Un pequeño gran país

Para los amantes de la naturaleza, este país del norte de Europa es un mundo de ensueño. A pesar de tratarse de un país de dimensiones pequeñas, Estonia cuenta con increíbles y variados parajes naturales y vírgenes.

TEXTOS. MARIO A. LAGUZZA.

Un pequeño gran país
 

Estonia es un país donde la tierra comulga con el mar, donde aún se encuentran bosques vírgenes, donde ríos y lagos ofrecen buena pesca. Además, este país cuenta con cuatro estaciones de gran diversidad: una primavera fresca, un cálido verano, un otoño repleto de colorido y un invierno de copiosas y serenas nevadas.

En los bosques, que ocupan la mitad del territorio, se pueden encontrar lobos, zorros, conejos, alces, ciervos, visones y hasta osos, entre otras especies.

Un dato que describe a la perfección la biodiversidad de Estonia es que un cuarto del territorio del país ha sido declarado reserva natural.

Estonia se considera uno de los mejores destinos para el avistamiento de aves, gracias a su excelente ubicación dentro de la ruta migratoria.

Cada primavera, millones de aves acuáticas que anidan en el Ártico, atraviesan la zona oeste del país. Cientos de miles de estas aves realizan una breve parada en las zonas costeras del Báltico, lugares en los que habitan abundantes especies autóctonas.

Los bosques de Estonia son silenciosos durante los meses de invierno, pero en abril y mayo (primavera) el canto de los pájaros rompe esa quietud. Estos bosques se componen principalmente de abetos, abedules y otras especies de coníferas.

territoriO de llanura

La República de Estonia tiene una superficie de 45.227 kilómetros cuadrados y es considerada uno de los países más chicos de Europa pero no el más chico: varios países de este continente son más pequeños, como por ejemplo Suiza, Bélgica, Holanda, Dinamarca y Albania.

Si lo comparamos con alguna provincia de nuestro país, diremos por ejemplo que la provincia de Tucumán es algo menor que la mitad de Estonia.

Este país está ubicado en el norte de Europa, en la región del mar Báltico, donde tiene sus costas y muy próximo a los países de la región escandinava. Sus vecinos más cercanos son, entre otros, Rusia, Finlandia y Suecia.

Prácticamente la totalidad de la superficie de Estonia es una llanura ondulada con una naturaleza variopinta. Su población es algo menor a los dos millones de habitantes. La ciudad capital es Tallín y posee algo menos de 500 mil habitantes.

Su forma de gobierno es la democracia parlamentaria. La República de Estonia es miembro de la Unión Europea y de la Otan.

BREVE HISTORIA

Los estonianos pertenecen a uno de los pueblos más antiguos de Europa. Ellos han sobrevivido a todos los conquistadores y a tiempos difíciles. A partir del siglo XIII han sido conquistados y gobernados por alemanes, daneses, suecos, polacos y rusos.

La República de Estonia se proclamó el 24 de febrero de 1918 y durante poco más de veinte años este pueblo sintió entusiasmo y alegría por su país. En 1940 la Unión Soviética firmó un acuerdo con la Alemania nazi, con lo cual el primero ocupó este pacífico y pequeño país de la costa del Báltico y formó parte de su territorio durante medio siglo.

El orden anterior fue destruido, el terror rojo significó, entre otras cosas, la destrucción de los que opinaban diferente y el envío de forma masiva a campos de concentración. La ocupación detuvo el desarrollo del país, el cual había superado claramente a su norteño vecino Finlandia en la mayor parte de las facetas de la vida.

En el año 1991 los estonianos consiguieron de nuevo, a través de la llamada “Revolución Cantada”.... la independencia y la vuelta a Europa y al mundo libre.

De ahí en más, Estonia buscó encontrar el equilibrio entre la naturaleza y la tecnología moderna, entre el dinámico desarrollo económico y las políticas sociales, entre la apertura y las tradiciones.

UNA CAPITAL MODERNA CON ROPAJE MEDIEVAL

Tallín, la bella capital de Estonia, muestra la antigua ciudad medieval y sorprende por su aspecto. Callecitas estrechas, tortuosas y enrevesadas, atraen por sus laberintos infinitos y su particular arquitectura que nos transportan a tiempos lejanos del siglo XV, que conserva una atmósfera muy particular.

El pasado centenario de Tallín es muy interesante: cada casa, cada edificio, poseen su historia. Ahora esta ciudad se enorgullece de su parte antigua que se conservó mejor, respecto de otras capitales de Europa y que fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad.

En el corazón de la ciudad antigua se halla la Plaza del Ayuntamiento que está rodeada de importantes edificios, cada uno con su historia. Naturalmente que el más importante de todos es el Ayuntamiento o Casa Consistorial, construido en estilo gótico.

También aquí está la “Raespteek” (farmacia del Ayuntamiento de Tallín) que desde 1422 funciona ininterrumpidamente hasta la actualidad. Es la tienda de hierbas medicinales más antigua de todo el continente europeo.

Recorriendo la ciudad vieja no se puede pasar por alto la aguja de la iglesia de “San Olaf” (en estonio, Oleviste Kirik) que simboliza el poder y la grandeza de la ciudad. La aguja de esta iglesia alcanza una altura de 124 metros y fue la construcción más alta de la Europa medieval.

Frente al Parlamento está situada la majestuosa catedral ortodoxa de Alexander Nevsky. La catedral tiene cinco cúpulas y tres mesas de altar con capacidad para 1500 personas. Posee 11 campanas de las cuales la más grande pesa casi 16 toneladas. Las campanas fueron fundidas en San Petesburgo.

Otro de los monumentos arquitectónicos de la ciudad antigua es la catedral de Santa María, que data del siglo XV.

La Iglesia de San Nicolás, construida en estilo gótico, fue fundada por los mercaderes alemanes que se trasladaron a Tallín desde la isla de Gotland. inicialmente fue una iglesia católica, pero durante la Reforma se transformó en un templo luterano. Esta iglesia data de la época medieval.

Finalizando con este breve recorrido por la interesante y rica arquitectura de la antigua ciudad medieval de la capital de Estonia, daremos un vistazo a la Iglesia del Espíritu Santo, que es uno de los templos más pequeños de la zona y está situado cerca del Ayuntamiento. Se destaca su torre de forma octoédrica que remata, en la altura, en forma de aguja, y posee el reloj más antiguo de Tallín, funcionando.

Pero Tallín también es una ciudad moderna. Las construcciones antiguas se codean con las del presente siglo. Desde el amplio ventanal de mi hotel, situado en el piso veinte, observo no menos de diez vidriosas torres cuyas alturas oscilan entre los 30 y 35 pisos.

Las amplias calles y avenidas brindan un denso tránsito, pero ordenado. La ciudad cuenta con buenos comercios y variados restaurantes, y además posee un muy importante centro de compras y todo lo que requiere una ciudad moderna de estos tiempos.

Si está de visita por el norte de Europa, por los países de la zona del Báltico, no deje de conocer este pequeño pero hermoso e interesante país.

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INFO ÚTIL

Capitales y ciudades cercanas a Tallín: Helsinki, Estocolmo, Riga y San Petesburgo.

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En la capital de Estonia, cada edificio tiene un alto valor patrimonial.

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Torres de la ciudad vieja de Tallín.