Faltan once fechas y es mucho pero...

Colón juega a la ruleta rusa con el descenso

El equipo hace siete fechas que no gana y quedó entre los cuatro últimos promedios cuando descienden dos. Lo peor para un técnico nuevo como Darío Franco: no arrancar derecho.

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Quedó regalado

Parece increíble que este penal a la carrera de Vera no hubiera terminado en gol de Independiente, aunque esta vez el responsable fue “Fatura” Broun con una doble tapada fenomenal. Así como el equipo quedó al límite en esta jugada, Colón está arriesgando demasiado en la zona de los promedios del descenso. Menos mal que Crucero se dejó empatar un partido increíble. Foto: Mauricio Garin

 

Darío Pignata

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Los colonistas que están “curtidos” con los años duros en las canchas de la “B” en los ‘80 gritaron ayer el gol de Huracán en Misiones que puso el 3-3 tanto o más que lo que gritaron sus padres el del “Ploto” Gómez al Santos de Pelé. Es que la victoria que estaba consiguiendo Crucero del Norte —ganaba 3 a 0 y se lo empató al final 3-3 el “Globo” de Parque Patricios— lo dejaba a Colón a dos puntos del descenso. Ahora, con Chicago condenado, el “Negro” quedó a cuatro del “Colectivero” (14) y fue alcanzado por Huracán (18).

Un club de fútbol, éste es pasional como pocos, siempre tiene cuatro columnas para construir su respetar su historia, construir su presente y soñar su futuro: 1) Los dirigentes; 2) El cuerpo técnico; 3) Los jugadores; 4) La gloriosa gente.

Quedan 11 fechas por jugar de acá hasta el final y hace siete partidos que Colón no gana. Por ahora, el cambio de entrenador al que echan mano todos los clubes no generó con Darío Franco en Colón el famoso “cambio de aire” que siempre buscan los dirigentes en el fútbol argentino: sacó un punto de doce y no logra ganar.

Ahora bien, parados en este punto, hay que coincidir en algo: el diagnóstico a futuro es —como mínimo— preocupante. Como siempre digo, se puede ser pesimista u optimista. Prefiero ser realista, pero aún parado en esta “Terza Vía”, hay que hablar de un momento muy complicado. No sólo por los cuatro puntos que lo separan del descenso sino porque no es bueno lo que anuncia el Servicio Meteorológico y Futbolístico para las próximas fechas: es casi un hecho el frente de tormenta.

Lo que más me alarma de esta situación es que, lejos de salir a comprar paraguas, algunos siguen pensando en el bronceador. “Cuando cobremos lo de Luque en FIFA, se venda la parte de Meli y lo otro de Alario, estaremos en condiciones de armar un equipazo”, se escucha de J.J. Paso para adentro. Sería aconsejable generar ingresos ahora para traer un buen defensor en lugar de Landa antes que pensar en volver al Colón del “Gitano” del ‘75.

Ese es el principal problema que hoy, con 25 años de periodismo, advierto para este momento de Colón: los dirigentes, el técnico, los jugadores y parte de la gente no parece darse cuenta de lo peligroso que es volver a jugar a la ruleta rusa con el descenso. Por las dudas, con buscar en “Youtube.com” Colón/Rafaela/Rosario alcanza y sobra.

En varios capítulos de los últimos días, Colón parece repetir la historia del Titanic “germano”: mientras el barco más famoso del mundo se hundía, el violinista británico Wallace Hartley con sus siete músicos seguía tocando para que bailen. Ojalá me equivoque, por el bien de Colón: pienso que no se dan ideas dónde están parados.

Arranco por los dirigentes de esta ya desgastada directiva: como mínimo es desprolijo que —en una misma semana— el presidente diga que quiere modificar el estatuto para achicar la gobernabilidad a sólo dos años de mandato y otro integrante de directiva (que está todo el día a su lado) diga que se quieren quedar hasta el final de mandato (diciembre de 2017). Para ser generoso: impresentable.

