Negocian un acuerdo

Día clave para el conflicto aceitero

Corresponsalía Rosario

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Los integrantes de la Federación de Aceiteros y los representantes de las cámaras empresarias del sector agroexportador retomaron al cierre de esta edición las negociaciones en el Ministerio de Trabajo de la Nación para terminar de ajustar un acuerdo paritario y lograr que se levante la medida de fuerza que lleva 25 días ininterrumpidos.

“Esperemos sellar un acuerdo. No estamos lejos, pero faltan definir varias cuestiones”, sintetizó Daniel Yofra a El Litoral, cuando ingresaba a la reunión, este mediodía.

El incremento salarial para los 20.000 trabajadores del sector rondaría un 30 por ciento, incluidos los adicionales, señalaron fuentes del gremio que participan en las charlas. Anoche las posiciones entre el sindicato y la patronal se acercaron pero aún restan definir algunos puntos de la letra chica, principalmente los adicionales que perciben los trabajadores del sector y otra cuestión: si se pagarán los días no trabajados durante los 25 días de paro.

El viernes pasado, las conversaciones entre la entidad gremial y las empresas habían avanzado, luego de que acercaran posiciones en torno de un acuerdo salarial de 14.300 pesos, que representaba, según la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), una suba de 27,8 por ciento.

La Federación Aceitera de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina sostenía que con los adicionales la suba llegaría a 36 por ciento. Pero cuando se había logrado cierta armonía entre las partes para firmar el acuerdo, el gremio salió a denunciar que el gobierno nacional se negaba a homologar una paritaria por encima del 27 por ciento, como definieron los gremios más afines al kirchnerismo.

El paro se realiza desde el 4 de este mes en las plantas de Dreyfus y Cargill, al sur de Rosario, y desde el lunes pasado hay piquetes en los ingresos a las fábricas que están en el cordón norte, como Dreyfus, en Timbúes; Minera Alumbrera, Terminal 6, Arauco, Cargill Quebracho y Pampa y Bunge, en Puerto General San Martín y Akzo Nobel, Vicentín y San Benito en San Lorenzo. En todo el país, según fuentes del gremio, hay 40 plantas paralizadas.

Esta protesta comenzó a generar innumerables problemas en toda la cadena del sector agroindustrial, no sólo en las fábricas donde se procesa el 80 por ciento de la soja producida en el país. Durante los últimos días comenzaron a aflorar otros inconvenientes colaterales, como vencimientos que los productores no podrán costear ante la imposibilidad de vender la producción. Un punto que no hay que olvidar y que impactará en el precio final de la venta de granos, según advirtió Guillermo Wade, de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (Capym) de Rosario, “es el posible incremento de los fletes fluviales a causa de que 41 barcos esperan poder cargar granos, aceite y harina en las terminales que no tienen actividad por la huelga”. Hay otros 75 buques que no pueden navegar por el Paraná rumbo a los puertos del Gran Rosario a causa de que hasta ayer a la tarde había un buque varado a la altura de San Pedro.