Colón no repitió lo del clásico, pero no jugó mal y mereció otro resultado...

Más de lo mismo y con poca fortuna

El equipo volvió a hacer notar algunas de sus carencias y limitaciones, pero el resultado fue injusto. Ninguno de los que tenían cuatro amarillas se hizo amonestar y llegan todos colgados al partido previo al clásico.

Más de lo mismo y  con poca fortuna

La imagen de la derrota personificada en el “Flaco” Germán Conti, como siempre, uno de los jugadores que se rescatan en Colón. Fue después del pitazo final de Loustau. Foto: Matías Nápoli

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

El análisis “micro” apunta a la injusticia del resultado; el análisis “macro” a las ya remanidas limitaciones de un plantel de poca jerarquía que nunca pudo despegar. Si la evaluación apunta a los 90 minutos de anoche, Colón no jugó un mal partido (hubo peores) y no mereció perder. Si lo contextualizamos dentro de una campaña, se llegará a la conclusión que es un eslabón más de una actuación que supo de sobradas carencias, muy poco virtuosa (casi nada diría) y que, menos mal, apareció en un torneo en el que, como se dijo al principio, había que ser muy malo para descender. Los muy malos son Crucero del Norte y Nueva Chicago, que apenas cosecharon 14 puntos sobre 75: con el 18 por ciento de eficacia no sólo está muy bien que se vayan al descenso, sino también que hayan colaborado para que los equipos de mala campaña (Colón es uno de ellos) puedan mantenerse en la categoría.

Colón no mereció perder el partido. Ahora, si no mereció perderlo, ¿por qué perdió?. Primero, porque Quilmes hizo lo más importante en el fútbol (el gol). Y segundo, porque Colón no supo aprovechar las situaciones —que las tuvo— para concretar en la red y ponerle justicia a un trámite que no le fue desfavorable en líneas generales.

La gran pregunta es para Franco: ¿por qué sacó a Vegetti?. No llevó un delantero de similares características al banco, sacó al “9” en un partido en el que había asumido la iniciativa en el segundo tiempo, que necesitaba empatar y que, seguramente, iba a terminar tirando centros. Este Vegetti no es irremplazable, pero siempre y cuándo haya uno que en un partido que se planteaba de esa forma, pudiese estar metido adentro del área y con posibilidades de ganarle el duelo a los marcadores rivales. ¿Qué había llevado al banco?, a Romero y a Villarruel, jugadores distintos en cuanto a las características, que no son “9” de área y que podrían haber servido si el partido se planteaba para el contragolpe (o sea, empatando o ganando, pero no tanto perdiendo).

No se lo discute a Franco por no haber sumado delanteros, porque terminó jugando con un enganche y tres puntas (Romero, Villarruel y Guanca jugando en los últimos 30 metros de la cancha). Se le discute la decisión de sacar a Vegetti sin tener la posibilidad de reemplazarlo por uno igual a él, como podría haber sido Belinetz o Cristian García. Pero ninguno de ellos viajó.

Quilmes tuvo más la pelota en el primer tiempo pero sin marcar una superioridad manifiesta en el trámite. Se adelantó al principio, pero Colón lo contragolpeó con chances (un precioso pase de Alan Ruiz a Sperduti pudo terminar en gol cuando el partido estaba 0 a 0 y un córner cabeceado por Benegas que atajó en gran forma Benítez, fue la otra jugada clara de peligro). El sector de Saín, a raíz de las permanentes subidas de Scifo y la poca colaboración de Guanca, fue el motivo de preocupación defensiva para Franco. Sin embargo, Quilmes jamás se lo llevó por delante a Colón y marcó la diferencia por el simple hecho de aprovechar una ocasión de gol.

Colón tuvo la iniciativa en el segundo tiempo, pero le faltó claridad y precisión a la hora de terminar las jugadas. Ledesma debió haber entrado antes y no faltando poco menos de 20 minutos. Eso le hubiese quitado un poco de presión a Alan Ruiz, a quien lo buscaron mucho pero lo marcaron más. Y lo ya apuntado de la decisión de sacar a Vegetti, cuando el equipo necesitaba presencia, peso y gravitación adentro del área, de última para pescar algún rebote o una pelota perdida para convertir lo que, en ese momento, parecía algo que se caída de maduro: el empate.

Colón no jugó anoche un partido aceptable como en el clásico, pero tampoco fue un desastre como muchos creen o pretenden hacer creer. Perdió injustamente. Y puede ser que haya sido por culpa de aquellas carencias que fueron imposibles de subsanar a lo largo del año por las propias limitaciones de un plantel que se concibió mal desde el principio.

La decisión de salir jugando

Mucho se habla en el fútbol de hoy acerca de “jugar a la segunda pelota”. ¿Qué significa?, que hay muchos equipos que juegan a dividir el balón en el terreno rival, generalmente con largos pelotazos, pero que están atentos a un eventual rechazo o que uno compañero gane de alto la pelota para bajarla o “peinarla” y así sacar provecho de la situación.

