Subas del 30 %, y en esos artículos puntuales hasta del 70 %

Mochilas, canoplas y carpetas, los útiles que más aumentaron

  • La temporada escolar viene “lenta”. Los propietarios de las librerías esperan el aluvión de clientes cuando cierren las tarjetas de crédito. Compras comunitarias, una nueva tendencia para ganarle a la inflación.
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El salto de precios en las mochilas de marca jalonaron hacia arriba el costo total de la canasta escolar.

Fotos: Mauricio Garín

 

De la Redacción de El Litoral

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En los últimos tiempos, muchos abuelos y tíos se inclinan por regalar mochilas y canoplas para las fiestas de Navidad y Reyes. Quienes optaron por hacer obsequios escolares este año, han contribuido -y mucho- a la economía doméstica de las familias. Es que esos dos productos, junto a las carpetas, son los que más aumentaron dentro de la canasta escolar: entre 60 y 70 %.

El resto de los útiles sufrió subas más acomodadas: del 25, 30 ó 40 %, situándose algunos de ellos incluso por debajo de la inflación acumulada del 2014.

Sin embargo, el salto en el precio de las mochilas de marca, jalonó hacia arriba el costo total de la canasta escolar. Por eso, los propietarios de las librerías prefieren diferenciar entre un combo con mochila y otro que no considere ese producto, que ya de por sí es el más costoso de los útiles.

Según el relevamiento de precios que realizó El Litoral en tres librerías de la ciudad, el aumento de la canasta escolar de 16 productos de marca y buena calidad con mochila se va a los 1.727 pesos, un 60 % más cara que el año pasado. Mientras que sin ese artículo, el incremento promedio ronda el 39 % (Ver cuadro).

“Una compra básica inicial sin mochila cuesta 700 u 800 pesos con artículos de primera calidad. El aumento fue del 30 % con relación al año anterior. Ahora, con mochila, la canasta se va a 1.700 pesos o más”, calculó Pablo Ravassi, encargado de Librería Ricko.

La incidencia de una mochila de marca es de mil pesos sobre el presupuesto total, cuando el año pasado costaba 657 pesos. “El tema fue con una marca en particular, la que más se vende porque es reforzada, tiene buenos cierres y dura dos temporadas como mínimo. Vino con un aumento tremendo”, añadió Ravassi.

“Otros productos que aumentaron mucho fueron las carpetas y canoplas”, indicaron Carina y Natalia, de Imprenta y Librería Mauro.

Las canoplas de dos pisos pasaron de costar $ 120 a $ 193 las de mayor calidad (60 % de aumento). En tanto, las carpetas con tres anillos y dibujos de personajes televisivos en las tapas (productos “con licencia”), pasaron de costar $ 29,20 en febrero del año pasado a $ 51 este año (74 % de incremento).

Tranquila

“Floja”, “lenta”, “tranqui” fueron los adjetivos más usados por los propietarios de librerías para calificar el movimiento de venta de esta temporada. “Lo que vemos es que la gente es más previsora y compra por tandas ya desde principios de enero”, sostuvieron los dueños de Librería El Once.

“Aún estamos esperando el flujo más importante de gente, cuando se produzca el cierre de las tarjetas de crédito. Creemos que los papás van a venir a último momento a hacer las compras de inicio escolar”, dijeron desde otro negocio del rubro.

Uno de los consultados notó que “algunos padres están con mala onda. No sé si es por la situación económica o porque no se pudieron ir de vacaciones, pero son prepotentes y hasta tratan mal al personal”.

Con relación a los precios, los cuadernos de tapa dura de 48 hojas marca Rivadavia que el año pasado se conseguían a $ 25, ahora están alrededor de los $ 33, un 32 % más caros. Los repuestos de 480 hojas cuestan $ 155 de buena marca, mientras que el año pasado salían $ 125 (24 % de aumento).

El clásico bolígrafo subió un 25 %, pasando de costar $ 4,05 a $ 5,06. Una regla de 20 centímetros se consigue a $ 14,90 (un 29 % más cara), un lápiz negro puede valer entre 2 y 3 pesos el común, hasta $ 12,20 uno más profesional. El resaltador de calidad pasó desde los $ 9 a los $ 13, con un 44 % de incremento, mientras que un sacapuntas que costaba $ 4,30 ahora sale $ 6 (39 %).

