Entre votos y vetos

Rajoy en su laberinto

La pobre actuación del oficialismo en las elecciones regionales del último domingo pusieron en entredicho el liderazgo del jefe del gobierno español. En el Partido Popular se alzan ya voces que piden un acto de renunciamiento.

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Las últimas elecciones regionales han dejado al jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, en una situación muy crítica.

Foto: Agencia EFE

 

Ana Lázaro Verde

DPA

La debacle electoral sufrida por el PP de Mariano Rajoy en las elecciones locales y regionales del domingo, en las que obtuvo el mayor número de votos pero perdió buena parte del apoyo del electorado, supuso la apertura de un debate sobre el liderazgo del jefe del gobierno español de cara a las generales.

En su primera intervención pública tras conocerse los resultados electorales, Rajoy confirmó el lunes que seguirá siendo el candidato de la formación conservadora en los comicios de los que saldrá el nuevo gobierno del país, previstos a final de año.

La decisión no convenció a algunos de los dirigentes regionales del Partido Popular (PP). Uno de los que mejores resultados obtuvo en las urnas, el presidente de la región de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, instó al líder del partido a hacer autocrítica y valorar su continuidad al frente del PP. “Yo le diría a Rajoy: presidente, mírate al espejo y respóndete a ti mismo” (si debe ser el candidato), señaló en una entrevista en la emisora de radio Onda Cero.

Sus palabras hicieron reaccionar a la cúpula del partido, que cerró filas en torno a su presidente y descartó una crisis interna.

“Yo no conozco a nadie, ningún líder del PP, que haya alcanzado el índice de votación del señor Rajoy en las últimas elecciones. Este es un debate absurdo”, zanjó el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando.

Lo mismo opinó en la televisión pública española el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, quien calificó al presidente del gobierno español de “fuerte” y “solvente” y lo consideró el “único” y “mejor” candidato a La Moncloa.

Rajoy, de 60 años, reconoció que su formación no alcanzó la mayoría absoluta necesaria para formar gobierno en las regiones en las que fue la fuerza más votada -nueve de las 13 que celebraban elecciones- ni tampoco en cientos de municipios, pero insistió en el respaldo obtenido en las urnas.

“El PP ha tenido dificultades en estas elecciones pero ha sido la fuerza más votada por los españoles”, destacó hoy en el Senado ante las críticas vertidas por los parlamentarios de otros grupos políticos.

Otras voces

Sin embargo, desde el seno de la formación conservadora, algunas voces fueron muy críticas con los resultados obtenidos, que cayeron diez puntos a nivel municipal respecto a las anteriores elecciones -pasando del 37 al 27 por ciento- y solicitaron una reflexión.

Una de las más contundentes fue Esperanza Aguirre, presidenta del PP en Madrid y candidata a la alcaldía de la capital de España, quien defendió una “refundación” del PP que ella misma se ofreció a abanderar.

“Son unos resultados malos que no vamos a disimular ni enmascarar, sino que van a ser un acicate para acometer en el partido todas las reformas y cambios que sean necesarios”, expresó en rueda de prensa.

También Cristina Cifuentes, aspirante a gobernar con el PP la región de Madrid, expresó la necesidad de “recuperar la cercanía a los ciudadanos con humildad, saliendo a la calle, escuchando, asumiendo que las cosas siempre se pueden hacer de otra manera”.

“Yo creo que sería engañarnos a nosotros mismos el no decir que el resultado ha sido muy malo. Habrá que hacer una reflexión y habrá que tomar las medidas que la cúpula del partido considere convenientes”, señaló, además, la alcaldesa de Madrid en funciones, Ana Botella, esposa del ex presidente del gobierno español José María Aznar.

Rajoy descartó el lunes hacer cambios en el partido, pero los malos resultados del domingo precipitaron el anuncio de la retirada de algunos de los barones territoriales del PP, que abogan por una renovación generacional.

El primero en hacerlo fue Alberto Fabra, jefe del gobierno en funciones de la Comunidad Valencia (este), quien informó hoy de que no optará a seguir liderando el PP en la región, considerada uno de los principales bastiones de la formación conservadora.

