ANÉCDOTAS

DE VIAJE VII

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a La Serena)

No sé por qué extraño motivo uno se termina aquerenciando de las cosas, de los lugares y, obviamente, de la gente. Dejar La Serena, primera escala de la gira chilena, no fue sencillo. Ya no más visitas al bar de Cachito Vera (aclaro que pagaba, no iba de “garrón” como muchos mal pensados estarán suponiendo... Bueno, a veces sí) y no más charlas con el sereno del hotel que me hacía el aguante en las prolongadas madrugadas de trabajo para el envío del material. El tipo fue productor de Rial cuando hacía “El periscopio” y estaban casi todos los chimenteros juntos. El hombre contó algunas anécdotas que, como se podrán imaginar, son imposibles de publicarse sin el riesgo de algún juicio o de prisión perpetua directamente.

Me fui de una ciudad que está contenta porque suponen que van a ganar 7 palitos verdes. No sé si estará bien o mal, en todo caso sería una buena pregunta, por ejemplo, para hacerle a nuestro intendente. O revisar los archivos para ver cuánto le dejó la Copa América a Santa Fe, cuando se hizo en el 2011. Con una diferencia: en aquella, Argentina jugó dos partidos en el estadio de Colón. Los serenenses —no sé si está bien dicho— vieron dos veces a Messi como nosotros aquella vez en Santa Fe, pero Messi no es chileno...

El tema de conversación excluyente acá es el “palo” que se pegó Vidal con su Ferrari de 160 millones de pesos chilenos, o sea unos 2 palitos y medio verdes. Borracho y después de haber pasado la tarde en el casino, no se mató porque era una Ferrari... “¡Tanto lío por una borrachera y una tarde a puro escabio!”, piensan la mayoría de los chilenos que no quieren saber nada con que a su ídolo le corten las piernas. “¿Y si les pasara a ustedes con Messi?, ¿qué dirían?”, dicen... Y bueno, ¿cómo se le puede explicar que a Messi jamás le podría pasar una cosa semejante?, porque es profesional y porque dudo que tome... En ese aspecto, el de no consumir alcohol, soy igual a Messi... Ya sé, nadie me cree...

“Esto con Bielsa no pasaba”, cuentan los chilenos, pero les pasa con Sampaoli, que es un discípulo fiel de Bielsa. Y bueno, Jorgito, encerralos, viejo... Tanta desesperación tienen por ganar la Copa América que bien vale un pequeño sacrificio, chiquitito, si apenas son tres semanitas.