Juicio a Tognoli: Día IV

Surgen vínculos entre el Tuerto Mendoza y el bailantero detenido Raúl Basimiani

Un kiosco sobre la avenida Aristóbulo del Valle y la casaquinta de Colastiné Norte, dos veces allanada, ponen la mira en la conexión entre dos narcos de peso.

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El 12 de julio de 2012, la Dirección de Drogas del departamento La Capital detuvo a Daniel Mendoza en la quinta de Colastiné Norte.

Foto: Archivo El Litoral

 

Juliano Salierno

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En medio de una audiencia que parecía absolutamente intrascendente para la labor periodística, el presidente del tribunal hizo una pregunta al último de los testigos de conceptos propuestos por la defensa del “Tuerto” Daniel Francisco Mendoza, que hizo correr un breve rumor entre los trabajadores de prensa que siguen el juicio a Tognoli.

Un remisero y una empleada de servicio doméstico que supuestamente trabajaron para Mendoza; un oficial de albañil que vivía al lado, y una mujer también vecina de la casa de bulevar Los Jazmines y calle Las Encinas, se presentaron hoy a declarar en el juicio con más pena que gloria, dado que ninguno pudo dar fe de qué tareas desempeñaba Mendoza en la vida. Ninguno conocía si trabajaba o no; ni pudo especificar en qué vehículo se movilizaba, entre otras imprecisiones que en algún caso le fue reprochada por el tribunal.

Pero al llegar al último testigo, el sargento Vicente Gozman, ocurrió lo inesperado. El militar de 39 años que se desempeña en el Batallón de Anfibios de Santo Tomé y vive en Colastiné a la altura del km 2,5, reconoció al juez José María Escobar Cello, que en esa misma vivienda en la que habitaba Mendoza, tiempo después hubo otro allanamiento, aunque no supo especificar los motivos.

La conexión

Daniel Francisco Mendoza, uno de los cinco imputados en la “causa Tognoli”, fue atrapado el 12 de julio de 2012 y posteriormente procesado por los delitos de “producción, fabricación, extracción o preparación de estupefaciente” y “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”, previstos en el artículo 5º, incisos b y c de la Ley 23.737.

Un año más tarde, el 7 de noviembre de 2013, en la misma casaquinta de Colastiné fue detenido por la Policía Federal el conocido productor de música tropical Raúl Basimiani, considerado a la postre por la Justicia Federal como el organizador -desde febrero de 2012- de la comercialización del estupefaciente que se habría desarrollado en los inmuebles ubicados en Av. Aristóbulo del Valle 5531 y 5167 -kioscos “El Tatengue” y “El Puente”- y Mitre 7910 -lugar en el que se habría domiciliado el encartado en aquel entonces-.

Uno de los kioscos mencionados, El Tatengue, de Aristóbulo del Valle al 5531, fue objeto de discusión en el debate de ayer, cuando el oficial de policía Cristian Ferreyra (40) relató las tareas de observación realizadas en dicho lugar, donde también se lo vio ingresar a Mendoza, que descendió de una moto del tipo enduro y a diferencia de los “clientes” que eran atendidos en la puerta, ingresó al inmueble, tomó una bebida de la heladera de expendio y según consignó el espía, se fue sin abonar.

Testigo protegido

Estas coincidencias, que ya se conocían en el ámbito judicial, pero que ahora quedan a la vista pública en el juicio oral, podrían nada más ser meras casualidades, que ubican a dos personas en un mismo sitio y en situaciones infaustas. Sin embargo, la inminente llegada al juicio del testigo encubierto podría arrojar la clave para que los nombres de Mendoza y Basimiani vuelvan a unirse, esta vez, bajo el sello de una nueva causa penal.

“Quiero denunciar que a principios del año 2010, Daniel Mendoza y Raúl Maximiliani o Máximiani (por Basimiani), no recuerdo bien el apellido, pero le dicen ‘Beto’, me propusieron trabajar y negociar con drogas, tranquilos, porque teníamos todas las garantías de que nadie nos iba a molestar porque la misma policía de Drogas nos iba a proteger y trabajar con ellos”, declaró entonces el testigo de identidad reservada en la causa que involucra a Basimiani.

El testigo, cuya identidad se reserva, es en verdad un arrepentido, que contó desde adentro el funcionamiento de la empresa delictiva, que supuestamente funcionaba con la venia policial en la época en que Hugo Tognoli era jefe de Drogas de la provincia.

Desde adentro

Hace dos años dijo que “la propuesta fue en la casa de Raúl Maximiliani (por Basimiani), en la esquina de Larrea y Mitre de Santa Fe. Luego de recibida, la policía traía la droga en cajas, la llevaban a lo de Maximiliani y Mendoza. Éstos últimos la recibían y la repartían, por las dudas, en los domicilios de otros vecinos, para no tener tanta droga en la casa... Yo la retiraba de la casa de Maximiliani en calle Larrea y Mitre -y de Mendoza en Colastiné- y la repartíamos con los nombrados, en los kioscos de venta de drogas... Al mayor cobro lo hacía yo, iba en una moto, y le rendía el dinero a Mendoza y Maximiliani, en la propia casa de ellos”.

Si bien ya está disponible para las partes la lista de testigos que deben comparecer la semana próxima, nada se sabe oficialmente para cuándo será citado el testigo de identidad secreta, que será sin dudas el más esperado por todos en el recinto. Habrá que ver si a su turno decide ratificar lo antes dicho, cambiar su versión o simplemente decir “no me acuerdo” como es común en este tipo de juicios.

Los imputados

El Tribunal Oral Federal de Santa Fe, integrado por los jueces José María Escobar Cello, María Ivón Vella y Luciano Lauría, juzgan desde el 14 de septiembre a cinco personas por una serie de delitos que implican la comercialización de estupefacientes y una red de encubrimiento policial en la que se encuentran implicados Daniel Francisco Mendoza, Fernando Torres y el comisario José Luis Baella. Además se investigan las coacciones y amenazas contra Norma Castaño, por las que están acusados el policía Mauricio Otaduy, Daniel Mendoza, el comisario Baella y el entonces jefe de la Dirección de Drogas, el comisario Hugo Tognoli.

Hasta ahora sólo se ha ventilado en el juicio lo concerniente al caso Torres, detenido el 11 de julio de 2012 con dos kilos de cocaína en la zona de la terminal de colectivos; y el allanamiento de la quinta de Colastiné Norte donde fue apresado Mendoza.

En cuatro jornadas de juicio ya declararon más de 20 testigos, la mayoría de ellos efectivos de las fuerzas de seguridad de provincia como de nación que intervinieron en sendos procedimientos.

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El 7 de noviembre de 2013, en la misma propiedad fue detenido por la Policía Federal, el productor de música tropical Raúl Basimiani.

Foto: Archivo El Litoral