Ganó el PRO pero por una exigua diferencia

Sorpresa e interrogantes tras el balotaje en Capital Federal

Horacio Rodríguez Larreta se despegó de Martín Lousteau por 3 puntos, cuando las encuestas vaticinaban entre 8 y 10. Aníbal Fernández, Daniel Scioli y José Manuel de la Sota consideraron que el resultado debilita la carrera presidencial de Macri, quien a pesar de todo, anoche lanzó su candidatura.

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Mauricio Macri levanta la mano de Rodríguez Larreta, anoche, en el búnker del PRO. Foto: DyN

 

DyN - De la redacción de El Litoral

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Los resultados de la segunda vuelta porteña dibujaron un nuevo escenario político-electoral en el país. Los cerca de tres puntos que separaron a Horacio Rodríguez Larreta (PRO) de su rival, el economista Martín Lousteau (ECO), opacaron los festejos que el macrismo tenía previsto realizar e hicieron que la espera de los resultados del balotaje de la ciudad de Buenos Aires fuera para militantes y asesores un largo trance de preocupación y caras largas. No alcanzó con la banda de sonido a niveles altísimos durante toda la noche para levantar el ánimo durante el lapso entre las 18, cuando cerraron las urnas, hasta pasadas las 20, cuando subió al escenario Rodríguez Larreta, para “calmar” a su gente y asegurar que el triunfo porteño estaba garantizado. Tampoco fue suficiente el pedido de interacción a través de las redes sociales para proyectar en una pantalla gigante fotos de los fanáticos PRO, ya que los únicos que participaron fueron funcionarios y asesores. Recién con la salida de Rodríguez Larreta al escenario, acompañado por su mujer y una de sus hijas, aparecieron los festejos más efusivos. Al electo jefe de Gobierno se le sumó su compañero de fórmula, Diego Santilli, que también agradeció a su familia y a Macri.

Cambio de discurso

La paridad entre Rodríguez Larreta y Lousteau trastrocó los planes y la organización en el búnker macrista. Lousteau le ganó al PRO en 9 de las 15 comunas porteñas. Por eso, Macri habló mucho más tarde de lo previsto, con un discurso que debió ajustarse a las nuevas circunstancias. Habló como candidato a presidente, pero con líneas argumentales que parecían despegarse de la matriz PRO para acercarse más bien a la del kirchnerismo. Así fue que habló de “mantener en la órbita del Estado” tanto a YPF como a Aerolíneas Argentinas, y las jubilaciones en manos de la Anses. Esta mañana, volvió a hablar públicamente Rodríguez Larreta. “Estamos muy contentos con el triunfo; es un golazo -aseguró-. Estamos súper contentos de poder seguir laborando cuatro años más en la ciudad”. Sin embargo, su aparición pública fue sin Macri a su lado porque “Mauricio está plenamente abocado a la campaña presidencial”, justificó.

Repercusiones

La “hazaña” de Lousteau fue posible gracias a los votos del Frente para la Victoria, que visiblemente favorecieron su candidatura. Pero a pesar de las lecturas finas sobre la procedencia de ese voto, la escueta diferencia que obtuvo el candidato del PRO generó una usina de repercusiones, casi todas coincidentes en que este resultado debilita la precandidatura presidencial de Mauricio Macri.

Esta mañana, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró que el exiguo margen a su favor implica, en realidad, que “el PRO perdió la elección, lisa y llanamente”. Y cuestionó el cambio de discurso de Macri sobre algunas iniciativas del gobierno. “En el kirchnerismo, no nos travestimos en pos de un resultado electoral”, advirtió. Fernández acotó que con el resultado de la segunda vuelta de ayer, “no hay una sola provincia ni ciudad autónoma donde puedan decir que (el PRO) es una fuerza que gobierna. ¿Con qué va a competir (Mauricio Macri) en la candidatura a presidente? -chicaneó-. No ganó nada, no ganó en Salta, en Santa Fe, en Chaco, en Córdoba... En Mendoza no compitió. No ganó absolutamente nada”, sentenció.

También Daniel Scioli se sumó a las críticas. El precandidato presidencial por el Frente para la Victoria aseguró que el resultado de ayer dejó “un sabor amargo en el PRO”, y al igual que Fernández, sostuvo que “lo que más sorprendió fueron las contradicciones” en el discurso Macri.

Por su parte, el gobernador cordobés y precandidato presidencial por el frente Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), José Manuel de la Sota, dijo que con el resultado del balotaje porteño “las aspiraciones presidenciales de Macri han quedado muy machucadas”. “Hace 15 días -recordó- dije que Macri iba a enfrentar un balotaje incierto y complicado. Macri perdió en Santa Fe y Córdoba, y ahora tiene una derrota moral en su propio distrito electoral, que es el cuarto en la Argentina”, expresó.

Quien se diferenció por su lectura fue el titular de la UCR y precandidato presidencial Ernesto Sanz. A su criterio, el resultado de ayer no perjudica a Macri; en cambio, sostuvo que “el perdedor nato en el comicio porteño fue el gobierno nacional, que vio esto desde afuera”.

Una oposición “constructiva”

  • Martín Lousteau reconoció anoche la victoria del PRO y no sólo le expresó sus “mejores deseos para los próximos cuatro años”, también le prometió una oposición constructiva. “Vamos a ser, como lo hemos sido siempre y a lo largo de toda la campaña, una oposición constructiva, que sepa proponer, que discuta cuáles son las prioridades”, enfatizó. El dirigente sostuvo que ECO “se ha transformado en la segunda fuerza de la ciudad, ya que gana en nueve de las 15 comunas”, planteó.

El ex ministro de Economía dijo que “Argentina no cambia porque cambiemos un gobernante; Argentina cambia si en los próximos cuatro años tenemos los compromisos correctos, las prioridades correctas, y si recuperamos la decencia. A unos, la ciudadanía les da la responsabilidad de ser oficialismo; a otros, la enorme responsabilidad de ser oposición”, manifestó.

“No creemos en las polarizaciones artificiales y caprichosas -acotó-; la diversidad de opiniones y el respeto a esas opiniones son la mejor forma de contribuir a la democracia. Eso es lo que fue y lo que es ECO”, concluyó.

Encuestadoras

  • La diputada provincial Alejandra Vucasovich (PRO) evitó traspolar el resultado de ayer a la elección presidencial. Consideró que la ajustada diferencia a favor de Rodríguez Larreta no implica un debilitamiento de la candidatura de Mauricio Macri, y fustigó el trabajo de las encuestas. “El problema que estamos teniendo son las encuestas que no están acertando ningún guarismo”, disparó. La mayoría de los relevamientos daba cuenta de un triunfo del PRO pero por entre ocho y diez puntos.