Comenzamos a perder la audición a los 40 años

El 3 de marzo pasado se conmemoró el Día Internacional del Cuidado del Oído y la Audición. La fecha sirve para prestar más atención a este sentido, los primeros síntomas -que suelen advertirse a partir de los 40 años- y la importancia de la prevención.

FUENTES. PRENSA GAES CENTROS AUDITIVOS Y SERVICIO DE OTORRINOLARINGOLOGÍA DEL HOSPITAL ALEMÁN.

Comenzamos a perder la audición a los 40 años

Muchas veces la falta de comprensión del medio que lo rodea lo puede llevar al aislamiento y a sufrir depresión

 

La presbiacusia, relacionada con el proceso de envejecimiento, es la pérdida gradual de la audición y sus primeros síntomas pueden comenzar a partir de los 40 años. Al principio, la persona afectada no se da cuenta de su situación pero con el correr de los años, las capacidades comienzan a comprometerse de forma más notoria.

Según Mónica Matti, fonoaudióloga y responsable del Área de Formación y Calidad de GAES Centros Auditivos, entre los síntomas más frecuentes se encuentran:

- Lo que otros dicen se percibe como un murmullo.

- Complicaciones en la comprensión de las conversaciones.

- Ciertos sonidos pueden llegar a resultar fuertes.

- Puede haber presencia de zumbidos sin motivo aparente (tinnitus).

- Facilidad de percepción de voces masculinas (graves) antes que femeninas (agudas)

La presbiacusia está vinculada al envejecimiento, sin embargo, hay otros factores que pueden contribuir a que se desarrolle esta condición: predisposición genética, acumulación de exposición a ruidos ambientales e intensos, estado general de salud de la persona y cuidados aplicados a su estilo de vida.

Según datos del Estudio sobre Audición de la Población Argentina, más del 61% de la población argentina no tiene el hábito de realizarse controles de audición, así como también más del 41% de los encuestados de más de 50 años reconocieron que les ha empeorado su audición con la edad.

Esta patología puede llegar a afectar psicológicamente a la persona que la padece, ya que muchas veces la falta de comprensión del medio que lo rodea lo puede llevar al aislamiento y a sufrir depresión, generando una sensación generalizada de inseguridad y/o baja autoestima.

GAES Argentina promueve la toma de conciencia sobre la importancia de los controles auditivos en toda la población. En este sentido, las consultas preventivas a especialistas, son fundamentales para preservar la salud auditiva.

EN TODAS LAS EDADES

Por otra parte, el Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Alemán también se refirió a este tema. Advirtió que las causas principales de la pérdida de la audición, descartando los procesos infecciosos del oído medio que son transitorios, varían con la edad:

- En los recién nacidos prevalecen hipoacusias por problemas perinatales, la mitad de los cuales son por inconvenientes genéticos y la otra mitad son adquiridos por problemas en el embarazo, como por ejemplo hipoxia, bajo peso o infecciones como meningitis. Hoy en día es posible conocer si un recién nacido goza de buena salud auditiva. Esto se realiza con un estudio sencillo y no invasivo llamado Otoemisión Acústica. Este test se realiza en forma sistemática a todo recién nacido dentro de los 3 primeros meses de vida. Posibilita la detección precoz y el tratamiento oportuno en las hipoacusias.

- En los niños pueden aparecer pérdidas auditivas secundarias a procesos infecciones e inflamatorios, por ejemplo meningitis, parotiditis. Las hipoacusias severas en los niños pueden manifestarse por retardo en la adquisición del lenguaje.

- En los adultos, la cantidad de causas es más extensa dentro de las más frecuentes se mencionan hipoacusia neurosensorial por la edad, hipoacusia súbita, el trauma acústico, enfermedades auto inmunes, patologías del oído interno (Meniere, neurinoma). Los síntomas de la pérdida auditiva dependen de la edad de aparición y de la magnitud de la pérdida. En los adultos puede manifestarse por oído tapado, alteración en la discriminación de palabras o frases y en grados mayores pérdida completa de la capacidad auditiva.

Aquellas pérdidas profundas que no pueden solucionarse con audífonos pueden actualmente ser tratadas mediante dispositivos implantables, como por ejemplo el implante coclear.