Tribunales

Prisión preventiva para uno de los agresores de Ayelén

Se trata de un joven de 18 años, acusado de disparar contra la vivienda donde viven la chica de 11 años y su mamá Graciela.

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Desde entonces madre e hija cuentan con una custodia policial en la puerta de su casa, en el barrio Villa Hipódromo.

Foto: Archivo/Flavio Raina

 

De la Redacción de El Litoral

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El juez penal Jorge Patrizi impuso ayer por la tarde la prisión preventiva para Ángel Elías Echagüe, el joven de 18 años acusado de disparar contra la casa de una nena de 11 años y su madre para amedrentarlas.

La acusación estuvo a cargo del fiscal Sergio Alvira, mientras que la defensa del imputado fue llevada adelante por el abogado particular Néstor Pereyra, informaron fuentes tribunalicias.

Echagüe, quien acaba de cumplir la mayoría de edad, ingresó al nuevo sistema penal para mayores el miércoles de esta semana, tras un nuevo ataque armado contra la casa en la que viven Ayelén Zárate, de 11 años, junto con su madre Graciela Orellano y el resto de su familia.

Abuso de arma

Según se pudo acreditar, Echagüe junto con otro chico menor de edad apodado Panchito atacaron la casa de calle Pedro de Vega al 3900 en horas de la noche del martes y repitieron la acción a las 5 de la madrugada del miércoles.

Echagüe está acusado por el presunto delito de “abuso de arma, calificado por la participación de menor de edad”, según lo confirmó ayer el fiscal Sergio Alvira, que en la misma audiencia imputativa solicitó la prisión preventiva que le fue impuesta.

Son menores

La causa que involucra a la pequeña Ayelén comenzó el 12 de marzo pasado, luego de que la menor recibiera dos disparos de arma de fuego cuando caminaba con su madre por avenida Peñaloza y calle Pedro de Vega, frente al jardín de infantes ubicado en esa arteria.

Por ese hecho puntual el juez Cristian Fiz, a cargo del Juzgado de Menores Nº 1, ordenó el traslado al Pabellón Juvenil de Las Flores para B.D.A., alias “Palito”, de 17 años, acusado por homicidio calificado en grado de tentativa.

En cuanto al motivo de las constantes agresiones, Graciela Orellano contó que su pecado fue haber denunciado a los pibes del barrio Villa Hipódromo por un robo sufrido unos 20 días antes de que comenzara este verdadero calvario.