Curiosidades de la vida cotidiana

Curiosidades de la vida cotidiana

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FUENTE. NEXCIENCIA.EXACTAS.UBA.AR (NOTICIAS DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA ARGENTINA).

El objetivo central del sitio NeX ciencia -desarrollado integralmente por la Subsecretaría de Comunicación de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires- es abrir la información científica a todo público, en formato de divulgación, a través de material propio y original, comprometido con la calidad y el rigor periodístico en la comunicación de los temas científicos.

A continuación, seleccionamos dos temas o preguntas que refieren a la vida cotidiana: ¿Por qué vuela un avión? y ¿Por qué hay gente que estornuda cuando se expone a la luz solar intensa? La primera pregunta es respondida por Fernando Minotti, investigador del CONICET en el Departamento de Física de Exactas UBA; y la segunda, por Diego Golombek, doctor en Biología de la UBA y profesor de la Universidad Nacional de Quilmes.

¿Por qué vuela un avión?

Fernando Minotti, investigador del CONICET en el Departamento de Física de Exactas UBA, respondió a esta cuestión:

“Para entender este fenómeno hay que tener en cuenta que el aire al igual que el agua es un fluido y que, por lo tanto, el avión vuela ‘inmerso’ en él.

Se sabe que los fluidos (gases y líquidos) ejercen fuerzas sobre los objetos que están inmersos en ellos. Entre esas fuerzas, una de las más importantes es la presión, que actúa en forma perpendicular a la superficie del objeto y ‘empuja’ sobre ella.

En un avión, el diseño ingenioso del ala lleva a que la presión del aire en la parte superior sea menor que en la parte inferior de ésta, lo que produce una fuerza neta (de sustentación) que ‘empuja’ hacia arriba y que le permite volar. Para producir este efecto el ala se diseña con un borde delantero redondeado, un borde trasero afilado, y con una longitud entre el borde delantero y trasero que es mayor del lado superior. Así, con el avión en movimiento, el aire que llega al borde delantero del ala se divide en dos flujos: uno que circula por el lado superior del ala y otro que lo hace por su lado inferior. Como el lado inferior es más corto, al flujo inferior le lleva menos tiempo alcanzar el borde trasero y, una vez alcanzado debe rodearlo y fluir sobre el lado superior para encontrarse con el otro flujo.

Pero si la velocidad del flujo es alta (la velocidad del avión respecto al aire debe ser suficiente para que esto suceda), el flujo inferior ‘sigue de largo’ al llegar al borde, en lugar de rodearlo, y la consecuente falta de fluido hace disminuir la presión en el lado superior. Notablemente, debajo del ala ocurre lo opuesto, pues el flujo inferior no es evacuado eficientemente al no poder rodear el borde trasero, y la consiguiente acumulación de aire resulta en incremento de presión.

Los motores del avión son necesarios sólo para generar y mantener la velocidad del avión respecto al aire. Un cálculo detallado muestra que la diferencia de presiones y, consecuentemente, la fuerza de sustentación crecen como el cuadrado de dicha velocidad. Así, duplicando la velocidad se cuadruplica la fuerza, lo que hace muy eficiente el mecanismo de sustentación descripto”.

OTRA CURIOSIDAD

¿Por qué hay gente que estornuda cuando se expone a la luz solar intensa? Responde Diego Golombek, doctor en Biología de la UBA y profesor de la Universidad Nacional de Quilmes.

“Si bien la causa que ocasiona este fenómeno todavía permanece en el misterio, hay algunas hipótesis que vale la pena evaluar.

Sabemos que el estornudo “normal” es una respuesta frente a la irritación de la mucosa nasal o a la presencia de agentes externos, pero el fenómeno desencadenado por la luz parece involucrar otros mecanismos.

Existen diversos grados de este tipo de respuesta a la luz, que van desde un cosquilleo en la nariz hasta un gran e incontrolable estornudo. Es curiosa la sigla que se utiliza en inglés para describir este síndrome: ACHOO (pronúnciese ‘achú’), por ‘estallido helio-oftálmico autosómico dominante’.

Como el nombre lo indica, es un proceso que se hereda de manera autosómica dominante (si afecta a alguno de los padres, los hijos sea cual fuere su sexo- tienen un 50% de probabilidad de heredarlo) y que lo padece alrededor del 20% de la población.

Se cree que puede tener que ver con que la luz estimule de manera indirecta al nervio trigémino (hay quienes estornudan frente a estímulos mecánicos en la cara, que también podría ser el resultado de una estimulación del trigémino), o bien a una activación general del sistema nervioso autónomo, que se vuelve sensible de manera inespecífica a diversos estímulos, incluyendo la exposición a luz brillante. El tratamiento suele ser bastante casero: tomar fármacos antialérgicos o, más sencillamente, usar anteojos de sol”.