Marcó una época

Ricardo Crespi, una leyenda viviente

  • El “Húngaro”, como se lo reconoce en el ambiente basquetbolístico, fue integrante de selecciones santafesinas, provinciales y nacionales por varios años. Hoy, es el presidente de Gimnasia y Esgrima.
Ricardo Crespi, una leyenda viviente

Concentrado y distendido, Crespi contó en la entrevista exclusiva con El Litoral, sus vivencias en una época de oro de nuestro básquetbol. Foto: Manuel Alberto Fabatía

 

Marcelo Mendoza

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Ricardo Crespi fue uno de los jugadores que tuvo nuestro básquetbol desde la década del 50 hasta los años 70. Integró, en innumerables oportunidades, seleccionados asociativos, provinciales y nacionales.

El “Húngaro”, como se lo conoce, comenzó a ir al Club de Gimnasia y Esgrima desde los 5 años; y actualmente, es el presidente de la institución señera del básquetbol santafesino.

“Participé en una generación de grandes jugadores; pero anteriormente también los había, como el caso de Calvo, Varani, etc. Ellos marcaron una época; era una actividad totalmente amateur”, comenzó expresando a El Litoral.

Inmediatamente señaló: “Creo que algo para destacar, es que las selecciones de esos tiempos, eran integradas por diez jugadores y Santa Fe, en la mayoría de los casos, tenía dos o tres jugadores que la integraban. En nuestra ciudad se podía decir que había un básquetbol excepcional, no solamente en el masculino sino también en el femenino, con Mabel Balocco, “Pepa” Arriola, Teresita Lorenzo, Vilma Signes y Charito Sánchez, entre otras”.

“Con el correr del tiempo el cambio de las reglas le dio otro empuje; como que haya más goleo, por ejemplo. Me quedo con aquellos jugadores que eran grandes en su época, porque hoy también lo serían. Hay otras mejores condiciones para jugar como las canchas techadas, agua caliente, pisos de madera, etc. Antes no se podía jugar en invierno, porque la mayoría de las canchas eran al aire libre”, recordó Crespi.

Sobre el retiro, expresó que dejé de jugar a los 35 años, porque entendí que había cumplido el ciclo y tenía otro compromisos, sobre todo mi familia”

Las selecciones

Al referirse a la participación de los seleccionados, expresó que “durante trece años participé en los seleccionados nacionales. Comencé jugando en el primer Sudamericano de Menores que se hizo en Cúcuta (Colombia). Allí ganamos el torneo invictos y me eligieron como el mejor jugador del certamen. Paralelamente, me habían preseleccionado para el de primera, pero había varios monstruos para integrarlo. Éramos totalmente amateurs, pero jugábamos con mucha pasión. Cuando nos daban alguna medalla no dormíamos. Era el aliciente nuestro”.

“Hoy, vestir la camiseta de la Selección, te facilita hacer buenos contratos para la liga o ir al exterior, para jugar en España, Italia o la NBA. Como dijo Mabel (Balocco), llegamos tarde. La Selección es una excelente vidriera”, puntualizó “El Húngaro”.

Actualidad mensana

Sobre el actual estado del Club de Gimnasia y Esgrima, mencionó que “cuando uno está en una institución, tiene que saber qué club quiere. Cuando se separó del fútbol se pensó en un club de formación; si bien el fútbol es pasión, neutraliza ciertas cosas. Actualmente, en Gimnasia tenemos once deportes, con sus respectivas subcomisiones. Deportes netamente amateurs”.

“El club está prolijo; totalmente organizado. Te repito, nosotros queremos un club de formación integral. Si se produce algún gasto extra intentamos generar algún recurso como ser algún subsidio, como cuando sucedió la rotura del techo del gimnasio. En el club no se maneja la política”, comentó el titular mensana.

Más adelante, aclaró: “Hemos entregado becas para que se realicen distintas rehabilitaciones, en el Hospital Iturraspe, en el Instituto Vera Candioti, en la tercera edad de la Municipalidad. Prácticamente en el club hay unas ciento cincuenta personas que están becadas a través de las distintas instituciones”

“También tenemos el jardín didáctico-deportivo, uno de los ejemplos en nuestra ciudad. Hay un cuerpo de profesionales muy idóneos en la materia”, finalizó Crespi.

En defensa de los compañeros

  • “En oportunidad de llevarse a cabo el Campeonato Argentino de Cadetes en nuestra ciudad, se conformó el Seleccionado nacional para participar en el Sudamericano. Los entrenadores de Capital Federal, Paco del Río y Casimiro González Trilla, determinaron que lo integren nueve jugadores de Capital y yo”.

“Entonces le dije al delegado de Santa Fe, que eso no podía ser, porque nosotros habíamos salido campeones, Mendoza segundo y Capital ocupó la cuarta posición. Una barbaridad. Nos fuimos a la Confederación Argentina y se armó un lío bárbaro. Los dos técnicos renunciaron”. “El nuevo entrenador, Jorge Canavesi, que después fuera campeón del mundo con los Mayores en el 50, designó a cuatro jugadores de Santa Fe, cuatro de Mendoza y dos de Capital Federal. Salimos campeones en el primer Sudamericano de Cadetes, que se realizó en Colombia”.

"Con Ada estuvimos diez años de novios. Ella era atleta y yo jugaba al básquetbol. Participó en distintos torneos internaciones con Lilian Buglia y Gladis Erbetta. Después nos casamos”.

