Nery Pumpido, una gran referencia tatengue...

“Es bueno tener un poco de cagazo en estos partidos”

  • Dice que “Unión saldrá a presionarlo y a atacarlo” y que entiende lo que hace Franco si no pone a Vegetti: “Para los defensores, no tener una referencia de área puede ser un problema”.
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“Un par de añitos y largo”

Nery quiere seguir dirigiendo y está en tratativas con algunos clubes del exterior. Dice que quiere seguir un par de años y luego especializarse para asumir funciones distintas, como la de Francescoli en River. Foto: Matías Nápoli

Enrique Cruz (h)

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No le escapó al desafío de analizar un partido que también para él es muy especial. Nery Pumpido es, ante todo, hincha de Unión. Y como tal, es natural que vea la situación desde una óptica más interesada y pasional. Nery ha sido arquero, coordinador, entrenador y manager en Unión. Su vida estuvo siempre muy ligada al club de sus amores. Sin embargo, también analiza a Colón y trata de comprender cuál será la idea de Franco para el partido de mañana.

—Antes de meternos en tema, Nery. ¿Qué es de tu vida?

—Quiero seguir dirigiendo, no mucho, quizás un par de años más. Y después, me encantaría hacer lo de Francescoli en River. Estuve con él, con Rivarola y Gancedo, están haciendo un buen trabajo. Pienso irme a Europa a especializarme, a ver y aprender.

—¿Te llama la atención que se esté jugando con un cierto nivel de violencia en el fútbol?

—Si me lo decís por lo de Tevez, te digo que a él mismo le está costando. Yo no creo que haya ido con mala intención contra Ham, lo hizo de caliente, fue una reacción de calentón, no tengo dudas. Siempre hubo pierna fuerte en el fútbol. Una cosa es ir fuerte y otra cosa es ir con mala intención.

—¿Cómo lo ves a Unión?

—Se le cayeron jugadores a Madelón. Creo que Unión va a salir a asumir la iniciativa, va a abrir la cancha con Affranchino por un lado y con Malcorra por el otro. Y meterá a los dos 9 por adentro. Se sentirá empujado por la gente y obligado a jugar arriba.

—A veces, los técnicos planifican cosas o ven situaciones que el común de la gente no observa. ¿Qué pensás que hará Franco colocando a Alan Ruiz de punta?

—Creo entender la idea de Franco. Para los defensores, es muy difícil jugar sin una referencia del rival. Los centrales se mueven mejor cuando tienen un 9 a quien marcar. En este caso no. Creo que Franco apostará a eso. Es una estrategia inteligente en la medida en que el equipo tenga chances de convertir y logre crear situaciones. Alan Ruiz es un buen jugador, sabe sacarse la marca de encima y le pega muy bien a la pelota. Puede complicar a la defensa de Unión si no se queda estacionado.

—A Sperdutti lo tuvieron con el Turco Alí en Newell’s...

—Sí, nosotros lo llevamos a la primera. Es un buen jugador, no vi a muchos que saquen centros como él. Esa parte es la que no entiendo de Franco, porque para mí es ideal que haya un 9 metido adentro por el medio para aprovechar los centros de Sperdutti. Inclusive, le puede crear un problema a Zurbriggen por su condición de diestro marcando la punta izquierda. Santiago va a tener que sacar rápidamente la pierna zurda para tapar los centros.

—Ya hablamos de la estrategia de Unión, ¿qué pensás que va a hacer Colón?

—Saldrá a tener la pelota, a quitársela a Unión, no tengo dudas. No va a plantear un partido vertiginoso. Se le hará difícil atacar con dos o tres pases porque no tiene delanteros netos. Entonces, la idea de Franco será la de hacer correr la pelota. Junta mucha gente en el medio con esa idea.

—¿Recuerdos de los clásicos?, imagino un montón...

—En cinco años que atajé en River, nunca perdí un clásico con Boca. Ni en la Bombonera, donde me encantaba atajar, ni en el Monumental. Creo que perdí una vez en un torneo de verano. El día de la pelota anaranjada le dimos la vuelta olímpica. Fue algo que deliberamos y teníamos que hacerlo. Veníamos de salir campeones, ¡cómo no vamos a festejar!

—¿Y del clásico santafesino?

—Cuando Colón nos ganó con los dos goles de Pellegrini me fui muy mal de la cancha. Llegué a mi casa y estaba destrozado. A la hora u hora y media, más o menos, de estar en mi casa apareció la barra. Eran un montón. ¿Sabés qué me dijeron?, que estaba todo bien, que no me preocupara, que ya había pasado. Me bancaron y me dieron aliento. Fue una gratísima sorpresa.

—¿Qué jugador de Colón, de aquellos tiempos, te sorprendía?

—No recuerdo mucho de aquellos jugadores que tenía Colón cuando a mí me tocó jugar los clásicos. Siempre me gustó ver a la Chiva Di Meola, me pareció un jugador distinto.

—¿Se viven sensaciones distintas en las horas previas?

—Es muy bueno que haya un poquito de cagazo antes de jugar el clásico. Si a medida que pasan las horas no sentís ese cosquilleo y ese nerviosismo, es como que te da lo mismo y no es bueno. Un poquito de cagazo es bueno tener. A mí me pasaba eso.

—Siempre fuiste crítico hacia los jugadores de la ciudad y te tocó dirigir en Rosario...

—Mirá, no sé por qué hay diferencias entre Rosario y Santa Fe, y eso que estamos a 140 kilómetros. Hay un mayor sentido de pertenencia, piensan diferente. Por algo, ellos tienen como 12 títulos entre los dos y nosotros ninguno. Algo distinto hacen.

—¿Te gustan Broun y Nereo?

—Los dos equipos tienen buenos arqueros, y también pienso que Castro es un buen arquero. En ese aspecto, los dos equipos están bien. El tiempo es importante para los arqueros, te da aplomo y te permite conocer muchas cosas. Hay arqueros que superan largamente los 35 años y siguen con mucha vigencia. A Nereo le ha pasado eso.

—¿Te tocó en forma especial lo que le pasó a Diego Barisone?

—Me tocó mucho lo de Diego, lo conocí de chico, era excelente, siempre le decía que en su puesto tenía que tener un poco de maldad, pero esa maldad bien entendida. No le pedía que pegara, pero que fuera un poco recio. Había que ser como el Chango Cárdenas. El Chango era un fenómeno, parecía que no pegaba pero era duro, bravo.

—¡Le habrás puesto el ejemplo del Cabezón Ruggeri...!

—Vos sabés que el Cabezón no era de pegar, el que pegaba era el Tano Gutiérrez, ése sí que era tremendo. Ruggeri no tuvo muchas expulsiones en su carrera. Era áspero pero no tanto. En cambio, Gutiérrez no te perdonaba. “A éste dejámelo a mí...”, le decía el Tano al Cabezón.

 
 

“Te duerme...”

Fue inevitable consultar a Pumpido respecto de los efectos de la infiltración, teniendo en cuenta que, con seguridad, será lo que recibirá Leonardo Sánchez para jugar el clásico de mañana después del pisotón que recibió en el partido con Rafaela.

“El efecto de la infiltración es que te duerme. Es una anestesia muy fuerte, como si te tuvieran que operar. La zona afectada prácticamente no la sentís. Está bueno que haya sido en el quinto metatarsiano, es mejor. Seguramente le dormirán por completo el dedo o la zona que tiene afectada...”.