Trabaja sin prisa, pero sin pausa

Grassi, con la mira en los Juegos Olímpicos

  • El destacado nadador santafesino entrena en la pileta del Club Atlético Unión y en el gimnasio del Instituto Laureano Maradona.
Grassi, con la mira en  los Juegos Olímpicos

En acción,

durante el Campeonato Argentino de pileta corta cumplido en Gimnasia y Esgrima.

Foto: Luis Cetraro

 

Marcelo Mendoza

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Santiago Grassi, nadador del Club Atlético Unión, está en una etapa de transición de sus entrenamientos, tras haber participado en el torneo María Lenk de Río de Janeiro y haber batido el récord argentino de los 100 metros mariposa que ostentaba el cordobés José Meolans.

Santiago entrena en la pileta de la entidad rojiblanca y combina trabajos eminentemente físicos en el Instituto Laureano Maradona. Además, esta semana participa en el Argentino de Mayores de pileta corta que se realiza en el Club de Gimnasia y Esgrima de Santa Fe, con gran suceso.

—¿Qué objetivos tenés luego del María Lenk?

— Previamente tenía la mente y el objetivo en los Panamericanos y actualmente estamos pensando en Río de Janeiro 2016. El año pasado era algo impensado pensar en los Juegos Olímpicos, porque estábamos a un segundo y medio de la marca; pero ahora la cosa cambió. Estamos a setenta y dos centésimas. El objetivo más que importante es hacer la marca para Río y estoy dando todo de mí; además, vamos a ver qué pasa en los Panamericanos.

—¿Qué sentiste cuando batiste el récord?

— Fue un orgullo haber bajado la marca de José (Meolans). Todos los récords argentinos son importantes, pero que sea el de José, un ejemplo para la natación argentina, es como una alegría más y saber que se están haciendo las cosas bien y se está por el buen camino.

—¿Qué trabajos hiciste para llegar al récord?

— Nosotros hicimos un gran cambio desde diciembre del año pasado hasta ahora. Implementar lo que es kinesiología funcional y fisioterapia, para lo que fue la parte de recuperación en el Instituto Laureano Maradona. Fue la parte esencial, porque permitió recuperarnos más rápido; además de aumentar rasgos en movimiento, para poder nadar mejor. Hoy, seguimos en las rutinas del gimnasio para estar cada vez mejor y motivados con los profes por los resultados. En la pileta, también sabiendo que cada entrenamiento es importante.

—¿Quiénes fueron tus profesores en el inicio?

— Comencé con Susana Lauría; después “Coti” Louteiro. Pero fue “Pata” Lauría la que me enseñó a nadar y me crió como deportista y mi forma de ser.

—¿Cuáles son los próximos torneos a participar?

—Luego del Argentino en pileta corta en Gimnasia, vamos a entrenar en la altura en México, dentro de un mes. Seguidamente, vamos a ir a Estados Unidos para buscar la marca para los Juegos Olímpicos. Hay que bajar 32 centésimas y vamos a buscar superarnos.

—¿Tenés algún nadador como espejo?

— No; pero sí tengo nadadores como modelos: Georgina Bardach y José Meolans son ejemplos a seguir. Georgina fue medalla olímpica en Londres y José, campeón del mundo. Intentamos ser algo así es muy difícil pero no imposible. Me gusta mirar videos de nadadores mundiales para mejorar como Michael Phelps, copiar su técnica y su estilo de nado. También me gusta crear lo propio y crear mi marca. No conozco mucho lo de Mark Spitz, pero sé que fue algo parecido a lo que es en la actualidad Phelps, un grande de verdad.

—¿Tenés más para dar?

— Creo que recién comienzo; que puedo dar más y muchas cosas por mejorar. Eso es muy bueno, porque de los errores se aprende. Hoy en día, recién estamos comenzando lo que es la competencia a nivel internacional. Es lindo saber que ya estamos dentro de los 20 mejores del mundo. Tenemos para muchos más.

—¿Se está dando el recambio de nadadores?

— Sí, y es el objetivo de cada nadador llevar a la Argentina lo más alto posible. Salir del deporte amateur y eso se consigue con resultados internacionales. Ése es también nuestro objetivo como nadadores argentinos.

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Primer récord

En Dubai. Grassi batió el récord argentino de los 50 metros mariposa en oportunidad del mundial Juvenil..