Ricardo Crespi,

sobre su esposa

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Primer campeonato. Ricardo Crespi integró el primer Seleccionado de la provincia que jugó el Campeonato Argentino de la categoría cadetes, que obtuviera el título en nuestro medio en 1954. Foto: arcchivo El Litoral

 

Anécdotas

  • “Siempre cuando viajábamos con los seleccionados nacionales, tomábamos mate en los hoteles donde nos hospedábamos; donde también había otras delegaciones. Entre ellas los uruguayos, a quienes tratábamos con mucho respeto y habitualmente los invitábamos a tomar mate en nuestras habitaciones. En una ocasión nos encontramos con Pedrito Rico, el famoso cantante. Lo invitamos y él vino y comenzamos a charlar muy animadamente. En eso llamó por teléfono el encargado de nuestra delegación, para decirnos que iba a pasar para ver qué hacíamos y, entonces, lo escondimos en una bañera. Después que pasó el encargado continuamos tomando mate y charlando. Nos invitó, cuando tuviéramos libre a presenciar el show”.
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En pierna y media

  • “Desde los 19 años, después de una operación de columna que me hicieron en Buenos Aires, jugué en una pierna y media. Muchos doctores no lo podían creer. Tras una caída, los médicos decidieron operarme. Con el correr del tiempo, digamos que la pierna derecha se me fue secando y ando con bastón, pero jugué varios años en las selecciones y en el club con ese inconveniente”, recordó Crespi en otra parte de la entrevista. Foto: Manuel Alberto Fabatía

Perfil

Ricardo Ángel Crespi Nació en Santa Fe, el 8 de junio de 1937. Está casado con Ada Brener y tiene tres hijos: Rubén Ángel, Erika Silvana y Ada Karina. Vistió siempre la camiseta del Club de Gimnasia y Esgrima; participó en seleccionados asociativos, provinciales y nacionales, en los que no sólo siempre integró el quinteto titular, sino que además se transformó en uno de los más destacados.

El apodo de “Húngaro”

* “Vívía con mi madre. Era una casa de escasos recursos económicos por esa época. Y siempre iba a Gimnasia y Esgrima porque vivía cerca. Me gustaba el básquetbol y presenciaba siempre los partidos”.

* “En una oportunidad fui a jugar y sinceramente, en mi casa no había plata para comprarme medias y las tenía un poco rotas. Algunos jugadores más grandes me dijeron que no podía ser que anduviera así, como un húngaro... Y desde allí me quedó el apodo”.

* “En un torneo en Perú, un poco de tomada de pelo, salí en la tapa de un diario que decía cómo un jugador de Selección como ‘El Húngaro' iba a jugar con medias de vestir. Lo que pasaba, era que me ajustaban más y me eran más cómodas. Las usaba arriba de las de algodón. Ahora hay zapatillas con cámara muy flexibles; en mi época, tener unas Pampero era un tesoro muy preciado”.

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Manejó la pelota. Vistió una única camiseta: la de Gimnasia y Esgrima de Santa Fe. Foto: archivo El Litoral

análisis

por Marcelo Mendoza

Un gimnasista de ley

  • En la continuidad de la charla, “El Húngaro” recordó: “Tuve muchas oportunidades para vestir otra camiseta, como por ejemplo la de Paz Juniors de Córdoba. Querían que integrara el equipo junto a Ríofrío; un gran compañero de selecciones, pero cuando se enteraron de que me iba a ir de Gimnasia, me hicieron un asado para que me quedara y me quedé”.

“Otra vez, el presidente de un club peruano, dueño de una línea aérea, me mandó un telegrama pidiéndome que vaya a jugar allá. Tuve tan mala suerte, que en el momento de llegar a mi casa el telegrama, estaba ‘Pistola' Bonomo. El lo contestó, diciendo que no iba. Después lo comentó en otro asadito”.

También tuvo oportunidad de ir a jugar a Brasil, en 1961: “Me daban casa, comida y participación en la plata que recaudaban en las giras. Lo deseché por completo. Prefería quedarme en Gimnasia y junto a mi madre. Vestir la camiseta de Gimnasia significó mucho para mí. Me abrió las puertas para entrar en Agua y Energía, donde comencé sirviendo café y terminé en un alto cargo. Y hoy tengo el estudio donde se generan los ingresos familiares”, expresó.

Luego insistió: “A Gimnasia le debo todo lo que soy. Es un club hacedor de personas, como también lo son Regatas, Rivadavia y República del Oeste. Paralelamente con el básquet jugaba al fútbol en Newell's. Jugamos varias veces en Capital Federal y esto hizo que Racing me tuviese en cuenta. Cuando se enteraron los hermanos Calvo fueron a Newell's y le dijeron al técnico que no podía ser que jugara al básquet y al fútbol, que tenía que dejar el fútbol porque el físico no me daba y era verdad, era muy flaquito”, recordó con una sonrisa.

Después indicó: “Y ya que hablamos de los hermanos Calvo, a Raúl le debo mucho. Él me enseñó mucho de lo que sé en el juego y en la vida. Significó mucho en mi vida. Creo que siendo presidente de Gimnasia y Esgrima, le estoy devolviendo un poquito al club de lo mucho que me dio. Llevo muchos años en esta institución”.

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