En Guadalupe

Violento asalto sufrió un remisero

  • El “pasajero” le apoyó un cuchillo en el cuello y amenazó con degollarlo. Se llevó la recaudación y la ticketera. También inutilizó el vehículo al romper la llave de contacto.
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“El pasajero siempre es una ‘caja de sorpresas’ ”, dijo hoy la víctima. Foto: El Litoral/archivo

 

Danilo Chiapello

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“Hace 22 años que ando arriba de los autos y es la segunda vez que estoy al borde la muerte”, dice José Luis.

Pese a que se considera un veterano “obrero del volante”, el hombre no puede evitar la profunda amargura que siente ante un nuevo hecho delictivo que lo tuvo como víctima.

Ayer al mediodía José Luis se encontraba trabajando a bordo de un Corsa Classic, remís de la empresa Libertad.

“Venía circulando por Aristóbulo del Valle y al llegar a Juan del Campillo veo a un muchacho que me hace señas para parar”, relató hoy el nombrado a este diario.

Pasajero “sorpresa”.

Del pasajero se supo que era un joven de unos 20 años de muy buen aspecto. “No tenía nada que me haga pensar en algo sospechoso”, recordó hoy José aunque al mismo tiempo remarcó que “es muy difícil ‘adivinar’ quién puede venir a robarte. El pasajero siempre es una caja de sorpresas”.

“El joven pidió ser llevado a 12 de Infantería y Necochea. Fuimos por Aristóbulo del Valle y el viaje transcurrió sin novedades. Pero cuando me acercaba al destino el muchacho me dice ‘dejame en la esquina de Ayacucho y Necochea’.

“Ni bien paro el auto, el vago saca un cuchillo y me lo apoya en el cuello. ‘¡Dame la plata o te degüello acá nomás!’, me dijo. Me apretó contra el asiento y me gritó ‘¡Dame también la ticketera!’

“Yo le dije que se quede tranquilo, que le iba a dar todo, pero el muchacho se mostraba cada vez más nervioso. Es que había gente en la calle”, comentó José Luis.

“Una vez que me sacó todo, me obligó a que le entregue la llave de encendido del auto. El delincuente se bajó del coche, puso la llave en la cerradura de la puerta y la quebró. Eso lo hacen para ganar tiempo en la fuga y que no podamos perseguirlos.

“La verdad es que el tema de la llave es el peor daño que me hizo. Ahora sale cerca de 2.500 pesos hacer una nueva y volver a configurar la computadora del auto”, precisó.

Peligroso

“Hay muchas personas que conocen al tipo que me robó. Ese mismo rufián hace poco le sacó la moto a un muchacho. Lo hizo caer y cuando el motociclista estaba en el suelo, le pegó una patada en la cara.

“Otros amigos me comentaron que sabe andar como ‘trapito’ en la zona céntrica. El tipo ahí observa todos los movimientos de la gente.

“Ya lo tienen identificado, pero yo no puedo hacer nada. Es la policía la que tiene que actuar”, explicó.

“Nací dos veces”

No es la primera vez que José Luis se puso de cara a la muerte.

“Hace 8 años yo estaba trabajando para la empresa Isis. El 11 de agosto tomé pasaje en Urquiza al 4500 y al llegar a Centeno y Pte. Perón, el ‘pasajero’ me asaltó. Como no tenía plata encima el tipo me pegó un tiro en el abdomen. Era el primer viaje que hacía a la tarde”, recordó.

Todo esto te va desgastando demasiado. Yo ayer no traje un ‘mango’ a mi casa. Mi patrón tampoco tenía plata para darme. Entonces todo se va complicando.

Ahora estoy en mi casa... sin trabajo y sin plata. Sigo en la ‘dulce espera’ aguardando si reparan el coche para poder volver a trabajar”, culminó.