Foto: El Litoral

Mariposa siempre fue el estilo que más me gustó. De chiquito, nadaba los cuatro estilos y por gusto hice mariposa. Es un estilo difícil, que requiere mucho esfuerzo”.

Santiago Grassi,

nadador de Unión.

Julia (Sebastián) anda muy bien y la veo como candidata a estar en los Juegos Olímpicos que vienen. Es lindo saber que acá, en Santa Fe, hay otros nadadores que tienen el mismo objetivo y que tiramos para el mismo lado”.

Santiago Grassi,

nadador de Unión.

Grassi, con la mira en  los Juegos Olímpicos

Santiago le pone fuerza

al trabajo en el Instituto Laureano Maradona, bajo la atenta supervisión de sus profesores.

Foto: Luis Cetraro

Con la natación en la familia

Susana “Pata” Lauría, profesora de natación del Club Atlético Unión expresó: “Allá por el 2004, me llamaron para integrar un plan provincial, en el que tenía que captar futuros talentos. Es así que con la ayuda de profes amigos se repartieron notitas en distintas escuelas y una de ellas en donde estaba Santi”.

“Llegó a la pileta a una evaluación que hacía y me quedé enamorada del deslizamiento que tenía una flaca (Eugenia Grassi, que el 7 diciembre de 2009 ganó el premio Hornero de Oro) y con ella venían dos colitas: una Santiago, que si bien no me deslumbró tenía posibilidades, y Juan Manuel, a quien lo hicimos esperar un poco, porque era muy chiquito”, agregó.

Más adelante manifestó: “De más está decir que Euge fue una gran nadadora; y mientras todos estaban mirándola a ella, despacito apareció Santi, que siempre va pisando fuerte. Como los Grassi vivían cerca de mi casa y era una familia poco entendida en el deporte, quería asegurarme que concurrieran a los entrenamientos y entonces los pasaba a buscar (sobre todo a Eugenia) y llegaron los primeros logros de Euge”.

“Y al mismo tiempo, empezaron las dudas para Santi: que seguía, que dejaba la natación... Hasta que finalmente, como él dice, vino el torneo que afirmó su decisión de seguir nadando porque le fue bien. Y así entre juegos, tortas de cumples, un poquito tostaditas de mamá Fernanda, fueron pasando los años y Euge emigró para el equipo de los grandes”, acotó Lauría.

En tanto, “Santi se convirtió en mi compañero de viaje, ya que lo buscaba y lo traía; hubo muchas charlas antes y después del entrenamiento; enseguida entendía cómo se planificaba un entrenamiento y de vuelta a casa adivinaba por descarte, qué le tocaba al otro día”.

Luego señaló: “Realmente, lo extrañé cuando a él también le tocó pasar al grupo de los ‘grandes’, pero me quedaba otro Grassi nadador, Juan Manuel, el que me hacía reír mucho; el que se bancó una enfermedad en la piel”

Muy emocionada, comentó: “Es que en natación hay tres patas muy importantes: la familia, el nadador y el entrenador. Si falla uno, no hay equilibrio. Realmente, la transformación de esta familia fue grande. Por muchos años, Enrique -el papá- se despertó a las 4.30 para hacer el desayuno y llevarlos a nadar; volver a trabajar y nuevamente buscarlos para dejarlos en la escuela, ¡bravo!”.

Sobre las competencias, dijo: “Ya en el primer Nacional, Santi subió al podio. A veces, parecía que iba a venir dura la mano, pero lo he visto ganar tantas veces en los últimos 5 metros. Los primeros años nadaba combinado, pecho y mariposa, pero jamás espalda. De a poquito, se fue instalando para ya nunca más dejar los podios y el estilo mariposa”.

Por último, Lauría indicó: “Con el profe Adrián Tur la cosa se puso más seria; con más metros que recorrer, pero con muchas ganas. De eso se trata mi trabajo, enseñar que gusten del deporte, pero no cansarlos, para que después le puedan sacar lindo el jugo. No más pelotas, básquetbol acuático y juegos; ahora valen los detalles de brazadas, tiempos y metros. Y puedo asegurar que su cabeza es una maquinita; hasta desde el agua me han contado que corrige el tiempo que le tomaron... Así es Santi”.

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Dos que se lucen. Grassi, junto a Julia Sebastián, con una imagen típica de nuestra capital como fondo. Foto: Luis Cetraro