Nueva audiencia de prisión preventiva
Liberan al padre que abandonó a su beba
- La jueza Sandra Valenti le concedió la libertad al hombre de 34 años que estuvo durante dos meses alojado en el hospital Mira y López.
De la Redacción de El Litoral
El papá de la beba de un año, abandonada el 3 de diciembre del año pasado en una ermita de Pasaje Lassaga al 4800, al costado de las vías del ferrocarril, recuperó hoy la libertad luego de que se realizara una nueva audiencia para tratar la prisión preventiva.
Jesús María L., de 34 años, había quedado privado de la libertad los días posteriores al hallazgo de la menor y enviado al hospital Mira y López donde debía ser sometido a estudios psiquiátricos, para determinar si se trataba de una persona consciente de sus actos o resultaría inimputable.
A casi dos meses de su internación, la Junta Médica Forense todavía no se ha expedido sobre dicha cuestión, aunque existe un informe preliminar, que lo pone en una situación de vulnerabilidad en cuanto a sus capacidades mentales plenas.
Pedido fiscal
Esta mañana, el acusado por el delito de “abandono de persona, calificado en razón del vínculo de parentesco”, fue trasladado desde el centro de salud a los Tribunales, donde estuvo acompañado por el abogado Matías Spadaro, del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal.
La audiencia estuvo a cargo de la jueza Sandra Valenti, la cual el 12 de diciembre del año pasado había dispuesto su alojamiento en el hospital Mira y López y ordenó su tratamiento.
Esta mañana, el fiscal Sergio Alvira volvió a sostener el pedido de prisión preventiva, basado fundamentalmente en que no se ha acreditado definitivamente si se trata de una persona imputable o no; pero además, le reprochó al reo el hecho de haberse ido del hospital sin autorización.
“A buscar agua”
Según dijo el propio imputado minutos después, el día que decidió irse fue porque se peleó con su mamá y no fue a parar demasiado lejos, sino que se trasladó hasta la casa de un hermano que vive a dos cuadras, con el simple cometido de “buscar agua caliente”. En ese recorrido fue interceptado por la policía que lo devolvió al lugar de internación.
El defensor Spadaro, por su parte, cuestionó los cargos por “evasión” ya que se trata de un centro de salud de puertas abiertas y no se especificaron las medidas de coerción empleadas en dicho caso. También dijo que “del informe médico no se desprende que haya peligrosidad para sí o para terceros que impida que recupere la libertad”, por lo que rechazó el pedido de prisión preventiva solicitado por el Ministerio Público de la Acusación.
Medida de distancia
A propósito de la situación actual del detenido, el fiscal Alvira reconoció que “tenemos un adelanto del equipo médico sobre problemas de comprensión” y reconoció que al momento de escaparse del hospital “en ningún momento se acercó a su casa” donde se encuentra su ex pareja y sus tres hijos. Por ende, solicitó que en caso de recuperar la libertad se impongan medidas de distancia.
Para culminar, la jueza Valenti analizó los puntos en crisis y sostuvo que si bien existen elementos suficientes “para tener acreditado el delito de abandono de persona”, esto solo “no basta”, por lo que decidió concederle la libertad “bajo condiciones”.
Entre los requisitos impuestos cuentan: constituir domicilio; una prohibición de acercamiento de 200 metros tanto a su ex pareja como a su hija menor, y la atención psiquiátrica necesaria para seguir sometido al proceso.
El hombre aceptó las condiciones y adelantó que se mudará con su madre, a una casa ubicada en el barrio Loyola Sur, lejos de su ex mujer y sus hijos.
Conmoción
- El hallazgo de una bebé de apenas un año de vida, al costado de una ermita en la zona de Pasaje Lassaga al 4800 y Quintana, fue gracias a los vecinos que en medio de la madrugada se despertaron por el llanto de la pequeña el 3 de diciembre pasado. El caso conmocionó a la ciudad entera que esa mañana se enteró de la noticia del descubrimiento. El fiscal Sergio Alvira ordenó la detención del padre inmediatamente y lo acusó por “abandono de persona”, por “haber puesto en peligro la salud y la integridad de una nena de un año de vida”.
