Tango para el Imperio del Medio

Tango para el Imperio del Medio

“Después de tomar clases con Guillermo Fernández, hablar mucho con Lidia Borda, recién me estoy sintiendo una cantante de tango. No es solamente cantar lindo, sino interpretar un género con semejante poesía”.

Luego de haber actuado en París y Madrid el año pasado, la cantante santafesina Andrea Eletti participará en pocos días del Meet in Beijing Arts Festival 2015, en la capital china. Sobre esto y más conversó con Nosotros.

 

TEXTOS. IGNACIO ANDRÉS AMARILLO ([email protected]). FOTOS. GENTILEZA ANDREA ELETTI.

La cantante santafesina de tango Andrea Eletti participará en pocos días del Meet in Beijing Arts Festival 2015, encuentro anual que se realiza en la capital china desde 2000, organizado por el Ministerio de Cultura de China, el Gobierno Municipal de Beijing y la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión del gigante asiático.

Antes de su partida, conversó con Nosotros sobre este viaje y sobre una proyección que la llevó a Europa el año pasado.

ABRIR PUERTAS

—¿Cómo salió el viaje a China?

—Hace como un año y medio empecé a tener un poco de material más cerrado del disco, de demos para poder mandar, producción fotográfica para poder mandar. Después de venir un tiempo trabajando y tener un material que me convencía empecé esta cruzada de mandar material afuera (risas), porque uno es su propio representante: no tengo alguien que me vino a buscar, sino que empecé a abrir puertas. Primero llegó lo de Francia el año pasado, la Casa Argentina de París y después se anexó la Casa Argentina de Madrid. Con el sólo hecho de haber investigado un poco dónde mandar lo que hago.

Lo de China venía de un año antes de que eso, fue uno de los primeros que me contestaron. Mandé imágenes de “Contango la historia”, y le gustó mucho al agregado cultural de la embajada, Santiago Martino, que lo sacaron de China cuando veníamos contactados para hacer el viaje el año pasado y lo mandaron a Francia. Yo consigo el contacto en Francia por la Casa Argentina, donde está Marcelo Balsells, gran conocedor de los artistas de Santa Fe. Él me da la oportunidad y me programa, y cuando estaba en París estaba llegando Martino. Le hago llegar mi disco y me recomienda con la actual agregada cultural en China, Florencia Rossi.

Eso quedó ahí, y en diciembre me escriben de China diciendo que, teniendo los antecedentes de las presentaciones en París y el material, lo iban a presentar en un festival allá. En enero me responden que el material había sido aceptado para un festival internacional de Latinoamérica, con artistas chinos y de América Latina. Llevan algunos exponentes internacionales y artistas que cada embajada recomienda: el año pasado estuvo Lila Downs de México.

—Estuvo Agarrate Catalina...

—Varios conocidos. Florencia deriva el material y a mediados de enero me contestan desde el festival, que habían visto mi currículum, que habían investigado en YouTube y que les había parecido una buena performance; que querían que esté. Querían una formación de cuatro músicos y yo.

—¿Ellos impusieron?

—Yo les sugerí diferentes formaciones: dúo, trío, quinteto, nunca se me había ocurrido cuarteto pero les pareció bien. Ahí empezó toda la aventura para aprontar las cosas. Creía que el festival era a fin de año, y en febrero me dicen que era a fines de abril, no quedaba nada de tiempo (risas).

REPERTORIOS

—Volviste sobre el material que más conocés...

—En Europa lo que hicimos fue llevar algo del disco y algo tradicional. Europa está más adaptado, sobre todo París; España es más selectiva a la hora de ver algo que no sea muy popular o famoso. A nosotros nos fue bien en España, pero ahí tenés que decir “Piazzolla”. París tiene más tradición tanguera, y el público está más ávido de escuchar cualquier cosa, cualquier día a cualquier hora. España es más argentina en eso, selecciona más. Y está en un período económico muy especial, por lo que estamos muy contentos con lo que pasó. Pero en París tocamos un martes, el domingo había tocado Pablo Agri y estaba llenísimo. Y nosotros también llenamos el martes.

