Sí, es Juan María Traverso...

“Nos podemos caer al agua...”

El pluricampeón de distintas categorías fue el primero en triunfar en la llegada del TC 2000 a Santa Fe. Fue un 21 de julio de 1985, cuando se disputó la competencia en el circuito callejero del Parque del Sur, el que bordea el lago. Se están cumpliendo 30 años de aquella memorable victoria y el principal protagonista cuenta una y mil anécdotas de esa singular carrera.

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Festejos.

Traverso, casi siempre en lo más alto del podio (en la toma, junto a Miguel Ángel Guerra y Ernesto “Tito” Bessone).

Foto: Archivo El Litoral

 

Daniel Monticelli

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Es un ídolo que ya hace una década se retiró del automovilismo deportivo. Fue campeón (reincidente) con casi todos los autos que manejó: 7 títulos en el TC 2000, 6 en TC, 3 en Top Race, avalan una trayectoria que lo encumbran uno de los mejores pilotos de todos los tiempos (es el que más títulos ha conseguido en diversas divisionales). Corrió internacionalmente en la Fórmula 2 Europea y en el Italiano de Velocidad y Turismo, en Rally, en el Club Argentino de Pilotos, entre tantas. Sí, es Juan María Traverso.

Con este excelente ex piloto de 64 años no hay término medio que exista. Por su manera de ser, pensar y decir las cosas que dijo (dice), se lo toma o se lo deja. Con él las ambigüedades o grises hay que dejarlos de lado.

Justo el “Flaco”—hoy presidente de la Asociación Argentina de Volantes (la AAV, que cuenta con más de 14 mil socios), es asesor deportivo del Gobierno de San Luis y de la marca Peugeot— fue el que puso primera en esta apasionante historia del automovilismo en el callejero de Santa Fe.

El pasado 21 de julio se cumplieron treinta años de la primera vez que el TC 2000 llegó a nuestra capital, para prácticamente quedarse y ya ser una marca registrada en la idiosincrasia de los santafesinos.

Por las dudas aclaramos que se corrió entre 1985-1987 y luego en 1990. Después hubo un prolongado paréntesis de 15 años y volvió a disputarse en 2006 y 2007 en ese mismo escenario que circunda el Lago del Parque. Ya para 2008 se lo trasladó a su enclave actual, el de las avenidas Alem y 27 de Febrero.

Tenemos una relación bastante estrecha con Traverso, de amistad se diría. Porque en momentos “calientes” de la propia actividad, discutimos, nos tratamos mal y bien, pero siempre de igual a igual y por sobre todas las cosas con mutuo respeto. A eso él lo valora y mucho.

“Dejémonos de pavadas y hablemos en serio”, disparó ni bien nos vimos para esta entrevista. “La verdad es que fue una experiencia nueva para todos, porque el circuito aquel no era fácil ¡Qué va a ser fácil!”, recordó hasta con cierta emoción.

“Mirá, hay tantas anécdotas que van surgiendo de aquella primera vez que fuimos a correr al callejero de Santa Fe con el TC 2000, que te cuento sólo algunas, tomá nota” (sonrió). “Lo primero que se me viene a la cabeza es: estar todos sentados en la reunión de pilotos y que discutíamos sobre una cosa y la otra. Hubo alguno que manifestaba: ‘Nos podemos caer al agua’ y lo decía en serio... Podés creer”.

“‘¿Y qué vamos a hacer?’, preguntaba otro. Entonces escuchaba cada p... que no aguanté más y les dije: ‘¿Sabés que podemos hacer? Nos podemos poner un traje de buzo táctico y corremos así...’” (risas).

“‘No, Flaco -me insistían-, en serio, tenemos que hacer algo para no llegar hasta el agua y que esto y que lo otro’. Hasta saltó un b... que no me acuerdo quién era y dijo ‘¡Yo no sé nadar!’. ‘Ah bueno -le dije-, hacé una cosa, no corrás’. Claro, que querés hacerle. No, en serio había algunos que estaban cag... ‘Dejensé de joder -les recriminaba yo-, qué querés hacerle. Acá estamos y vamos a correr’”.

—Flaco, hablemos del auto ¡Qué bien sonaba ese Renault 18!

—Y qué querés si lo había hecho el “Mago” (Oreste Santiago Francisco Berta). Y todos saben cómo es Berta, un genio. Ves, cada cosa que hablamos sale otra y así. A ese auto Oreste lo terminó en “La Fortaleza” cerca del mediodía y yo quería saber sí o sí cómo andaba. Al rato fui al (Oscar) Cabalén —circuito que queda muy cerca de la empresa de Berta en Alta Gracia—. Y claro, qué querés. Fijate vos que en la cuarta vuelta, ya había hecho el récord del trazado. Llegué a los boxes y le dije: “Oreste, con este vamos a ganar rápido”. Y bueno se dio en Santa Fe —recuerda y sonríe como diciendo que era “un caño”—. Al Renault 18 lo tengo yo; está guardado en el museo de Ramallo (donde nació).

