La falta de gol nos llevó a una infartante definición por penales...

Sufrimos por culpa de lo que sobra y no aparece

Argentina jugó el mejor partido del torneo ante una Colombia dura y que pegó mucho ante la pasividad de un mal arbitraje. El principal problema es la falta de gol, inadmisible teniendo en cuenta que, supuestamente, es lo que deberíamos tener para regalar.

Sufrimos por culpa de lo que sobra y no aparece

Desequilibrante. Messi pasa entre dos rivales y ya “vuela” sobre la cancha con la mirada fija en el balón. Jugó un muy buen partido que se “empaña” solamente por no haber podido convertir un gol. Foto: EFE

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Viña del Mar, Chile)

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El fútbol se apiadó por una vez. Puso justicia en una lotería como la de los penales, no sin antes hacernos sufrir demasiado. El “culpable” de todo esto fue una Argentina que hizo todo bien, menos convertir el gol que necesitábamos para no terminar como terminamos. Porque además, cuesta hasta entender cómo en este nivel se pueden errar dos penales decisivos tirando la pelota afuera. Y maldigo la hora en que fue Biglia uno de ellos, porque me parece que es uno de esos jugadores sobre los que debe construirse el funcionamiento de la selección: corre, lucha, mete, juega, pica al vacío para sorprender, le da una mano a Mascherano, juega siempre de aceptable para arriba. Pero las cosas suceden y por eso los penales se terminan convirtiendo en una lotería en la que se depende mucho del factor suerte. Pero ganamos. Y jugamos un buen partido, pero exento de contundencia. Y acá es donde uno ve que hay algo que increíblemente no funciona. ¿Por qué le falta gol a la selección cuando tiene, en conjunto, lo mejor que hay en el mundo?, ¿por qué le falta gol a un equipo que junta 146 goles en la temporada entre todos sus delanteros?, ¿por qué Messi no puede rubricar su muy buena actuación haciendo lo que para él es tan natural como caminar?

Valen hacerse estos interrogantes, porque —y en esto se coincide con las expresiones del técnico— hay muchos aspectos del juego que no dependen de una figura colectiva sino que hacen foco en lo individual. Muchas veces se ha dicho que la incidencia del entrenador no es absoluta y que quienes resuelven en la cancha son los jugadores. Entiendo que aseveraciones como éstas son las que encajan en esta parte del análisis. No echemos culpas a Martino por la insólita falta de gol del equipo. Mucho más en un partido como el de ayer, teniendo a un Ospina —el arquero colombiano— convertido en un escollo insalvable (todavía cuesta entender cómo hizo para sacarle el cabezazo a Messi en el primer tiempo).

Hablando de Messi: ¡qué bien jugó! Se bancó el juego fuerte de los colombianos, la marca escalonada que tenía a Arias como primer eslabón pero no era el único. Inteligente para volcarse al centro de la cancha, cada vez que recibió la pelota buscó sacarse la marca de encima y se cansó, sobre todo en el primer tiempo, de habilitar a Di María para dejarlo en una posición propicia para el mano a mano final o el intento que no prosperó de un remate al arco o un centro para la llegada de Agüero y del propio Messi.

Esta vez no anduvo bien el “Kun”, absorbido entre los centrales (seguros y firmes Murillo y Zapata). En cambio, Di María y Pastore tuvieron, por ejemplo, un primer tiempo interesante que puso en jaque la obsesión colombiana de depender tanto de Argentina. Un dato que sirve como revelación: cuando Teo Gutiérrez pidió el cambio, Pekerman no puso un jugador ofensivo sino que metió un mediocampista más. Ya a esa altura, Colombia se estaba llenando de amarillas ante la pasividad y confusión de un árbitro mexicano que dejó bastante que desear y que debió ser más duro con el juego fuerte empleado casi en forma sistemática por el equipo de José.

Me gustó mucho también el trabajo de presión alta que hizo el equipo para recuperar la pelota y para ahogar a Colombia en su propio sector. En esto, los delanteros fueron los primeros en trabajar. Por eso, quizás, la valoración que hizo Martino después del partido, cuando se refirió a de qué manera el comportamiento grupal afuera de la cancha puede incidir en el funcionamiento adentro. También Mascherano y Biglia se comieron la cancha en este rubro y no escatimaron personalidad y presencia cuando el partido se calentó por la pierna fuerte colombiana y la permisividad del árbitro.

Cuando Pastore se apagó (como otros) en el segundo tiempo, entró Banega. Martino vio dos cosas: por un lado, que el cordobés se había quedado y desaparecía del partido; por el otro, que Colombia amagaba con animarse por primera vez (en el primer tiempo no pateó nunca al arco) y que podían pasar cosas que ya sucedieron en los segundos tiempos de los otros encuentros. Porque no caben dudas de que este equipo tiene una merma en el segundo tiempo, por más que se la pueda justificar (es difícil jugar al mismo ritmo los 90 minutos) o disimular (Martino dice que los jugadores le dicen que no hay cansancio físico que condicione el rendimiento).

Fue el mejor partido de Argentina. Hay una idea de juego que no necesita expresarse porque se nota (la de ser ofensivo), pero hay algo que desmejora esa condición y es la falta de definición, de contundencia. Sólo por eso tuvimos que sufrir en los penales con estos colombianos guerreros que contaron con la inestimable colaboración de un flojísimo árbitro. Pero el fútbol, a veces, es justo con los que juegan.

