Sin contar la inflación
Sin contar la inflación
La presión tributaria en el país alcanza al 31,2 por ciento del PIB
La Argentina está al tope entre las naciones de la región y de varios países occidentales. Brasil tiene costos fiscales similares; hay cuatro puntos menos en Uruguay y 11% menos en Chile.
De la redacción de El Litoral
DyN
La presión tributaria en la Argentina con relación a su Producto Bruto Interno está por encima del promedio latinoamericano, según un reciente estudio conjunto de la Conferencia Económica para América Latina (Cepal), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El estudio mencionado construye el indicador considerando ingresos tributarios y contribuciones a la seguridad social. Según esa medición, la presión fiscal en la Argentina alcanzó 31,2% del PIB, por debajo de Brasil (35,7%) y del promedio de los países de la Ocde (34,1%). En la lista, el promedio de Latinoamérica y el Caribe es de 21,3%, en tanto que Uruguay marca 27,1% y Chile 20.2%.
Nadin Argañaraz y Sofía Devalle evaluaron ese cuadro de situación y lo expusieron en un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal. Allí aclararon que en el caso argentino habría que agregar además la presión tributaria municipal (1,7%) y la previsional de provincias (1,73%), calculadas por la Dirección Nacional de Coordinación Fiscal con las provincias y no contempladas en el análisis de los organismos internacionales.
“En consecuencia, a nivel consolidado, la presión tributaria en Argentina habría alcanzado en el año 2013 un 34,5% del PIB, sin considerar el impuesto inflacionario”. Los autores advierten que con este factor incluido y tomando la base que el Indec dejó de ponderar, la presión argentina sería incluso superior a la del principal socio del Mercosur.
“En el año 2012, con una base de datos anterior al cambio metodológico, la Argentina era el país de Latinoamérica con la mayor presión tributaria (en ese año un 37,3%), por encima inclusive de la de Brasil”.
El documento del Iaraf apunta que “durante las últimas dos décadas, la mayoría de los países de la región de Latinoamérica experimentó un marcado crecimiento de la carga tributaria como porcentaje del PIB, especialmente a partir del año 2002. La presión tributaria promedio para los países de Latinoamérica y el Caribe pasó de niveles cercanos a 15% del PIB en el período 1990-1994, a superar el 20% del PIB en el año 2013”.
El fenómeno en esa región se favoreció por la expansión de la economía mundial y un sostenido aumento de los precios de los productos básicos. Pero a nivel de los países de la Ocde, “por el contrario, la presión tributaria se mantuvo relativamente estable a lo largo de los últimos 23 años, oscilando entre un 32% y un 34% del PIB”.
Según se detalla, “a lo largo del período 1990-2002, la carga tributaria efectiva de la Argentina se encontraba en niveles similares al promedio de sus pares latinoamericanos, con valores que partieron en un 12,3% del PIB en 1990 y llegaron a un 16,7% en el año 2002.
“A partir del año 2003, la situación cambia sustancialmente, comenzando a aumentar la presión tributaria a niveles sostenidamente superiores a los del promedio de la región latinoamericana”.
Apunta el documento que “la Argentina fue el segundo país de mayor crecimiento acumulado en su presión tributaria a lo largo del período 1990-2013, con una variación de 18,8% del PIB, luego de Bolivia que experimentó un crecimiento de su carga tributaria de 20%”. El incremento promedio para todos los países de Latinoamérica fue de 6,9%, mientras que en los de la Ocde la variación fue de sólo 1,9%.
El dato
Distorsión
En la Argentina han ido ganando importancia “tributos sumamente distorsivos e ineficientes, como el impuesto provincial a los Ingresos Brutos (claramente regresivo), o el Impuesto al Cheque”. La estructura actual de la recaudación consolidada, sin seguridad social, está conformada en un 70% por impuestos indirectos y un 30% por impuestos directos. En el caso del Impuesto a las Ganancias -uno de los más progresivos- la falta de actualización lo tergiversó. Por la misma razón (inflación) hay contribuyentes de Bienes Personales “por el solo hecho de tener un auto y una casa”. Iaraf subraya que “estas distorsiones no deberían existir”.
Tamaño y calidad
“En la Argentina, según estadísticas de la Cepal, el tamaño del Estado considerando el gasto total del sector público no financiero aumentó a lo largo del período 1990-2012 unos 22 puntos porcentuales del PIB (prácticamente duplicándose), lo cual estaría relacionado con el crecimiento de los casi 19% que tuvo la presión tributaria a lo largo de ese período. De este modo, de manera similar a lo ocurrido con la presión tributaria, la Argentina pasó de tener un tamaño del Estado similar al del promedio de los países latinoamericanos, a acercarse cada vez más al tamaño del Estado del promedio de la Ocde”.
Aclara Iaraf que “uno de los principales fundamentos para establecer si un determinado nivel de carga tributaria es razonable o no, tiene que ver con la calidad y la cantidad de los bienes y servicios públicos que brinda el Estado a lo largo del tiempo. La clave pasa por la valoración que tenga la sociedad acerca de estos bienes y servicios provistos por el Estado, y si se condicen con el nivel de presión tributaria en un momento dado, e intertemporalmente”.