editorial

La importancia de tener un plan

  • Con distintos frentes de trabajo y en los cuatro puntos cardinales de esta capital se desarrolla el Plan Abre, que involucra obras y servicios pero también acciones culturales y de educación.

Una larga serie de obras para ser realizadas en distintos puntos de ésta y otras ciudades de la provincia se enmarcan en el denominado Plan Abre, concebido como un programa de intervención integral en barrios, que el gobierno provincial puso en marcha en Santa Fe, Rosario, Villa Gobernador Gálvez, Santo Tomé y Pérez, con la debida y necesaria coordinación con los municipios de cada localidad.

Bajo la consigna “Mejores barrios, mejor ciudad”, el programa establece líneas de trabajo que involucran acciones concretas en infraestructura y servicios pero también en cultura, recreación y educación, junto con la puesta en valor de espacios públicos que luego sirven de escenario para acciones que favorecen el encuentro de familias y vecinos, y para la difusión de espectáculos y juegos. Es que, tal como anunciaron oportunamente las autoridades, el objetivo es mejorar la convivencia y recomponer situaciones de fractura urbana y social. Fractura que en la capital santafesina es bien palpable, tal como quedó en evidencia en el ciclo de recorridas por los barrios que realizó este diario en los últimos meses.

Volviendo al plan, por estos días distintos frentes de obra se encuadran en esta línea de trabajo que demanda una inversión de varios millones de pesos para pavimentos, desagües, apertura de calles, alumbrado y mejoras en plazas y parques, tareas que se concretan en todos los puntos cardinales de esta capital, incluido Alto Verde, donde se ha iniciado la repavimentación del camino de acceso; el Fonavi San Jerónimo de Centenario, donde se trabaja en la estructura del complejo y en veredas y escaleras, y en Acería y Las Flores 2, con distintos grados de avance.

Toda ciudad se construye desde sus barrios, no sólo los céntricos, que siempre reciben más cuidados y atención porque a la vez que sus habitantes responden con una mayor carga tributaria a los servicios que se les prestan son los que operan como vidriera para visitantes propios y ajenos. Pero la ciudad se fortalece también desde la periferia, no como un concepto peyorativo sino como el área geográfica que rodea al centro y que, como es sabido, ocupa una mayor superficie y concentra una mayor cantidad de pobladores. Precisamente, en su última visita a Santa Fe, invitado por el gobierno de la provincia en coincidencia con el lanzamiento de este plan, el pedagogo italiano Francesco Tonucci exponía sobre la necesidad de darle al barrio la importancia que merece, porque es en esa suerte de ciudad pequeña donde transcurre buena parte de la vida de niños y adultos que tal vez utilizan ocasionalmente la ciudad grande, y merecen la misma atención que sus pares.

Sin dudas, un entorno más agradable, con servicios que funcionen, calles que no se inunden con lluvias mínimas, plazas con juegos sanos y en un marco bello, y opciones cercanas y accesibles de formación y recreación, generan vínculos diferentes con el lugar donde se habita. Y así como las acciones negativas se amplifican, y allí donde fue dejada al descuido una bolsa de residuos se termina formando un minibasural, las mejoras pueden replicarse en una mayor voluntad de los vecinos para cuidar aquello que, si bien está fuera de la propiedad individual de cada uno, está lejos de ser ajeno, y pertenece por igual a todos y cada uno.

Toda ciudad se construye desde sus barrios, no sólo los céntricos sino también desde la periferia, donde transcurre buena parte de la vida de sus habitantes.