Señal de ajuste

La novicia rebelde y el reverendo musculosa

La novicia rebelde y el reverendo musculosa

La ficción se basa en el romance entre una falsa monja y un cura verdadero, o sea que estamos al borde de un amor prohibido o en el centro mismo de uno.

Foto: Gentileza Producción

 

Roberto Maurer

Pol-ka ha descubierto que Natalia Oreiro está demasiado vieja como para continuar interpretando a las jovencitas impetuosas de sus comedias románticas, y experimenta con una reemplazante. Se busca el mismo efecto energético en Lali Espósito, de quien se asegura que a los doce años ya estaba hambrienta de fama. Es una joven de 23 que esperaba su turno para convertirse en mujer luego de demasiados años de adolescente profesional durante los cuales fue una reina teen.

Ella creció en las filas privilegiadas de Cris Morena, ya que pasó por Chiquititas, Floricienta y Casi Ángeles. Además canta, o al menos se ha subido a los escenarios para hacerlo y grabó un disco. La amancebaron con Mariano Martínez (1), el compañero adecuado para este género bobo, de gracias repetidas y tramas lineales. El actor se formó en la generación de galanes que triunfaron con musculosa. Aquí, su personaje ya luce en musculosa en la segunda escena del primer episodio de esta tira que titularon “Esperanza mía”: es su chapa.

Jugando con fuego

Básicamente, la ficción se basa en el romance entre una falsa monja y un cura verdadero, o sea que estamos al borde de un amor prohibido o en el centro mismo de uno. Cualquier creyente estricto de la vieja religión podría sostener que apenas comenzado el primer capítulo ya estaban en pecado, y sin siquiera darse un beso: comienzan a coquetear desde el mismo momento que se conocen en un micro que los lleva a la ciudad, y el flirteo continúa en los siguientes encuentros, ya en el convento, y en el confesionario mismo.

Ella escapa de unos asesinos y se refugia en el convento, cuya Madre Superiora (Ana María Picchio) fue amiga de su madre adoptiva, a quien habían matado por intentar denunciar por contaminación a la fábrica en la cual trabajaba. Se hace llamar Esperanza y la presentan como una novicia recién ingresada, y en un momento de confidencias, cuenta a otra monja que jamás perdonaría a la madre biológica que la entregó, sin saber que, en este mundo de casualidades, esa progenitora es una de las monjas del convento.

La institución peligra, porque la empresa que la subsidiaba, una vez fallecidos su fundador y el cura del cual era amigo, ha decidido quitarle la ayuda económica, ignorando hasta qué punto el mundo es pequeño: el dueño es hermano del padre Tomás (el ya citado Mariano Martínez) que al llegar a la ciudad y enterarse, se niega a arruinar a las monjitas entre quienes descubre, sorpresa, a la misma ricura que conoció en el micro, ahora vestida con un hábito.

El padre Tomás pelea con su hermano y defiende el subsidio de las monjas, ya que, al fin, también es dueño de la empresa que, además, como ya se dijo, el mundo es pequeño, se encuentra vinculada a los bandidos que persiguen a Esperanza por la denuncia de contaminación.

Llueve. En el interior de un auto, Esperanza y Tomás esperan que una monja auxilie a una adolescente rebelde que está con unos vagos en un salón de billares y toma cerveza (2). Ambos esperan. Llueve, dijimos. Y Esperanza se pone a cantar. Para el televidente, es un aviso al cual hay que sumar la guitarra que el padre Tomás lleva a todas partes. Se viene un repertorio pop que, de funcionar bien, terminará con la monja y el curita en el Gran Rex.

La Turca no se toca

Antes de empezar la tira, fue presentada en la entrada de la Basílica de La Plata por todo el elenco y el vestuario de hábitos y sotanas. Debe haber parecido un desfile de Giordano y el obispo y sus feligreses se quejaron. Y si estos amores prohibidos irritan a la Iglesia, se pueden pronosticar otros problemas. “Esperanza mía” va a las 21 y luego, a las 22, la inamovible “Las mil y una noches”. Ya viene el “Bailando” de Tinelli. ¿Dónde entra? ¿Alguien se atreverá a recortar media hora de la novela turca sin provocar una conmoción social?

(1) Es una pareja desigual. A Lali Espósito la sigue el público adolescente y Mariano Martínez ya frisa los 40.

(2) En realidad, la chica no quiere ser auxiliada. La está pasando bien.