Esta noche por la TV Pública y Space

Matthysse ante una posibilidad única de ser campeón mundial

El púgil chubutense enfrentará al ucraniano Viktor Postol en Estados Unidos con el objetivo de conquistar el título superligero del CMB.

De la Redacción de El Litoral

Dyn/Télam

El chubutense Lucas Matthysse, uno de los más destacados boxeadores de Argentina de los últimos tiempos, disputará esta noche con el urcraniano Viktor Postol, en Carson, California, el vacante título superligero del Consejo Mundial de Boxeo. La velada se llevará a cabo en el StubHub Center Stadium Club, de Carson, condado de Los Ángeles, y será transmitida en directo desde las 23 por la TV Pública y el canal Space.

“Vinimos a dar guerra”, tiró “La Máquina” Matthysse (37-3-0, 34 KOs), de 33 años, quien no oculta sus ansias de subir al ring para terminar con este pleito lo antes posible. En la ceremonia de pesaje, que fue presenciada ayer por unas 300 personas, los boxeadores no tuvieron inconvenientes en alcanzar el límite de la categoría (63,500 kg). El argentino dio 63,030 kilos; y Postol 63,210.

“La pelea será difícil”, repite cada vez que lo consultan a Oscar De la Hoya sobre un resultado. El “Golden Boy”, uno de los organizadores del espectáculo junto a Bob Arum, de la Top Rank, tiene apostadas todas sus fichas a favor del chubutense, y piensa que ganará antes del límite. De la Hoya dijo que no es su estilo presionar al boxeador antes de cada pelea, pero si Matthysse vence a Postol, el ex seis veces campeón mundial y ahora empresario, tiene proyectos importantes, entre ellos, charlar con Arum y concretar una pelea con el filipino Manny Pacquio para el próximo año.

El boxeador de Trelew, que hace más de una década tiene como entrenador a Luis “Cuti” Barrera, señala en cada requisitoria que desde que se oficializó la pelea, sólo piensa en Postol, a quien imagina estar “preparado como nunca lo estuvo”. El ucraniano es conducido por el técnico local Freddie Roach, el mismo que entrena a Pacquiao, quien ofició de sparring del ucraniano para esta pelea. Postol (27-0-0, 11 KOs), de 31 años (primero en el ranking mundial CMB), no es un noqueador, pero tiene buena técnica. El púgil oriundo de Kiev es más alto que Matthyse, por lo cual el argentino tuvo como sparrings a boxeadores de la talla del ucraniano, como Martín Ríos, los brasileños Patrick Texeira y Yamaguchi Falcao, entre otros.

Tanto Barrera como su ayudante Juan Martín “Látigo” Coggi, pusieron el acento en el trabajo de la corta distancia y rapidez en los desplazamientos y golpes al cuerpo de Postol, que utiliza el jab en forma permanente para lograr distancia. Matthysse (segundo en el escalafón CMB) tratará de revalidar pergaminos obtenidos en cuadriláteros estadounidenses. El público de Carson todavía recuerda cuando el 6 de septiembre del año pasado, Matthysse le ganó por nocaut en el 11mo round en esta ciudad al estadounidense John Molina Jr., obteniendo el título Continental de las Américas de los superligeros del CMB.

Pero el antecedente más vivo es cuando el 18 de abril último, “La Máquina” Matthysse libró una batalla en Verona, Nueva York, con el ruso Ruslan Porvodnikov, quien terminó prácticamente desfigurado por el castigo recibido. El fajador argentino no dejó nada librado al azar. Realizó junto a su equipo una preparación previa excelente para un compromiso de este nivel, los que ojalá se observe esta noche sobre el ring.

Empate

El bonaerense Víctor Emilio “Tyson del Abasto” Ramírez (90,700 kilos) retuvo el título crucero de la FIB, que expuso anoche por primera vez, al empatar con el retador jamaiquino, radicado en Inglaterra, Ovil McKenzie (86,750).

La pelea, cumplida en el gimnasio del Sporting Club Villa La Ñata (provincia de Buenos Aires), proyectó las siguientes tarjetas: 114-114 (John Poturaj, de Estados Unidos), 115-113 para el retador (Lawrence Layton, de Estados Unidos) y 115-113 para Ramírez (Alejandro López Cid de México). Ramírez fue el que más propuso, dentro de sus limitaciones, pero no le alcanzó para llevarse el triunfo en una pelea más que discreta, carente de emotividad, al punto que los 12 rounds transcurrieron con el público en silencio.