Boxeo en Nueva York

Matthyse ganó con lo justo

  • En un combate que arrancó muy a su favor pero terminó complicándose ante un adversario admirable desde el punto de vista físico y anímico.
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El rostro de Provodnikov es una muestra elocuente del castigo recibido por parte del pugilista argentino.

Foto: Gentileza Golden Boy Promotions

 

Redacción de El Litoral

DyN

En una noche que pareció iba a ser gloriosa y luego generó incertidumbre, el chubutense Lucas Matthysse venció por puntos, en fallo mayoritario, al ruso Ruslan Provodnikov. De ese modo, ahora aspira a medirse con el ganador de la pelea entre el estadounidense Floyd Mayweather y el filipino Manny Pacquiao.

El patagónico (63,049 kilos), quien tuvo un desempeño destacadísimo en la primera mitad del pleito y a lo largo de los doce round prácticamente desfiguró a su inclaudicable adversario (63,276), sufrió en la segunda parte una considerable disminución en su rendimiento, lo que derivó en un resultado peligrosamente apretado, 115-113 en su favor en dos de las tarjetas; mientras que en la otra, los números se frenaron en una paridad de 114.

El valor del triunfo es enorme, porque se trató del combate entre superligeros que fue la atracción de la velada que se realizó en el Turning Stone Resort & Casino de Verona (Estado de Nueva York) y, fundamentalmente, de una virtual eliminatoria para aspirar a medirse con quien se imponga en el súper enfrentamiento del 2 de mayo, en Las Vegas.

El éxito del trelewense radicado en Junín, dio la impresión de que se iba a consumar temprano y de un modo espléndido, dado que en el primer asalto le inflamó el pómulo izquierdo al siberiano y en el siguiente le provocó un corte importante en el párpado del mismo lado.

Por entonces, Matthysse pasó de las palabras a los hechos y desarrolló el plan que había anunciado en esa conferencia de prensa porteña, porque evitó que la contienda se realizara en la corta y media distancia; pegó con puntería, potencia y regularidad; pero además boxeó, por lo que dejó en evidencia que sus virtudes de ninguna manera se limitan al rol de noqueador.

Capítulo tras capítulo, en el rostro de Provodnikov se advertía el deterioro que causaban los golpes recibidos, pero ni por un instante se dio por vencido y exhibió una preparación física y una actitud por demás elogiable.

En el octavo segmento, el pleito cambió visiblemente, porque Mathysse perdió consistencia, utilizó menos el jab de izquierda y, sobre todo, dejó de emplear la derecha, factores que permitieron la reacción del ruso, que transmitió la imagen de un tanque avasallante y se lanzó contra las matemáticas y en procura de la hazaña.

En el undécimo episodio hasta flaquearon las rodillas de Matthysse, pero todo concluyó en las tarjetas, en las que pravaleció el sureño, a quien sueños de los grandes no le faltan.

Por lo pronto, Matthysse, a los 32 años, dispone de palmarés conformado por 37 victorias, 34 de ellas antes del límite, y tres reveses. En tanto, Provodnikov, de 31 años, totaliza 24 contiendas ganadas, 17 de ellas por nocaut, y cuatro perdidas.