Acuerdo en el Ministerio de Trabajo

Por el socavón de Urquiza reducen salario y horario a 26 empleados

Son trabajadores de la pizzería Tuyú y del tradicional Mi Sandwichito. La medida se extenderá por tres meses. “La situación es insostenible”, afirmaron los comerciantes. Pidieron a Assa que les dé subsidios para pagar sueldos. Podrían sumarse otros negocios de la zona.

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Desolador. Así definen los comerciantes el panorama diario, con veredas vacías y pocos clientes. “A veces se sientan, pero el mal olor los ahuyenta”, contó el dueño de Mi Sandwichito.

Foto: Mauricio Garín

 

De la Redacción de El Litoral

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Un acuerdo en el Ministerio de Trabajo entre los dos comercios más afectados por el cráter de Urquiza y bulevar Pellegrini y los gremios de los Gastronómicos y los Pizzeros dio un leve respiro a sus propietarios y agravó la preocupación de 26 empleados. Desde abril, y como mínimo por tres meses, se aplicará una reducción horaria y, en consecuencia, de salario del 50% a 10 trabajadores de pizzería Tuyú y a 16 de Mi Sandwichito.

Ayer, El Litoral reveló que son 40 los empleos en riesgo desde que se hundió el pavimento y comenzaron las tareas de reparación.

“La situación por la que estamos pasando es gravísima e insostenible. La pérdida es muy grande”, afirmó Marcelo Goggi de la pizzería. “A partir de las 10 de la noche, el panorama es desolador”, agregó Alfredo Forni de la tradicional sandwichería.

Ambos comerciantes, coinciden en que las ventas bajaron entre un 60 y un 70 por ciento en estos últimos 45 días, desde que se produjo el hundimiento y se interrumpió el tránsito. Según dicen, los empleados “tomaron bien la situación porque son concientes del poco movimiento que hay; a veces no saben qué hacer”, afirmó Forni.

Los responsables de los comercios viven con angustia la decisión. Pero a las dificultades para pagar la totalidad de los sueldos, se suman los proveedores -“que nos están aguantando”-; la provista de insumos para elaborar la producción -“estamos eligiendo qué comprar y qué no”-, y los impuestos, entre otras obligaciones.

“Nuestro fin es mantener la fuente de trabajo, no echar a nadie y tratar de salvar el negocio porque esto es para bajar la persiana. Hemos tocado un montón de puertas pero la ayuda no aparece. Sólo conseguimos este acuerdo, que lamentablemente implica tocar el bolsillo de los empleados”, se lamentó Goggi.

Reunión con Assa

Cerca del mediodía los comerciantes se reunieron con representantes de la empresa Aguas Santafesinas, “por primera vez escuchamos una voz oficial”, afirmaron. Y les acercaron un pedido, que podría aliviar la difícil situación económica que atraviesan: “Queremos que evalúen la posibilidad de incluir en los costos de la obra un subsidio para que nosotros podamos pagar el sueldo completo a nuestros empleados”, contó Forni.

Después tenían previsto ir al municipio para reunirse con la secretaria privada de José Corral. El intendente estuvo esta mañana unos minutos en Urquiza y bulevar y dialogó con los comerciantes.

La preocupación va más allá de la coyuntura: “Vamos a quedar enterrados no sé por cuánto tiempo. Una vez que esto se repare y se normalice el tránsito, hay que lograr que la gente vuelva. Recuperarnos va a llevar mucho tiempo”, cerró Goggi.

La situación se extiende al resto de los comercios, cada uno en su propia proporción. Con lo cual, si deciden ir por el mismo camino que Mi Sandwichito y Tuyú, podría haber más empleos afectados.

 

Explicación del Ministerio

El director de la Regional Santa Fe del Ministerio de Trabajo, Carlos Montenegro, explicó que “las empresas han expresado estar pasando un momento económico muy grave”.

En este marco, “si bien las empresas en caso de fuerza mayor tienen la posibilidad mediante la Ley de Contrato de Trabajo y del resto de las normativas vigentes de suspender a sus empleados, habiendo una excelente relación entre los empleados y las empresas, acordamos concretar un espacio de diálogo entre los distintos actores: es decir, las empresas, los trabajadores y los sindicatos que los representan, a los efectos de evitar suspensiones. Como paliativo de la situación y a los efectos también de mantener los puestos de trabajo, se llegó a un acuerdo donde por el término de tres meses reduce la jornada laboral en un 50%, y los gremios excepcionan del pago de los aportes convencionales a las empresas. Esto lo vamos a monitorear. Pero fundamentalmente todos buscamos preservar las fuentes de trabajo”.