Después, hay una tendencia a salir jugando desde atrás, algo que no siempre es aconsejable en un fútbol de tanta presión.

Colón ha mostrado, con Franco, una creciente tendencia a salir jugando desde atrás. Para ello es absolutamente necesario tener mucha precisión y la posibilidad de contar siempre con un compañero destapado o una chance de pase que no complique la tenencia de la pelota.

Al igual que en el clásico, hubo una salida por parte de Benegas que terminó con un pase al medio que lejos de ir a los pies de un compañero, terminó en los de Bieler, generándose una jugada de peligro.

A Franco se le preguntó y señaló que es una decisión que toman los jugadores. No está mal que un equipo pretenda salir con pelota dominada desde el fondo, siempre y cuándo no se transforme en un dolor de cabeza.

 
D8-B-QUILMES VS COLON (13).jpg

Una muy buena pose técnica de Pablo Vegetti en el remate de zurda que no llevará mayores riesgos para el arco de Benítez. El delantero sabalero se fue “caliente” del estadio por el momento del equipo. Foto: Matías Nápoli

síntesis

Quilmes 1

Colón 0

Cancha: Quilmes.

Arbitro: Patricio Loustau

Quilmes: Benítez; Scifo, Alegre, Uglessich y Bontempo; Sebastián Romero, Braña, Pérez Guedes; Cabrera, Bieler y Rodrigo Gómez. A.S.: Dulcich. Estuvieron en el banco: Carli, Nicolás López y Rubén Ramírez. D.T.: Facundo Sava.

Colón: Broun; Garnier, Conti, Benegas y Saín; Sperduti, Poblete, Ballini y Guanca; Alan Ruiz y Vegetti. A.S.: Mehring. Estuvieron en el banco: Lazzaroni, Cuevas y Leys. D.T.: Darío Franco.

Gol: en el primer tiempo, a los 22 m Bieler (Q).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 16 m Calello (Q) por Cabrera; a los 23 m Villarruel (C) por Vegetti; a los 26 m Morales (Q) por Pérez Guedes; a los 28 m Ledesma (C) por Ballini; a los 38 m Romero (C) por Saín y a los 44 m Malrechaufe (Q) por Braña.

Amonestado: en Colón, Guanca.

Más de lo mismo y  con poca fortuna

De la pierna zurda de Alan Ruiz salió lo más claro del equipo. No tuvo una actuación como la del clásico, pero algo aportó. De hecho que en el primer tiempo, con un gran pase, lo dejó mano a mano a Sperduti.

Foto: Matías Nápoli

Bajo la lupa

BROUN (5).- No tuvo mucho trabajo, salvo una pelota que tapó en el segundo tiempo luego de una salida fallida.

GARNIER (5).- Supo controlar a uno de los mejores jugadores del rival: Rodrigo Gómez. Es cierto que Quilmes no utilizó mucho su andarival para atacar.

CONTI (6).- No perdió en el juego aéreo con Uglessich y fue el que la hizo simple siempre. De más está decir que en todos los partidos se convierte en el defensor más confiable.

BENEGAS (4).- Perdió la marca de Bieler en el gol de Quilmes y tuvo algunas imprecisiones en la salida.

SAÍN (4).- Complicado para marcar a Cabrera y el tándem que hacían con Scifo por su costado. A eso le sumó malos pases cuando quiso salir jugando desde atrás.

SPERDUTI (5).- Tuvo un mano a mano en el primer tiempo que no definió bien. Por momentos recibió poco juego.

POBLETE (5).- Corrió y empujó. No es un jugador para aclarar demasiado el juego sino para darle dinámica.

BALLINI (4).- Cuando Quilmes le cedió la iniciativa, su presencia en la cancha ya no tuvo razón de ser. De todos modos, su trabajo fue apenas discreto.

GUANCA (5).- No alcanzó a repetir lo bueno que hizo ante Unión. En el primer tiempo le ganó un par de veces las espaldas a Scifo pero no pudo terminar bien las jugadas.

ALAN RUIZ (6).- Un pase-gol a Sperduti, un par de remates al arco que no tuvieron buena puntería, la sana y permanente intención de darle la pelota “redona” a un compañero y mucho celo en la marca por parte del rival.

VEGETTI (4).- Es cierto que hizo muy poco y que no tuvo chances adentro del área, pero en un partido que el equipo perdía y que seguramente iba a terminar con Colón en posición dominante, no era para que saliera.

VILLARRUEL (4).- Se movió por todo el frente de ataque pero nunca pudo desequilibrar en el mano a mano con los defensores rivales.

LEDESMA (5).- Si bien no se sintió mucho en el manejo de la pelota, debió entrar antes para darle tiempo de acostumbrarse a una cancha que estaba mojada y un rival que se metió atrás en el complemento.

ROMERO.- Si peso en los pocos minutos que jugó. Estuvo muy livianito y sigue lejos de ese jugador que deslumbró en varios partidos de la primera parte del torneo.