ENTREVISTA CON MATÍAS BUSTAFÁN
Sonidos en el santuario
- Será el director invitado en el próximo concierto del Coro Polifónico Provincial que tendrá lugar este sábado en el Santuario Nuestra Señora de los Milagros, con entrada libre y gratuita.
Juan Ignacio Novak
El Coro Polifónico Provincial se presentará este sábado a las 20.30 en el Santuario Nuestra Señora de Los Milagros, San Martín y General López, con un programa integrado por obras de Félix Mendelssohn Bartholdy, Edward Elgar y Josef Gabriel Rheinberger. La actividad cuenta con auspicio de El Litoral y Hotel Bertaina, con organización del Gobierno de Santa Fe, a través del Ministerio de Innovación y Cultura y el propio organismo, con colaboración del Colegio Inmaculada.
En este caso, el director invitado será Matías Bustafán, quien integra la cuerda de tenores de la planta permanente del Coro que ahora le toca dirigir, donde también se desempeña como pianista y profesor de audioperceptiva y repertorio. De todos modos ya tiene experiencia: será la cuarta vez que desempeñará esta función.
Bustafán, oriundo de Victoria, Entre Ríos, se inició en los estudios musicales a los 5 años con su abuela. En su carrera tuvo la oportunidad de formarse en Dirección Orquestal con el maestro Reinaldo Zemba en el Instituto Superior de Música de la UNL. Una persona clave en su formación personal. “El trabajo con el maestro Zemba fue un acercamiento no sólo a la orquesta como instrumento sino a la música en general. Era muy sanguíneo, comprometido con la música. Siempre lo defino como un hombre que respiraba música”, explicó Bustafán.
“Todo el concierto está estructurado para doble coro. El mismo se divide en dos para abordar un repertorio donde la característica es de dos semicoros enfrentados para dar una sensación de música en estéreo, un coro contesta a otro. Es algo muy interesante. Salirnos del coro tradicional parado adelante, abordar un repertorio que tenga esa característica”, indicó.
En relación al repertorio, aseguró que mucho tiene que ver su “afinidad con ese tipo de música del período romántico”. “Cada director tiene delimitado su perfil y una leve afinidad por cierto tipo de música. Yo cuento con la ventaja de ser integrante del coro y conocer los recursos de mis compañeros. Y saber aprovechar el potencial que cada uno tiene. Me gusta la sonoridad del coro en ese tipo de obras. Y también en el ámbito que elegimos para el concierto, que es una iglesia, donde la acústica termina de redondear ese concepto que yo aplico al elegir el repertorio”, afirmó.
También puso de relieve que “este concierto tiene la característica de que es completamente a capella, no hay instrumentos intervinientes. Eso también le implica al coro otro tipo de trabajo. Otra forma de abordar el estudio”.
—El Coro posee muchos recursos para abordar ese tipo de repertorio.
—Sí. Incluso con el maestro Sergio Siminovich hemos hecho una obra a cuarenta voces reales. Donde la voz de cada persona es única, entonces son cuarenta integrantes del coro cantando cuarenta cosas distintas. Ésa es la ductilidad característica del Polifónico, que permite abordar una gama de repertorio sumamente amplia. No olvidemos que es un coro profesional, el único que tiene la provincia. A uno como director le abre una paleta de posibilidades; uno se puede dar el gusto de dirigir prácticamente lo que quiera.
—¿Te inclinás más por espacios como las iglesias o preferís otros ámbitos?
—Depende del repertorio que se aborde. Hay obras que están escritas para ser cantadas en un ámbito así. No quita que lo puedas hacer en el teatro o en cualquier otro lugar. Pero pierde cierta cosa inherente a ese tipo de escritura y a esas características vocales. A mí me gusta particularmente la acústica de esa iglesia. El Santuario de Nuestra Señora de los Milagros es intermedio. No es Santo Domingo, que es muy reverberante, ni el Convento de San Francisco, que es bastante más seco. El teatro tiene otra magia, desde que entrás. Este repertorio se podría haber hecho en el teatro, pero le quitás cierto encanto y cierta característica propia que tiene el cantar en una iglesia música compuesta para hacer en una iglesia.
—Hay como una mayor fidelidad a la obra.
—Hay una corriente que intenta resguardar el repertorio desde ese lugar, hacerlo lo más fielmente posible en base a fuentes historiográficas y musicológicas que dan una pista de cómo se hacía esa música en esa época. Uno elige adherirse o no a esa corriente. Por supuesto, cada director intenta acercarse al ideal que tiene en su cabeza de la obra, ya sea desde el punto de vista instrumental, desde el punto de vista de la acústica, depende del repertorio y de los recursos con los que se cuenta.
Matías Bustafán integra la cuerda de tenores de la planta permanente del Coro. Foto: Flavio Raina
Producción EL LITORAL argentino ®
Autores y obras
- El repertorio estará conformado por las siguientes obras: de Félix Mendelssohn Bartholdy (1809-1847): Tres Salmos Op. 78 (para doble coro a capella). Nº 1 Warum toben die Heiden (Salmo 2: ¿Por qué se amotinan las naciones...?). Nº 2. Richte mich, Gott (Salmo 43: Júzgame Señor...). Nº 3 Mein Gott, warum hasr du mich verlassen? (Salmo 22: Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?). De Edward Elgar (1857-1934): Luz Aeterna. Versión coral de John Cameron sobre “Nimrod”, de las “Variaciones Enigma”. Y de Josef Gabriel Rheinberger (1839-1901): Cantus Missae, Op. 109 (para doble coro a capella).