“El partido se tiene que preparar para afrontar un nuevo tiempo. Hay que resetear el partido: renovar caras, mensajes y discursos (...) para que otra vez pueda generar confianza en los ciudadanos”, dijo.

Los líderes del PP en Aragón (noreste) y Baleares (este) siguieron su ejemplo y anunciaron que no se presentarán como candidatos para seguir al frente de la formación en sus respectivas regiones de cara a los congresos regionales que convocarán en los próximos meses.

Tras una legislatura marcada por la crisis económica y las políticas de austeridad puestas en marcha por el PP, buena parte de los dirigentes regionales de la formación coincide en reconocer el rechazo que suscitan sus siglas entre parte de la población española.

Los protagonistas de la jornada electoral del domingo, en la que los ciudadanos elegían a los alcaldes de 8.122 municipios y a los gobiernos de 13 de las 17 regiones españolas, fueron las plataformas de izquierda integradas por miembros de partidos como Podemos, surgido al calor del movimiento de los indignados.

En la capital española, la candidata de la agrupación Ahora Madrid, Manuela Carmena, se quedó a un solo concejal del resultado obtenido por Aguirre y podría ponerse al frente del ayuntamiento si se alía con el Partido Socialista (PSOE). En Barcelona (noreste), la activista antidesahucios Ada Colau será la próxima alcaldesa.

Madrid en la mira

El conservador Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy ofreció un pacto al Partido Socialista (PSOE) y al centrista Ciudadanos para evitar que gobierne en el ayuntamiento de Madrid la plataforma política de izquierdas integrada por miembros de Podemos, formación surgida al calor del movimiento de los indignados.

“Invito a los socialistas y a los de Ciudadanos a abrir un diálogo abierto y claro para analizar en común la situación actual”, dijo en rueda de prensa la candidata del PP en la capital de España, Esperanza Aguirre.

Dos días después de las elecciones municipales celebradas en España, en las que el PP fue la fuerza más votada en Madrid pero sin mayoría absoluta, Aguirre apeló a la “responsabilidad” de PSOE y al emergente Ciudadanos, tercera y cuarta fuerzas más votadas, para impedir gobernar a Ahora Madrid, la agrupación de izquierdas liderada por la ex jueza Manuela Carmena, de 71 años.

Aunque ésta obtuvo un concejal menos que Aguirre y quedó en segunda posición, podría arrebatarle la alcaldía de la capital de España al PP a través de un pacto con el Partido Socialista, una opción que parece factible pero que todavía está en el aire.

“Que Madrid tenga como alcaldesa a la candidata de un partido que quiere utilizar la alcaldía como trampolín para romper el régimen constitucional en España es algo que debe hacernos reflexionar a todos”, dijo en referencia a las aspiraciones de Podemos de cara a las próximas elecciones generales, previstas a final de año.

La opción de un gobierno tripartito en Madrid no parece probable después de que el candidato socialista en el municipio, Antonio Miguel Carmona, hiciera público su “no” a la propuesta de Aguirre en la red social Twitter.

La candidata del PP, una de las políticas más fuertes y más polémicas del partido, aseguró hoy que ella no sería “un obstáculo” ante un posible acuerdo entre los tres partidos “de centro”. Según la prensa española, estaría dispuesta a ceder el sillón de alcaldía a los socialistas con tal de frenar a Podemos, al que tilda de “izquierda radical”.

El PP obtuvo 21 concejales en Madrid en los comicios del domingo, con el 34 por ciento del escrutinio, y perdió casi 200.000 votos respecto a las elecciones de 2011. La candidatura de izquierdas liderada por Carmena, Ahora Madrid, se quedó a un solo concejal del PP, con casi el 32 por ciento de los votos, por delante de PSOE y Ciudadanos.

Un pacto entre la plataforma encabezada por Carmena y los socialistas, que obtuvieron nueve concejales, podría poner fin a los 24 años de gobierno del PP en Madrid.