editorial

  • Por sus antecedentes educativos y productivos, Santa Fe multiplica sus fuentes de ingresos y amplía de modo efectivo los derechos de opinión y participación.

Un final con bandera verde

La provincia de Santa Fe es atípica en el contexto de la Nación. La hizo diferente el programa de colonización de tierras puesto en marcha luego de la sanción de la Constitución Nacional en 1853. Tres años después se fundaba la colonia agrícola de Esperanza -de donde es oriundo el probable vicegobernador Carlos Fascendini-, y luego San Carlos y San Jerónimo Norte, asentamientos que fueron la punta de lanza de un proceso de puesta en producción de vastas extensiones, sostenido por cientos de pueblos agropecuarios que crecieron como hongos en nuestra geografía.

Esa composición territorial y poblacional que se proyecta hasta nuestros días, es la base de una provincia diferente, con una estructura social más horizontal. A diferencia de las formas piramidales del NOA y el NEA, Santa Fe cuenta con una extensa clase media trabajadora y lo que es una de sus consecuencias: discretos niveles de educación con los consiguientes márgenes de libertad que otorgan la capacidad de inteligir mejor los procesos y propuestas políticos. Por eso, si bien llama la atención el resultado electoral que reparte en virtuales tres tercios el voto popular en los comicios de la víspera, no sorprende que este fenómeno político se haya producido en la provincia de Santa Fe. Por sus antecedentes educativos y productivos, Santa Fe multiplica sus fuentes de ingresos y amplía de modo efectivo los derechos de opinión y participación que, en la práctica, expresan su diversidad y limitan la dependencia de la ciudadanía de la oferta de trabajo público, realidad que, por contraste, empina el poder de los gobiernos provinciales en la mayor parte de nuestro país.

Pero aquí es diferente, tanto que si bien el Frente Progresista Cívico y Social tiene hasta ahora una luz de ventaja que sus seguidores festejaron anoche con euforia en un local de la ciudad de Rosario, queda claro que la ciudadanía le ha dado el mensaje de que el crédito se acaba si no se revisan distintas políticas que el público juzga deficitarias. Ya no hay cheque en blanco. El capital político acumulado está en juego y, si el escrutinio definitivo confirma a Miguel Liftschitz como gobernador, el nuevo mandatario deberá esmerarse a fondo para conservarlo. Torres del Sel, por su parte, sostuvo lo cosechado en las Paso y protagoniza por segunda vez un final de bandera verde con el oficialismo. Y Omar Perotti, mejora de manera notoria los desempeños del Frente para la Victoria en las dos anteriores elecciones de gobernador. Al igual que sus competidores, el ex intendente de Rafaela, es un hombre racional y abierto al diálogo, notas que se corresponden con la demanda social en este nuevo ciclo que comienza a alumbrar.

En el plano municipal, el radical José Corral es el primer intendente que logra la reelección en tiempos modernos, y con un caudal que respalda con holgura su gestión. Con él, el FPCyS, consolidó las preferencias en la ciudad de Santa Fe, en tanto que Daniela Questa, del mismo partido, hizo lo propio en la vecina Santo Tomé, convirtiéndose en su primera intendente. Y en el sur, en la mayor ciudad de la provincia, Mónica Fein, integrante de este frente por el socialismo, también logró el apoyo ciudadano que le permitirá prolongar en un nuevo período su tarea de intendente de Rosario.

Párrafo aparte merece la performance del actual gobernador Antonio Bonfatti como candidato a primer diputado del FPCyS, ya que fue quien obtuvo el mayor porcentaje de votos del acto eleccionario y ganó todos los departamentos de la provincia. En consecuencia, si se confirma el triunfo de Liftschitz como gobernador, tendrá mayoría propia en la Cámara de Diputados. En el Senado, en cambio, el reparto seguirá como antes, con mayoría peronista y la novedad de Emilio Jatón como senador por el departamento La Capital.

Si se confirma el triunfo de Liftschitz como gobernador, tendrá mayoría propia en la Cámara de Diputados.