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Cálido y frío

Aleja o acerca, relaja o estimula y, utilizado el detalles, suma calidad al ambiente. El color es un elemento fundamental en la decoración. Aquí, algunos tips para lograr los mejores resultados.

TEXTO. REVISTA NOSOTROS (*). fotos. archivo el litoral.

 

Los colores producen especiales reacciones y estados de ánimo en las personas que los miran. También afectan las proporciones aparentes del espacio (alto, ancho, profundidad), haciéndolo parecer con características diferentes a las reales.

Para comprender el lenguaje que hablan los colores, necesitamos empezar por definir las características de los colores cálidos y los colores fríos.

DIVIDIDOS

La división entre colores cálidos y fríos se logra trazando una línea en el círculo cromático desde el amarillo-verde hasta el rojo-violeta.

Los colores de uno de los lados, que contienen rojo y amarillo, son los cálidos, y en lado opuesto, el azul y los colores que contienen esa mezcla, son los fríos. Los colores verde y violeta puros son neutros y su grado de temperatura depende de la proporción en que se les adicione rojo, amarillo o azul.

Los colores cálidos (amarillos y rojos) tienen un efecto estimulante y dan la impresión de que avanzan, que se adelantan de la superficie que los contiene. Esto provoca sensación de cercanía. Son colores vitales, alegres y activos.

Por el contrario, los colores fríos (azules, verdes y violetas) producen una acción relajante y un efecto de retroceso y alejamiento, generando sensación de distanciamiento. Producen una impresión de reposo y calma, y utilizados solos pueden dar efecto de poca intimidad y de tristeza.

En habitaciones grandes, los colores cálidos y oscuros ayudan a disminuir visualmente el espacio. En un esquema de líneas predominantemente horizontales, los colores cálidos sirven para aumentar aparentemente el tamaño de los muebles y elevar los techos.

Los colores fríos y los tonos claros nos permiten agrandar el lugar. Un pasillo estrecho, por ejemplo, adquiere aspecto de mayor anchura si está pintado con un color frío.

DE UN LADO

Entre los colores cálidos, se destacan los siguientes:

- Rojo: El rojo puro es el color más vital, asociado a la acción intensa y excitante. Usado puro puede resultar un tanto violento, por eso debe ser usado con moderación, en detalles o pequeñas áreas. De toda la gama de rojos -bordó, bermellón, magenta, etc.-, se puede decir lo mismo. El rojo rebajado con blanco, en tonos más pasteles, puede en cambio producir confort y calidez.

- Naranja: El naranja puro es también un color asociado con la vitalidad, pues comprende mezcla de rojo y amarillo. Tan excitante como el rojo, también debe usarse con moderación y respeto, evitando los grandes espacios. Siempre es mucho mejor utilizar combinaciones de naranja menos fuertes, salmón, etc.

- Amarillo: El amarillo evoca fuerza y voluntad. Es excitante y tiene su lugar más adecuado en las habitaciones con poca luz natural.

Y DEL OTRO

Dentro de los colores fríos, se encuentran:

- Azul: Es el color más frío de todos. Expresa calma, quietud y reposo. Por su calidad de sedante es útil para zonas de trabajo y habitaciones. Mezclado con verde o violeta, reduce su austeridad y frialdad. En habitaciones muy iluminadas no es conveniente utilizarlo, pues absorbe luz y resta luminosidad.

- Violeta: Es un color que produce tristeza. Es el color religioso, místico por excelencia, indiferente y distante, capaz de evocar la idea de misterio. Por ser el color de una onda de longitud más corta, expresa silencio y profundidad triste. Aumentando su proporción de rojo se hace más vital y activo. Aumentando el azul, acentúa su frialdad y distanciamiento. Los matices lila y lavanda son de un marcado perfil femenino.

- Verde: Por ser un color mezcla entre azul y amarillo, dos colores de características opuestas, podríamos decir que es un color equilibrado, que expresa quietud, vegetación, frescura. El verde puro es un color neutro, que puede hacerse más frío aumentando la cantidad de azul o más cálido aumentando la participación de amarillo. Los más estimulantes, por supuesto, son los verdes-amarillos. En el conjunto, es mejor utilizarlo en tonos pastel, y puro sólo para detalles.

(*) Fuente: estiloambientacion.com.ar

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Combinaciones

MONOCROMÁTICA

Es la más simple de todas. Consiste en utilizar un color único como base y sus matices en diferentes tonalidades e intensidades. Esta aparente monotonía se puede atenuar aplicando distintos tipos de texturas que sean las que provoquen contraste o utilizando matices de color muy distanciados entre sí, por ejemplo: azul claro y azul oscuro.

POR ANALOGÍA

Es una combinación de contrastes suaves. Consiste en reunir colores que incluyan un mismo color como base, por ejemplo: amarillo, amarillo-verdoso y amarillo-anaranjado. Esta combinación está dada por colores que en el círculo cromático son adyacentes, o sea que están uno al lado del otro.

POR COMPLEMENTARIOS

Es la combinación con el contraste más fuerte, por ejemplo, verde y rojo. Las combinaciones de colores complementarios producen el mayor grado de contraste sin caer en la desarmonía. En decoraciones aburridas o poco vitales, podemos animarlas con detalles en colores complementarios.

POR TRÍOS ARMÓNICOS

Es una combinación de máximo contraste, visualmente excitante. Los primarios (rojo, amarillo y azul) forman un trío armónico entre sí, igual que los secundarios (verde, naranja y violeta). Por tratarse de una combinación demasiado violenta (colores que “chocan” entre sí), se utiliza relativamente poco y con mucho cuidado.