Al entrenador lo quiero enmarcar en una idea: Bielsa hubo, hay y habrá uno solo. Puede haber buenas copias, como Diego Osella. Hoy Colón no tiene margen para avalar frases como “voy a morir con la mía”, porque la posible “muerte” —en términos de fútbol, claro está— de Darío Franco puede ser la terapia intensiva para Colón.

A Colón no le sobra nada: hace siete que no gana, por un lado. Por el otro, avisando que voy a sacar a Nueva Chicago que está condenado de cualquier análisis:

— Está entre el lote de equipos que menos ganó en la temporada con apenas tres triunfos (Colón, Rafaela, Crucero del Norte y Arsenal)

— Está entre el lote de equipos que menos gol tiene en 19 fechas: Arsenal 13, Temperley 14 y Colón junto a Argentinos 16.

— Está, claramente, en el podio de equipos que mayor cantidad de jugadores utilizó y que más jugadores lesionados arrastra en la temporada.

Ojalá, por el bien de Colón, estas dos semanas antes de ir a Mar del Plata para enfrentar a Aldosivi le orden las ideas al entrenador y movilicen a los jugadores.

Con un plantel limitado en riqueza técnica, con jugadores “exiliados” que cobran sueldos para dar la vuelta del perro en la plaza y con las lesiones —tercer desgarro de Clemente— dando vueltas en la esquina, lo único que le falta a Colón es tener cortocircuitos.

“No creo que el problema sea jugar con tres delanteros, lo que creo es que el nivel de los tres no es el que deseamos”, explicó Franco para que lo escuche todo el mundo en rueda de prensa. La frase tiene, desde el análisis futbolístico, una honestidad brutal. Ahora bien, para los famosos “códigos” que manejan los muchachos, la pregunta es: ¿sirve para la salud del vestuario hacerla pública?.

Así vive Colón por estas horas. La gente, de a poco, va perdiendo la paciencia y el abanico que se abre con los silbidos a los jugadores —dicho sea de paso, buen refuerzo el paraguayo en el fondo— es tan amplio que el entrenador y los dirigentes tampoco escapan a la hora de los reclamos.

Uno de los referentes históricos de la vida política de Colón, el Dr. Gustavo Abraham, descargó su bronca en las redes sociales: “El Sr. Godano manifestó que es su intención llamar a Asamblea “solamente” para reducir el mandato y renunciar. Le digo con todo el respeto que merece que no pierda más tiempo, que si van a renunciar lo hagan cuanto antes; no es necesaria ninguna asamblea, así al menos dejan que quienes asuman (espero esta vez si seamos nosotros) tengan el tiempo suficiente para diagramar seriamente el año venidero, ya que nos van a dejar muy complicados con el tema descenso”.

Quedan dos semanas para preparar, todos juntos, la batalla del mar contra Aldosivi. El hincha espera una sola cosa de los dirigentes, del cuerpo técnico y de los jugadores: ¡que reaccionen de una vez por todas!. Que alguien grite, que alguien se enoje, que alguien le pegue un puñete a la mesa levantando la voz. Si así no fuera, parece que les da lo mismo.

El socio más viejo, de tantas batallas en las canchas dura de la “B”, se la ve venir. Es por eso que uno pide que hagan algo por Colón. A esta altura no es aconsejable jugar a la ruleta rusa con el descenso. Nadie queda con vida si se pega solito un tiro en la sien.

Colón “sufre” tres desgarros de Clemente, tiene al “Mago” Ramírez parado con sus cuestiones físicas/futbolísticas, Eguren ya rescindió y Ledesma no marca diferencias. Aun así, con estos resultados de gente “grande”, se piensa en traer un defensor de 32 años.

Mientras Colón hace un largo tiempo que espera cobrar los 800.000 dólares del pase de Carlos Martín Luque vía FIFA, ahora el Inter de Porto Alegre arregla la salida y lo manda a jugar a Peñarol de Montevideo. ¿Y Colón?.