La previa en una mañana fría en La Serena

Tanta serenidad se convierte en algo difícil de alterar

El Litoral recorrió las calles de la ciudad. El clima, en todo sentido, distó bastante de lo que se vivió hace un año en Brasil. El mundial es diferente. Y la temperatura también.

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Los muchachos llegaron desde Rosario para alentar a la selección del Tata Martino. Se mezclaron leprosos y canallas. “Dormimos en piezas diferentes”, comentaron ante la consulta de El Litoral.

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a La Serena, Chile)

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La serenidad de La Serena, valga la redundancia, es muy llamativa. Y eso que uno viene de una ciudad que tiene más o menos esas mismas características, excepción hecha de la inseguridad, a la que tampoco escapa La Serena y ya hubo algunos hechos que provocaron inquietud.

Cachito Vera, el ex delantero de Colón, se ha transformado en un verdadero anfitrión de todos en esta ciudad. Con 50 años, hace 17 que está afincado en La Serena, con una historia muy particular que contará en una entrevista que El Litoral publicará en los próximos días. Juan Alberto Vera no pasó desapercibido en la historia de Colón. Y le cuenta a todos los que quieren escucharlo, aquél famoso “gol errado” en la final ante Unión. “Si algo bueno tenía, era el pique corto. Cuando bajé la pelota con el pecho, quedé solo ante Tognarelli. Le pegué fuerte y abajo, pero salió junto al palo. No me olvido más de esa jugada y me da vuelta por la cabeza todavía hoy, cuando pasaron casi 26 años. Es que yo soy fanático de Colón. Y el partido estaba 0 a 0. Todavía veo en mis recuerdos la imagen de la avalancha de hinchas en la tribuna de Jota Jota Paso...”, cuenta Cachito.

Anteanoche fuimos a cenar a su restaurante. Y también lo hizo la totalidad del equipo periodístico de TyC Sports que está en esta ciudad cubriendo a la selección, inclusive haciendo un móvil en vivo desde allí. “Me estoy haciendo más famoso ahora que cuando jugaba”, cuenta Cachito, porque no fuimos los únicos que estuvimos en su restaurante, ubicado en el centro de la movida nocturna relativa para una ciudad chica y tranquila, en pleno centro comercial y a algunas cuadras de la plaza de armas, donde se encuentra el Centro Cívico.

Cachito es periodista y ayer fue a la cancha con la camiseta de Colón. Claro que no la pudo exhibir demasiado, porque hacía mucho frío y no daba para andar haciéndose el “Tarzán” en el estadio. Pero en su restaurante no faltan los cuadros de las figuras (las de hoy y las de ayer también, con Diego incluido, obviamente), los banderines de todos los clubes chilenos y la bandera de Colón, infaltable para un sabalero de ley.

La previa en el centro de La Serena no tuvo la locura del Mundial, por ejemplo. Primero porque el evento no tiene la misma magnitud, segundo por la baja temperatura y tercero porque no fue tan multitudinaria la llegada de argentinos como se decía. Acá primero se habló de 45.000, luego bajaron la cifra a 35.000 y se supone que no fueron tantos los que arribaron a La Serena para ver el choque con los paraguayos.

Estos también se hicieron ver en el centro de esta ciudad, no tan futbolera. Cachito Vera nos contaba que el estadio tiene una capacidad para 18.000 personas porque a ver a Deportes La Serena —el equipo de la ciudad— no van más de 5 ó 6.000. O sea que la capacidad no es el problema.

Nos cruzamos con un grupo de paraguayos y cuando le preguntamos por Gerardo Martino, fueron contundentes: “Al Tata lo queremos más nosotros que ustedes”, dijeron. Martino hizo mucho para ganarse el corazón de los paraguayos. Menciona a los jugadores con mucho afecto y respeto. Su paso por ese país no pasó desapercibido. Fueron ocho años, suficientes y hasta demasiados como para suponer que el cariño mutuo se instaló y jamás se irá. “Que Ramón no diga que le encantaría tener a Tevez para ponerlo, porque yo conozco lo que él tiene”, dijo el Tata en la conferencia, sonriente pero directo.

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Son mendocinos y pertenecen a tres generaciones: abuelo, padre e hijo. Posaron para El Litoral en la plaza de armas.