al mArgen de la crónica

Los polémicos “buzones para bebés”

Las “Babyklappe”, buzones que permiten abandonar a los bebés de forma anónima en un lugar seguro, cumplen quince años en Alemania, donde ya existen alrededor de un centenar de estas instalaciones.

El primero se abrió el 8 de abril del año 2000 en Hamburgo y fue puesto en marcha por la asociación SterniPark después de que se hallaran los cadáveres de dos recién nacidos en la basura en esa ciudad de Alemania

“Hemos logrado nuestro objetivo. Desde hace años en Hamburgo la policía no debe salir a rescatar bebés muertos”, subrayó Leila Moysich, directora de esta organización que ha recogido a 48 bebés en sus instalaciones.

La directora del proyecto en Hamburgo, Heidi Kaiser, reconoce que la entrega anónima no es el mejor inicio para la vida de un niño, pero sostiene que “no es ningún argumento para oponerse a un instrumento que salva vidas”.

Según el balance de este centro, 16 madres regresaron a las instalaciones tras abandonar a un bebé en los últimos quince años y hoy en día catorce de esos niños viven con sus madres biológicas.

Para la ONG Terre des Hommes, sin embargo, la muestra de que esos tornos no son ninguna solución es que las cifras de abandonos de bebés apenas hayan descendido en los últimos años.

Como vía alternativa a los “Babyklappel”, en el año 2013 el Parlamento alemán aprobó una nueva ley para permitir a las mujeres en situación de necesidad dar a luz de forma anónima en un hospital y dejar a su hijo recién nacido en el centro sanitario. El objetivo de la norma era evitar que las mujeres parieran al margen del circuito sanitario, con los consiguientes riesgos.

Al mismo tiempo se buscó ofrecer a los niños la posibilidad de conocer datos sobre su madre al cumplir los 16 años, ya que pasado ese tiempo se puede levantar el secreto sobre la identidad de la mujer.