LA HISTORIA QUE VIVE BAJO EL ASFALTO
Los viejos rieles del tranvía
LA HISTORIA QUE VIVE BAJO EL ASFALTO
Los viejos rieles del tranvía
Con los trabajos de remodelación de Hipólito Yrigoyen reaparecieron los rieles del tranvía, que estuvieron ocultos durante décadas.

En marcha. La obra en Hipólito comenzó el 27 de enero. Los rieles se sacarán para hacer el ensanche de la vereda y la nueva calzada.
Foto: Flavio Raina
Redacción El Litoral.com
En el marco de los trabajos que se están realizando para remodelar Hipólito Yrigoyen, entre San Martín y Rivadavia, las cuadrillas de la empresa Winkelmann comenzaron a extraer los rieles del viejo tranvía, que dejó de funcionar en 1961. El municipio informó que los rieles se sacarán para hacer la nueva calzada y el ensanche de las veredas.
Hay que recordar que la red de tranvías recorría los principales puntos de la ciudad y que comenzó a funcionar allá por el 1885. Los primeros fueron a tiro de caballo, luego llegaron los eléctricos en 1914. El pavimento los mantuvo ocultos durante décadas y hoy volvieron a ver la luz durante las obras de remodelación de calle Hipólito Yrigoyen y San Martín.
Hace unos años, Eduardo Héctor Trimaglio, que fue guarda de tranvía, contó en la revista Nosotros que los coches del tranvía eléctrico eran grandes y con 32 asientos muy cómodos. “Esta amplitud hacía que en horas pico -a la entrada y salida del comercio- transportara más de 100 pasajeros. Los colectivos eran tan pocos que no podían aliviar al servicio de los tranvías”, recordó.
El último tranvía recorrió la ciudad el 30 de abril de 1961, a cargo del guarda Carlos Ferrero y el motorman Alberto Pavé.
En obra
La remodelación de estas dos cuadras de Hipólito Yrigoyen tiene un presupuesto de $ 3.290.610,32 y un plazo de ejecución de 120 días. En detalle, prevé el ensanche de la vereda sur de Hipólito Yrigoyen y la demolición y reconstrucción de los solados correspondientes en la vereda norte, respetando sus medidas.

Nostalgia. Los tranvías comenzaron a recorrer la ciudad allá por el 1885, a tiro de caballo. En 1914 llegaron los eléctricos y en 1961 dejaron de funcionar en la ciudad. Foto: Archivo El Litoral