CON “NADIE QUIERE LA NOCHE”

Inició en Berlín el 65º Festival de Cine

Inició en Berlín el 65º Festival de Cine
Dirigido por Isabel Coixet, el filme es la aventura de Josephine (Juliette Binoche), la esposa del famoso investigador del continente ártico Robert Peary, quien emprende un peligroso viaje para ir al encuentro de su esposo. Foto: Gentileza Festival de Berlín
 

Cuini Amelio Ortiz

(desde Berlín)

Todos los años, durante el mes de febrero, tienen lugar en Berlín diez días sumamente entretenidos y divertidos. Los berlineses adoran su festival. Es un festival que fue creado para la gente, que vive de su público y que es visitado por miles y miles de espectadores por el simple amor al cine. Para mí es placer mezclado con trabajo. Estar acreditado y cubrir el Festival de Berlín como periodista significa ver películas, participar de las conferencias de prensa con nombres del cine reconocidos internacionalmente, ir a parties y cocktails y reencontrar amigos periodistas que vienen de todas partes a cubrir uno de los más famosos festivales del mundo: la “Berlinale”. Pero toda medalla tiene un lado opuesto. Durante esos diez días la casa se abandona, la ropa no se lava, se come por allí a las apuradas entre película y película, se corre de un lado para el otro entre un cine y el siguiente, y si el invierno es duro, uno además debe pelear con la nieve, el viento y los varios grados bajo cero... pero a la hora de ser honestos, este invierno se ha mostrado hasta la fecha poco riguroso, si sigue así se nos facilitarán algunas cosas.

Apenas ingresé a la proyección para periodistas del filme de inauguración encontré a Peter y a Susanne, a quienes no veía desde hacía exactamente un año. Saludé a Alessandro y a Federica de italia y encontré a Elena de California. Todos contentos de vernos y de lo más emocionados de estar una vez más por ver el primer filme del festival.

La Berlinale inauguró con el último trabajo de la realizadora catalana Isabel Coixet, con el sugestivo nombre “Nadie quiere la noche”. El casting prometía buenas actuaciones: Juliette Binoche y Gabriel Byrne en dos de los roles principales acompañados de la actriz japonesa Rinko Kikuchi. La Berlinale jugó un rol importante en la carrera de Isabel Coixet, ya que su primer largometraje de repercusión internacional. “Todas las cosas que nunca te dije” fue lanzado desde la sección Panorama de este festival allá por el año 1996. Las luces se apagaron y todos nos sumergimos en ese mágico momento en que la pantalla se llena de imagenes.

El sabor del después

Finalizada la proyección y apenas encendidas las luces, un silencio rotundo se apoderó de la sala. Cuando un filme de la proyección de prensa gusta, aunque no guste demasiado, es aplaudido. En este caso, la respuesta fue unánime. No gustó. Ni a mí ni a nadie. Ninguno de los 600 periodistas en la sala favoreció con un aplauso al filme inicial de uno de los festivales de cine mas importantes y esperados del mundo. Se trata de una historia basada en hechos reales, ambientada en Groenlandia en 1908. Es la aventura de Josephine (Juliette Binoche), la esposa del famoso investigador del continente ártico Robert Peary. Josephine emprende un peligroso viaje para ir al encuentro de su esposo, que ha partido a buscar una ruta para llegar al Polo Norte. Todos intentan disuadir a Josephine de semejante empresa, a causa de los peligros del viaje, sobre todo en esa época del año, cuando la noche se apodera del día. Las imponentes imágenes de la naturaleza del Ártico es lo que más nos queda de este trabajo decididamente decepcionante. Es agotador, repetitivo, lleno de clichés y lugares comunes. Cuando pensamos en Coixet, pensamos en aquella memorable película suya “Mi vida sin mí”, con la que nos hizo llorar y sonreir.

Durante la conferencia de prensa hubo preguntas medidas y pocos comentarios. Era como si la noche del Polo Norte hubiera entrado en la sala y congelado el ambiente. Mañana será otro día. Esperemos que salga el sol, no sólo en el cielo sobre Berlín sino en el corazón del festival.