—En ese momento recuerdo que fue una apuesta fuerte, porque vos era piloto de Ford. ¿Qué pasó que se te dio por irte a Renault?

—Pasó que me fui a correr en la Fórmula 2 Europea, después volví porque mi viejo me lo pidió por la empresa familiar. Además, al año siguiente (1980), los iban a echar del Turismo Carretera, como así sucedió. Entonces el presidente de la compañía de ese momento me dijo: “Para el año que viene no tenemos ninguna categoría dónde ir. Pensá algo y nosotros te esperamos...”. Bueno, después cuando volví, corrí algunas carreras con una cupé Taunus. Pero había un quilombo bárbaro entre los preparadores de la marca, en los equipos, me fui a la m... Y armé el Renault 18 solo.

—¿Pero alguien te dio el envión para hacer algo, porque en ese momento era muy loco?

—Hablé con Carlos Mura sobre el proyecto, que era el concesionario Renault de San Nicolás y me dijo: “Flaco, dale para adelante”. Aparte quizás la gente no lo sabe, pero al ser un proyecto totalmente privado, hicimos rifas, peñas, de todo para poder bancarnos. Bueno, producto de ese auto nació el equipo oficial Renault, porque los directivos de la marca comenzaron a ver el rédito que era intervenir en una categoría como el TC 2000 y así nació el equipo oficial con las cupé Fuego.

—¿Qué te acordás de la carrera de Santa Fe del ‘85?

—Sabés que no soy de mentir; entonces fueron tantas carreras, que por ahí algo se me olvida. Pero me acuerdo que Gayraud había hecho la pole (con la Sierra XR4, preparación de José Miguel Herceg) y que el “Chino” Rodríguez Canedo venía ganándola hasta faltando dos vueltas en que se quedó sin nafta y ahí lo pude pasar. Además fue una carrera bárbara, se manejaron todo, nadie regaló nada. Fue espectacular y había un mundo de gente.

—¿Era muy difícil, sobre todo en la parte física?

—Y sí. Lo que sí me acuerdo es que terminé muerto. Bah, todos terminábamos muertos físicamente. Sabés que pasaba que eran autos muy difíciles de llevar. La cubierta era bastante angosta, con muy poca o nada de carga aerodinámica. Era bravo, le pegábamos con todo a los cordones. Había que darle al guardarraíl, medio se iba de cola y acomodarlo con el volante para que salgan los tiempos. Además, si en algunos lados le errabas al circuito te ibas al agua... (risas).

—¿Qué circuito te gusta más, el del Parque o el actual?

—Y la verdad que aunque a muchos no les guste lo que voy a decir, debo admitir definitivamente que era mucho más lindo el del Parque del Sur para manejar. Pero bueno, tené en cuenta algo que es muy importante y que por eso hay que saber ver algunas cosas antes de opinar: si no se hubiese cambiado el lugar del circuito, no se podría haber hecho la carrera nocturna.

—¿Qué dejás como mensaje para todos los santafesinos?

—Qué disfruten, que tiene un espectáculo bárbaro, que es de ustedes. Esa carrera nocturna está muy buena, al igual que la de día. Yo voy a ir a acompañarlos en esta gran fiesta. Es posible que ya el viernes esté en Santa Fe. Así que espero saludarlos a todos.

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Vencedor.

En los autos a los que se subió, por su estilo de manejo, siempre se destacó.

Foto: Agencia DyN

 
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¡Ganó!

21 de julio de 1985, banderazo para Juan María Traverso. De esa forma entró en la historia grande del TC 2000 en los callejeros de Santa Fe. Fue el primer ganador en nuestra capital.

Foto: Archivo El Litoral

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Múltiples.

Son las ocupaciones en la actualidad de Traverso. Es presidente de la Asociación Argentina de Volantes (AAV), asesor del Gobierno de San Luis y de la parte deportiva de Peugeot. Foto: Archivo El Litoral

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Aquí.

En la edición de 2007, el “Flaco” Traverso trajo el auto con el que triunfó en la primera edición. Al Renault 18 lo tiene en Ramallo.

Foto: Luis Cetraro

“El sábado tuvimos que parar la clasificación. Se alzó a una novia para que traspase los guardarraíles y pudiera llegar a la Iglesia de San Francisco, que quedaba dentro del circuito—, para poder casarse. Una cosa de locos...”.

Juan María Traverso

Primer ganador del TC 2000 en Santa Fe