En la audiencia de los miércoles

Francisco despegó a Dios de la guerra

El Papa pidió orar por los cristianos fallecidos y heridos en Níger, víctimas de fanáticos musulmanes. Reclamó que el sentimiento religioso no se convierta nunca en motivo de violencia. Antes había criticado el sistema económico vigente y rechazó que las familias numerosas estén en el origen de la pobreza.

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Francisco posa para una selfie junto a una madre y su pequeño hijo durante la audiencia general de los miércoles, que hoy se realizó en el aula Paulo VI del Vaticano. Foto: Agencia EFE

 

Agencia EFE

El Papa Francisco recordó hoy a los cristianos fallecidos y heridos en los últimos días en Níger, en protestas contra las caricaturas de Mahoma publicadas por el semanario francés Charlie Hebdo, y afirmó que “no se puede hacer guerra en nombre de Dios”.

“Me gustaría que oráramos juntos por las víctimas de las manifestaciones de los últimos días en el amado Níger. Fueron actos de brutalidad contra los cristianos, contra los niños, contra las iglesias”, dijo Jorge Bergoglio durante la audiencia general que este miércoles se celebró en el Aula Pablo VI del Vaticano.

“Invoquemos al Señor el don de la reconciliación y de la paz, para que nunca el sentimiento religioso se convierta en un motivo de violencia, de opresión y destrucción. No se puede hacer la guerra en nombre de Dios”, añadió.

El Pontífice argentino terminó su alocución mostrando la esperanza de que se restablezca cuanto antes “un clima de respeto mutuo y de coexistencia pacífica para el bien de todos”.

Antes, en la misma audiencia, el Pontífice afirmó que la causa de la pobreza no son las familias numerosas sino “un sistema económico que ha hecho que la gente se deje guiar por el dios del dinero”.

“Siento alegría al ver tantas familias numerosas que acogen a tantos niños que son dones de Dios. Cada hijo es una bendición. Decir que tener tantos niños es la causa de la pobreza me parece una opinión simplista”, afirmó el Pontífice argentino.

“La causa principal de la pobreza no es ésa; es un sistema económico que ha hecho que la gente se deje guiar por el dios del dinero. Un sistema económico excluyente que desplaza a ancianos y a jóvenes, que aparta a las personas”.

Estas declaraciones se producen dos días después de que el Papa Francisco apelara, en el vuelo de regreso desde Filipinas a Roma, a una “paternidad responsable” y destacara que para ser buen católico no hay que comportarse “como conejos”.

El obispo de Roma destacó hoy la necesidad de “proteger a las familias porque éstas son testimonio de la belleza de Dios”, al tiempo que reconoció que “la erradicación de la pobreza es un elemento esencial” en la actualidad.

Alá no se nombra

  • El Tribunal Federal de Malasia desestimó hoy la apelación de un semanario católico ante una orden gubernamental que le prohíbe usar la palabra Alá, reservada sólo para los musulmanes.

El semanario cristiano Herald solicitó el pasado junio una revisión de un dictamen del mismo tribunal en el que respaldaba la prohibición gubernamental, informó la agencia local Bernama.

La revista ha agotado todos los recursos judiciales contra la prohibición gubernamental.

En 2009, el Ministerio del Interior prohibió utilizar Alá para designar a Dios en la versión malaya del semanario, que combatió la decisión en los tribunales.

Inicialmente, el Alto Tribunal dio la razón al periódico, lo que provocó una oleada de violencia contra iglesias cristianas por parte de grupos radicales y llevó al Ministerio a recurrir ante el Tribunal de Apelación, que falló a su favor.

El uso de la palabra Alá por los cristianos malasios e indonesios se remonta a la traducción del hebreo Elohim (Dios) como Alá en la versión malaya de la Biblia por el misionero Francisco Javier, quien viajó por tierras asiáticas en el siglo XVI.

Pese a que la Constitución malasia garantiza la libertad de culto, las autoridades y otros grupos musulmanes alegan que la ley impide el uso de los términos del Islam a los que no profesan esta religión porque podría causar confusión y la conversión de musulmanes.

Cerca del 60 por ciento de los 28 millones de malasios practica el Islam, en su mayoría moderado, mientras que el resto profesa el budismo (19%), cristianismo (9%), hinduismo (6%), taoísmo (2,6%) y religiones minoritarias.