—¿La sala está en la Casa?

—Sí, se hacen conciertos y exposiciones. En París a la gente le decís que en la iglesia tal hay un concierto barroco y va. Con el tango tienen un idilio muy grande, pero no sólo con Piazzolla. Se llenó, fue una experiencia muy emocionante porque estaba cantando “Sueño de barrilete” y se me caían las lágrimas: era cantar en París un tango con un público muy cálido.

—Te sentías un personaje de Cadícamo...

—Fue muy raro todo (risas). En China lo que apostamos es a sacar un poco ese repertorio pero agregar más tradicional. China está muy ávida de todo, se abrió a todo. Al tango no lo tienen desde hace mucho como Japón, recién les está llegando. Me contaron que están con el flamenco a full. Están descubriendo cosas.

Decidimos hacer otros arreglos más esperados: “El día que me quieras”, que no lo hicimos en Europa (hice “Cuesta abajo” como tango de Gardel). Acá definimos llevar algo del disco y de lo que hicimos en Europa, pero sumarle conocidos como “Balada para un loco”: Gardel y Piazzolla los tenés que hacer porque la gente los está esperando.

—A Europa fuiste con Danilo Cernotto.

—Con él en el piano y bandoneón. Hicimos tres temas en voz y bandoneón: “Cuesta abajo”, “Garúa” de Troilo y “Melodía de arrabal”. Creamos algo muy mágico: Danilo es un gran músico, lo conozco desde hace tiempo, hizo los arreglos de ese viaje. Hicimos una zamba que pegó muchísimo en España, para recordar mis épocas de folclorista (“Zamba de usted”).

PRIMAVERA

—¿Y los arreglos para cuarteto?

—Llevo flauta, no llevo violín. Inés Mingarini en flauta, Marcelo Actis en contrabajo, Danilo Cernotto en bandoneón y Cecilia Renaud en piano. Hace poco estuvimos en la Cumbre Mundial del Tango de Zárate con Cecilia y Danilo, readaptándonos del dúo de Europa al trío, y a algunos temas le agregamos el contrabajo y la flauta. Y estamos haciendo los temas específicos para la gira.

Tenemos que hacer cuatro conciertos. Uno es en una universidad, donde vana a estar todos los exponentes de América Latina en sus diferentes rubros; así que también llevo un candombe, para abarcar el Río de la Plata.

—¿Los otros conciertos dónde son?

—Hay diferentes escenarios, unos al aire libre y otros cerrados. Tres conciertos de media hora y una gala especial en un teatro donde va todo el gobierno de China y la embajada. Es el cierre, el 7 de mayo, donde hacemos dos temas.

Estaríamos llegando el 30 de abril, el festival empieza el 1° de mayo...

—¿Cuántas horas de viaje son?

—Son 36 horas arriba del avión. Espero llegar, que no pase ningún accidente aéreo, y espero volver (risas). Empieza el 1° y termina el 8: es una de las semanas más turísticas, después del Año Nuevo y el Festival de la Primavera, porque es la Semana del Trabajo: estuve investigando. Hay mucho turismo, el clima es propicio, no llueve tanto, y es primavera.

—Hubo poco tiempo pero están aceitados con los músicos; salvo Marcelo, que no estuvo en las giras.

—Nos conocemos todos. Marcelo es una ficha puesta, porque viene con el tango, es un tipo que hace arreglos, que puede solucionar un montón de cosas, te da mucha tranquilidad. Con que funcione el contrabajo, el bandoneón y el piano... De hecho lo escuché a Guillermo Fernández en Zárate en trío: en el piano lo tenía a Cristian Zárate, una reliquia. Entonces me di cuenta de que con un buen trío, yo confío mucho en los tres. Y quise llevar la impronta de la flauta, y que seamos más mujeres que varones. porque siempre estoy lidiando con todos los hombres (risas).