Ganarle a la inflación

Las compras comunitarias es una tendencia que se viene consolidando en las escuelas -incluso en los colegios privados- para ganarle a la inflación. “Los padres eligen a un delegado por curso y éste se encarga de comprar 40 cuadernos para todos, por ejemplo. Eso incide en el costo final porque hacemos descuento por cantidad”, señalaron desde El Once y Ricko.

“Vemos mucho incremento en el pago con tarjetas de crédito. Los padres hacen uso del máximo de cuotas posibles con o sin interés y de esa manera van piloteando las compras para dos o tres hijos”, indicó Ravassi.

Las promociones especiales de las tarjetas, el plan Ahora 12 -que no se encuentra en todos los comercios- o a las facilidades que dan las propias librerías, como el descuento del 10 % por pago contado, son muy buscadas por las familias.

El dato

No sólo en las librerías

  • Tantos los comercios conocidos como “1, 2, 3” como algunos bazares y jugueterías están promocionando la venta de artículos escolares en sus vidrieras. “Se da esta dinámica porque siempre estamos buscando nichos de venta y el comercio hace tiempo que comenzó a vender por eventos: inicio de clases, Día de la Madre, Navidad, etc.”, comentó Jorge Barenberg, de Bazar Novedades, quien reconoció que “puede haber una competitividad en los precios que ofrecemos con relación a las librerías tradicionales”.
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Vestir y calzar a los chicos también es más caro

Las vidrieras de los comercios se reparten entre las liquidaciones de verano y el inicio de la temporada escolar. Guardapolvos, uniformes y zapatos son artículos caros que registran aumentos y que se suman al costo de enviar un hijo a la escuela.

Vestir a una nena de un colegio privado, cuesta $ 500 entre pollera y chomba. “El aumento ronda el 25 % con relación a febrero de 2014. Pero ya en abril y octubre del año pasado hubo actualizaciones, por lo que desde entonces la suba es del 10 % aproximadamente”, dijo Virginia Giardino, propietaria de Sisi Uniformes.

Para ir pensando en el invierno, un buzo de friza con el logo del colegio sale $ 300, y una remera de gimnasia, $ 170. “El comportamiento de la gente es diferente al del año pasado. Ahora es más prudente y compra únicamente lo necesario para arrancar el ciclo escolar, mientras que en febrero de 2014, a raíz de la devaluación de enero, los padres prefirieron prevenir y comprar la vestimenta para todo el año”, consideró Giardino.

La Feria Argentina tiene una gran variedad en cuanto a calidad de telas y precios. Un guardapolvo básico recto -con tela Arciel- cuesta entre $ 129 y $ 179, pero se puede conseguir uno de menor calidad a $ 90. Para una pollera de colegio privado marza Zukito, hay que desembolsar $ 199. En cuanto al equipo de gimnasia, una remera se consigue entre los $ 40 y $ 80, mientras que un pantalón sale $ 200. “Los aumentos rondan el 20 % para algunos productos y entre el 10 y el 15 % para otros”, comentaron desde ese negocio, que implementa las 12 cuotas sin interés.

En las zapaterías, los aumentos también rondan entre el 10 y 15 % con relación al año anterior. En Batistella, un calzado de niña (guillerminas) de cuero vale $ 570, y de varón (náuticos) $ 670. “El año pasado salían 490 y 600 pesos, respectivamente, un 16 y un 12 % menos”, apuntó Gustavo Flores, encargado del comercio. “Los padres llegaron de vacaciones y recién ahora están aprontando a los chicos. Muchos eligen aprovechar el Ahora 12, sobre todo, aquellos que deben calzar a 2 ó 3 hijos”, indicó.

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Textos escolares sin precio

  • En un par de librerías tradicionales de Santa Fe, confirmaron que hasta el momento no hay libros escolares disponibles porque las editoriales no definen los precios y, por ende, se complica la provisión de los textos solicitados por las escuelas.

Desde Mauro Yardín se quejaron porque “hace 10 días que venimos pidiendo precios a las editoriales más grandes como Santillana y Estrada. Supongo que es difícil porque tienen que fijar un valor de un texto escolar que se vende una vez al año, mientras que las novelas y libros comunes sufren 3 ó 4 aumentos en ese período. Por ahora, sólo tenemos libros de inglés que van desde $ 230 los económicos, a $ 400 ó $ 500 los más caros”, dijo una vendedora.

Por su parte, Alicia Arese, de la librería que lleva su nombre no está sorprendida por esta demora. “Los textos escolares siempre es lo último en llegar, y los padres saben eso”, dijo.