al mArgen de la crónica

De guayabera

La Cumbre Iberoamericana de Veracruz permitió ver una insólita imagen del nuevo rey de España, vestido con guayabera, la clásica camisa caribeña que en la región tiene carácter de vestimenta oficial y que también lucía junto a él el presidente de México, Enrique Peña Nieto.

La escena se pudo ver en el hotel de Veracruz donde se clausuró el X Encuentro Empresarial Iberoamericano, al que acudió Felipe de Borbón junto a Peña Nieto, la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, el gobernador del Estado de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, y la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, así como el representante empresarial Valentín Díez Morodo.

El rey y el presidente mexicano fueron presentados al auditorio, conformado por un selecto número de empresarios, al más auténtico estilo de Hollywood, conforme subían uno a uno al escenario.

Recibieron aplausos, saludaron, los correspondieron, y todos comprobaron que Felipe VI vestía la misma prenda blanca que los demás hombres invitados, con pantalón negro, y que ocuparon su sitio en unos sillones blancos colocados en el escenario.

Como excepciones a tanta uniformidad masculina destacaba el rojo de la chaqueta de Grynspan y el beige de la de Botín.

Felipe VI, que asiste por vez primera a una cumbre iberoamericana como jefe de Estado, se unió así al club de la guayabera, del que ya forman parte todos los líderes de la región, que siempre que han tenido oportunidad han escogido esta cómoda prenda para asistir a importantes encuentros internacionales.

Como quedó inmortalizado en las fotos de familia de otras citas precedentes, su padre, el rey Juan Carlos I, también pasó por el ritual iniciático de la guayabera, la camisa que se reserva para las ocasiones más solemnes.

Hasta el presidente de EE.UU., Barack Obama, forma parte de este clan, algo que hace dos años llevó al histórico revolucionario cubano Fidel Castro a ironizar con la Cumbre de las Américas, a la que el estadounidense asistió en Cartagena de Indias, al llamarla en un artículo “la Cumbre de la Guayabera”.