el invitado

Anarquía en políticas agrícolas

Daniel Miralles

Docente e investigador de la FAUBA

En el caso particular de los cultivos invernales en los últimos 10 años, en la Argentina hemos transitado el camino inverso a la producción planificada, sustentable y racional que permita no sólo intensificar la producción por unidad de área, sino preservar los recursos para poder sostener los niveles de producción y de calidad de dicha producción.

La reducción de cultivos invernales clave en los sistemas de rotación, incentivando el monocultivo, la pérdida de suelos productivos, la reducción en la calidad de los productos cosechados que impiden acceder a mercados más demandantes y con precios mayores, la distorsión entre la oferta y la demanda, obedecen a falta de políticas estructurales que deben ser concensuadas entre el Estado y los actores del medio productivo.

Sólo por tomar algunos ejemplos, en países como Australia, donde el impacto de la producción primaria y la manufactura derivada de dicha producción representa un importante aporte al PBI, las políticas agropecuarias se discuten a mediano y largo plazo.

En la Argentina, donde el 25% del monto total de las exportaciones corresponden a productos primarios y donde la suma de las exportaciones de los productos primarios y la elaboración de dichos productos representa el 57% del total del monto exportado a nivel país, no se discuten en profundidad cuáles serán las políticas que regirán los esquemas de producción en función de las demandas del mundo y de la oferta que puede cubrir la Argentina. En resumen, un país a la deriva a la hora de diseñar estrategias globales agrícolas para incrementar los ingresos por exportaciones provenientes del agro.