicina y la historia militar, aun cuando dejó monografías relativas a otras temáticas vinculadas a la toponimia santafesina, símbolos provinciales y nacionales, e información complementaria a las biografías de Belgrano, López y Garay.

Su obra más importante es la Historia de la Medicina en Santa Fe, editada en 1973. Son cuatrocientas páginas de rica información que trasciende la especificidad de su título para establecer nexos temáticos muy variados, en materia social y cultural. El libro reúne también numerosos trabajos previos dedicados a asuntos médicos o de gestión de la salud.

En materia de historia militar, Cervera arrojó luz sobre las milicias locales de la época colonial y revolucionaria, y fue de los primeros que estudió a los “blandengues” en el Río de la Plata, estableciendo el origen santafesino de este tipo de cuerpo de caballería.

Fue miembro correspondiente de la Academia Nacional de la Historia y de número de la Junta Provincial de Estudios Históricos, entidad fundada por su padre en 1935 y que Federico presidió entre 1975 y 1988, año de su fallecimiento. Integró además la Comisión Redactora de la Historia de la Instituciones de la Provincia de Santa Fe, aportando importantes monografías sobre reducciones y milicias.

Fue colaborador de la revista Historia, que dirigía Raúl Molina, y el grueso de sus trabajos se publicó en la Revista de la Junta Provincial de Estudios Históricos y en Investigaciones y Ensayos, órgano de la Academia Nacional, además de los tomos editados por diversos congresos de historia argentina y americana.

Junto a Leoncio Gianello, Federico Cervera fue el principal impulsor del proyecto de que la Casa de los Aldao fuera sede de la Junta Provincial de Estudios Históricos, logro concretado en 1975. Desde entonces, diariamente, Federico se desplazaba a media mañana desde su domicilio hasta la antigua casona, donde ejercía sus funciones de presidente de la Junta, y conversaba distendido, café de por medio, en un círculo íntimo de colegas, sobre la historia y las cosas de Santa Fe.