El Senado tiene en carpeta un debate varias veces postergado

¿Dedicación exclusiva para los médicos de hospitales?

  • Un proyecto de ley propone crear un nuevo tipo de vínculo laboral para los profesionales de la salud. La meta es que parte del plantel médico sólo trabaje en el ámbito público.
6-U-DANILO CAPITANI.jpg

Objetivo. “Queremos eliminar los comportamientos oportunistas de la práctica médica”, sostiene el autor de la iniciativa, Danilo Capitani (PJ-San Jerónimo). Foto: El Litoral

 

De la redacción de El Litoral

[email protected]

Esta semana ingresó a la Cámara Alta santafesina un proyecto de ley que -por su título- parece recomendar una cirugía mayor en las relaciones laborales entre el Estado y los profesionales de la salud.

El senador justicialista Danilo Capitani (PJ-San Jerónimo) propone lo que a primera vista luce como un tratamiento de shock: crear la figura del médico público con dedicación exclusiva, para que los galenos sólo puedan trabajar en el Estado y, sobre todo, “para eliminar los comportamientos oportunistas de la práctica médica”, según los fundamentos de la iniciativa.

Así presentado, el proyecto parece partidario de hundir profundamente el bisturí. Sin embargo, si se observa con cuidado su articulado, se verá que la respuesta es más clínica. Y que la receta del senador busca, en el fondo, un remedio gradualista.

Un proceso

El texto -presentado por el senador que preside la Comisión de Salud- llega a un Senado que sesiona poco y que reúne aún menos sus comisiones. Además, la iniciativa deberá pasar también por las comisiones de Legislación del Trabajo y de Asuntos Constitucionales.

“Con la finalidad de atender los reclamos de la población sobre el desempeño de los facultativos en los servicios públicos de salud, proponemos la implementación gradual de la figura del médico público, con dedicación exclusiva al trabajo en el subsistema pública de salud”, sostiene Capitani.

“En una primera etapa, se prevé la dedicación exclusiva con bloqueo de matrícula para los directores de hospitales y centros de salud situados en localidades de más de 10.000 habitantes”, subraya respecto de su punto principal.

“Postulamos que el desempeño de los facultativos, además de proteger y curar, es la de gestionar enfermedades, pacientes y recursos, porque la salud de la comunidad debe ser concebida como una cuestión social, específicamente como un derecho social”, fundamenta.

Diagnóstico

“En la actualidad, la relación laboral que los profesionales médicos mantienen con el Estado provincial es conocida por todos: se les exige una prestación de dedicación parcial, medida en números de horas por semana, que induce al pluriempleo o práctica dual de la profesión, buscando complementar sus ingresos en el sector privado”, menciona Capitani.

Y argumenta: “Resulta paradójico que siendo el Hospital Público un formador de recursos humanos de calidad, no pueda aprovecharlos al máximo para una mejora sustancial en la atención de la población”.

Tiempos

“Por un lado, el Estado pone a disposición de la comunidad una prestación de salud de 24 horas, pero los profesionales que deben llevarla adelante están, de acuerdo a la normativa vigente, obligados a trabajar en horarios fraccionados semanalmente, con remuneraciones no acordes y, por lo tanto, alentados al pluriempleo”.

En ese marco, se queja de los llamados “comportamientos oportunistas potenciales de la práctica médica, entre los cuales podemos distinguir: situaciones de ausentismo, elusión de tareas y reducción de la eficacia y eficiencia sanitaria que disminuyen la dedicación y el tiempo efectivo de trabajo en el sector público, para concentrar más esfuerzo y horas en el privado”.

Irregularidades

  • El senador Capitani repasa, además de los “comportamientos oportunistas” de médicos con empleo público y privado, otras acciones que constituyen irregulardidades. Tanto en la relación empleado (médico) y empleador (Estado), como en otro vínculo profesional y ético: la del médico y el paciente.

“Hay desvíos de pacientes del sector público al sector privado, aduciendo diferencias en la calidad de los servicios, o la existencia de una larga espera para la realización de estudios o cirugías. En otras oportunidades, se da el alta a pacientes en el sector público y su atención es continuada en el sector privado por el mismo médico. Otro fenómeno es la selección de pacientes, y consiste en elegir qué pacientes tratar y cómo hacerlo, de acuerdo a la gravedad y la capacidad de recuperarse”.

Peor aún, el legislador señala la “apropiación o utilización indebida de recursos públicos” mediante “la remisión de pacientes por parte del médico que trabaja en el sector público a especialistas en el sector privado a cambio de compartir el pago por servicio prestado; los denominados pagos informales, es decir, pedir a los pacientes públicos un pago privado por servicios que están financiados públicamente; recetar sistemáticamente a sus pacientes fármacos de determinados laboratorios mucho más caros que los genéricos sustitutos; o la utilización de equipamiento público para tratar pacientes privados”.