 

síntesis

Argentina 0 (5)

Colombia 0 (4)

Argentina: Sergio Romero; Pablo Zabaleta, Ezequiel Garay, Nicolás Otamendi, Marcos Rojo; Lucas Biglia, Javier Mascherano, Javier Pastore; Lionel Messi, Sergio Agüero y Angel Di María. DT: Gerardo Martino.

Colombia: David Ospina; Camilo Zúñiga, Cristian Zapata, Jeison Murillo, Santiago Arias; Alexander Mejía, Víctor Ibarbo; Juan Cuadrado, James Rodríguez; Teófilo Gutiérrez y Jackson Martínez. DT: Néstor Pekerman.

Cambios: en el primer tiempo, a los 23 minutos, Edwin Cardona (C) por Gutiérrez. En el segundo tiempo, a los 27 minutos, Carlos Tevez (A) por Agüero; a los 28, Radamel Falcao (C) por Martínez; a los 31, Ever Banega (A) por Pastore; a los 40, Luis Muriel (C) por Ibarbo; y a los 41, Ezequiel Lavezzi (A) por Di María.

Definición por penales: Para Colombia anotaron Rodríguez, Falcao, Cuadrado y Cardona, y malograron sus chances Muriel, Zúñiga y Murillo. Asimismo, para Argentina convirtieron Messi, Garay, Banega, Lavezzi y Tevez, en tanto no pudieron aprovechar sus oportunidades Biglia y Rojo.

Estadio: Sausalito, de Viña del Mar. Arbitro: Roberto García, de México.

 

Tevez, Martino y aquel penal en Colón

  • Carlos Tevez le dio el triunfo a Argentina, convirtiendo por fin en la tercera oportunidad que tuvo la selección de abrochar la clasificación en la infartante definición desde el punto del penal. Tevez le pegó bien a la pelota y ahuyentó los fantasmas de aquella noche en la cancha de Colón, en el partido de cuartos de final de la Copa América anterior, cuando Argentina quedó eliminada en la misma definición, ante Uruguay.

“No lo puse a Tevez entre los cinco primeros porque era el que había errado en esa definición de la Copa América anterior y entendí que podía significar una carga para él”, señaló Martino con mucho de sinceridad, porque si bien el hecho existió, estamos hablando de un jugador de gran categoría y experiencia, con un bagaje suficiente de solvencia como para sobreponerse a una situación que pudo resultar estresante para él, pero sólo por un instante. Tevez se confundió en un abrazo con Chiquito Romero apenas marcó el gol que significó la clasificación, esperando la llegada inmediata y eufórica de sus compañeros, que sufrieron de la misma forma en toda la definición desde los doce pasos.

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No iba a entrar nunca. Las imágenes corresponden a tres de las situaciones más claras que tuvo el equipo argentino, pero que fueron bien conjuradas por el excelente arquero Ospina o por el cruce veloz y certero de algún defensor. De no creer... Fotos: EFE

Bajo la lupa

ROMERO (6).- Intervino en un par de ocasiones. Detuvo uno de los penales de la serie, pero luego Rojo no lo aprovechó.

ZABALETA (7).- Cuando tuvo que jugar lo hizo y cuando debió hacerse sentir en la marca también. Buen partido.

GARAY (6).- Tanto en su caso como en el de Otamendi, el “laburo fino” lo tuvieron que hacer en el segundo tiempo. Muy buena ejecución de su penal.

OTAMENDI (6).- Pudo darnos la victoria después de haber conectado un córner. Todavía nos preguntamos cómo hizo Ospina para desviar la pelota, que luego pegó en el palo y no entró.

ROJO (5).- Por momentos aprovechó el lateral, cuando Di María metía alguna diagonal. El mismo temperamento del resto.

BIGLIA (7).- Uno de los puntos altos del equipo. Rueda de auxilio de todos, sacrificado, coherente e inteligente para picar al vacío por sorpresa. Lástima que erró el penal.

MASCHERANO (8).- El juego fuerte de los colombianos lo “sacó” en contra del árbitro, pero metió y peleó cada pelota, administrando muy bien el juego. PASTORE (6).- Muy buen arranque pero se fue quedando en el 2do tiempo. Los colombianos destinaron una marca a presión sobre él, a la que superó.

MESSI (8).- Le faltó el gol para completar una noche al estilo de sus actuaciones en el Barcelona. Le pegaron como nunca y se la bancó. Jugó con coraje, inteligencia y confianza.

AGÜERO (5).- Ospina le negó el gol y hubo una jugada muy dudosa adentro del área que pudo haber sido penalizada. No fue el mismo de los otros partidos.

DI MARÍA (6).- Hizo un primer tiempo para merecer mejor puntaje, pero se cayó en el segundo y no supo terminar las jugadas.

BANEGA (6).- Buscó hacerse de la pelota para depositarla en los pies de algún delantero. Le metió un lindo pase a Tevez.

TEVEZ.- Pudo marcar un gol que nos hubiera evitado ir a los penales. Entró bien y nos dio la victoria en la definición.

LAVEZZI.- Pocos minutos y excelente pero angustiante ejecución del penal.