Santo Tomé

Robo a un local de ropa deportiva

Delincuentes desvalijaron en la madrugada del domingo un local ubicado en avenida Luján al 4500. “Nos robaron muchísima ropa”, dijo un empleado y reconoció que “la policía vino rápido pero no pudo capturarlos”.

Agencia Santo Tomé

“Ocurrió el domingo como a las cuatro de la mañana. Nos llamó por teléfono el muchacho que nos alquila el local. Vino mi compañero y se encontró con que le habían arrancado la reja y forzado el blíndex hasta romperlo. Arrancaron dos de los tres percheros que hay en el local, con camperas y demás prendas. Hicieron todo rápido porque empezó a sonar la alarma. Se llevaron todo lo que pudieron. Quedó algo de ropa, pero poca. También se llevaron seis pares de zapatillas, todas las camperas que estaban colgadas y demás indumentaria deportiva. Además todo lo que estaba en vidriera, que era bastante. Camisetas deportivas también”, cuenta Máximo, empleado de Valentino Ropa Deportiva a la hora de hacer el recuento.

Recordó luego que “hace cuatro meses que estamos acá. Es la primera vez que nos pasa... pero mirá cómo fueron las cosas: el sábado a la tarde le roban en la agencia de quiniela que está acá al lado. A la tarde la apuntan con un arma a la dueña y le roban la plata. Y a la noche nos tocó a nosotros”.

Máximo contó a El Litoral que “vivo a unas cuadras de acá, y el otro muchacho en el barrio Zazpe, y tuvimos que venir para acá. Ahora fuimos a una metalúrgica para hacer una puerta porque el blíndex es muy caro, y nosotros estamos recién empezando y nos cuesta muchísimo. Creemos que tienen que haber sido varias personas con algún vehículo. Si bien vino la policía rápido, no pudieron capturarlos.

Esta situación es bastante común en este barrio, tanto en estas cuadras de Luján como en las cuadras cercanas y demás partes de esta zona”, remarcó.

Robo de monedas

Fernando Héctor Ferrarini vive en Santo Tomé y tiene un hobby, coleccionar monedas. Tenía cinco de la Argentina de oro y plata. Las tenía hasta el sábado cuando decidió ir a almorzar a lo de su madre que vive en Santa Fe y cuando regresó a su hogar los vecinos le advirtieron que había dejado la puerta abierta. Los amigos de lo ajeno habían hecho de lo suyo en la vivienda de Maciá 3777 de Santo Tomé.

Ferrarini cuenta a El Litoral que “salí el sábado al mediodía a lo de mi madre y cuando llego me dicen los vecinos que había dejado la puerta abierta. Les respondí que yo no. Mandé a llamar a un policía que es el dueño de la casa donde vivo... al rato vino mi hermana... La puerta había sido abierta a patadas, las ventanas dobladas y los candados cortados... en la casa estaba todo revuelto. La caja con las monedas las tenía guardadas. Además de eso me llevaron máquinas y herramientas, del tipo cortadora de yuyos, entre otras cosas. Para colmo algunas cosas eran prestadas. También me llevaron plata en efectivo, una suma considerable. Eran mis ahorros”, se lamenta.

“La colección de monedas era algo muy mío... tenía cinco moneda. Hace años que las venía coleccionando. Cuando podía comprar lo hacía. Eran monedas de oro y de plata. Son las de la República Argentina que vienen para coleccionistas. Son nacionales. Son monedas especiales de colección. Cuando yo las compré -hace varios años atrás- salieron uno 600 pesos, ahora no sé cuánto saldrán, pero tenían su valor económico y emocional porque es un hobby importante para mí”.

Finalmente el hobbista señaló que “no sé si sabían que tenía eso... para mí fue un robo al boleo. Está pasando seguido en este barrio. Son robos típicos: esperan a que te vayas, paran en moto, te patean la puerta y te entran a robar. Acá a la vuelta paso hace poco menos de un mes. Ahora lo que voy a hacer es reforzar la puerta y ya cambié el candado”.