Inés grabó conmigo en el disco, Danilo viene trabajando conmigo, y Cecilia venía tocando con estilo de tango y se frenó por un problema en su mano. Trabajamos para Zárate y resultó hermoso.

CUMBRE

—¿Y ahí cómo llegaste?

—Porque el organizador de la Cumbre Mundial del Tango me escuchó en Valparaíso el año pasado, porque fueron los 25 años de Valparatango y había muchos invitados especiales. Había que elegir representantes de diferentes ciudades del mundo, quedamos en contacto y me invitó a la Cumbre. Fue el 1° de marzo: estuvo muy lindo, compartimos escenario con Guillermo Fernández. Estaba pensado para un escenario espectacular pero llovió; lo hicimos en el Teatro de Zárate, que es donde cantó Gardel, o sea que estuvo re bueno. Ya es el segundo escenario que piso donde estuvo Gardel.

—¿Cuál fue el primero?

—En Medellín.

—El último...

—Sí. Lo que armaron al aire libre se había estrenado el día anterior, porque había empezado hacía poco y se lanzó el fin de semana hacerlo ahí en la plaza. Pero a mí como solista femenina con dúo me vino mejor hacerlo en el teatro: la gente te escucha, aprecia más.

Son todas cosas que se fueron logrando no de un día para otro, aunque salió todo muy junto después del disco. No es casual, porque si bien yo había empezado a tirar puntas y tratar de conectarme, fue un proceso de mucho tiempo hacerlo, hacer espectáculos, investigación. De ponérmelo al hombro, de la mano de Alejandro (Fissore) en los arreglos, de Danilo que me asesoraba también; de Ramiro Gallo que desde Buenos Aires también me aconsejaba. Pero fue ponérmelo al hombro yo, lo que generalmente hace un director musical. Espero que el próximo sea mucho mejor y tenga un director musical.

TIEMPOS

—¿Te ponés plazos?

—Sí, cuando me pongo una idea, salvo los viajes (que no los manejás vos, eso sale), lo que es un disco o un espectáculo sí, porque si no no lo hacés nunca. De hecho dije “presento el disco antes del Mundial”. Si bien me autoexijo mucho (porque tengo que resolver sola un montón de cosas que otros lo resuelven con asistentes, productores, etc.), tengo la satisfacción de poderlos realizar.

Me gustaría el año que viene hacer otro disco, pero no me pongo el plazo porque quiero terminar esta gira, y estoy pensando en un proyecto a fin de año acá en Santa Fe. Pero sí, un disco nuevo, con todos tangos viejos. Recién cuando canté con Gabriel de Pedro y La 348, estrenar esa orquesta en Santa Fe Sostenido (y la gente me aplaudió y me dijo cosas lindas) recién siento que estoy empezando a interpretar el tango. Estoy entendiendo cómo interpretarlo. Por eso al disco lo escucho con otro oído: hay cosas que están bien cantadas, otras horribles, lo haría de nuevo o no lo pondría. Después de tomar clases con Guillermo Fernández, hablar mucho con Lidia Borda, recién me estoy sintiendo una cantante de tango. No es solamente cantar lindo, sino interpretar un género con semejante poesía.

—¿Qué es lo que permite que le llegue a un chino...?

—Claro, en España era fácil, hablé con la gente y todo, pero en Francia veía que escuchaban con los ojos cerrados, y los argentinos eran pocos. Así que entendiendo la interpretación haría un disco distinto, más volcado a lo antiguo, que es lo más difícil de cantar.

Tango para el Imperio del Medio

Eletti junto a Danilo Cernotto en la Casa Argentina en París, donde actuaron gracias al apoyo de su titular, Marcelo Balsells; Cernotto será parte del cuarteto con el que viajará a China.