Historias contadas desde el corazón

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Una santafesina, descendiente de inmigrantes de Palencia, al norte de España, participó en una publicación sobre historias de vida de quienes un día partieron de aquellas tierras. Contó cómo fue la presentación del libro titulado “La memoria palentina”.

 

TEXTOS. MARIANA RIVERA. FOTOS. GENTILEZA MIRTA LLORENTE.

“Desde mi adolescencia soñé conocer el lugar de nacimiento de mis abuelos, padres y tíos y, a su vez, escribir en una breve reseña de la vida de mi padre, don Mariano Llorente de Pablos, nacido en Villalba de Guardo, Palencia, España” recuerda con nostalgia Mirta Llorente.

La santafesina -ex integrante de la Comunidad Castellana y actual socia de la Casa de Palencia en Argentina- pudo cumplir ambos deseos y dice estar satisfecha por ello: en 2009 fue beneficiaria del “Programa Añoranzas” y viajó a las aquellas tierras palentinas de donde partieron sus ancestros. Y este año fue invitada a participar en una publicación donde homenajea a sus antepasados, que llegaron al país en 1924, en el libro “La memoria palentina”.

Fue presentado el 8 de agosto pasado en el Centro Región Leonesa de Buenos Aires, organizado por la Casa de Palencia en Argentina y contó con el auspicio de la Junta de Castilla y León, de la Diputación de Palencia y del Ayuntamiento de Palencia.

Mirta estuvo presente en el acto de presentación acompañada por su cuarto hijo, Carlos Fernando, quien escribió una poesía en donde hace una breve reseña sobre su abuelo (ver aparte). También participaron palentinos y otros descendientes provenientes de Córdoba, Chaco y Mendoza, además del presidente de la Federación de Sociedades Españolas, José María Vila Alén; su par de la Federación de Sociedades Castellanoleonesas de la República Argentina, Pedro Bello; la del Centro de Residentes Españoles, María Teresa Michelón; la de la institución organizadora, Iluminada de Fernández; entre otras autoridades.

HISTORIAS DE VIDA

Mirta Llorente dialogó con De Raíces y Abuelos sobre esta nueva satisfacción: “Esta Casa tiene pocos años de creación y pudo reunir en este libro un conjunto de relatos y testimonios que procuran recuperar parte de nuestra memoria personal, familiar e histórica relacionada con la llegada de los palentinos a Argentina. Desde mi visión, la inmigración significó para muchos la posibilidad de emprender situaciones desconocidas y, a la vez, dejar su lugar, sus raíces, para enfrentarse a un mundo incierto e ignoto”.

El lugar de nacimiento de mi familia -continuó relatando- fue Villalba de Guardo, Palencia, en el norte de España. Es una de las nueve regiones de Castilla y León. Decidieron emigrar a América a 1924. Partieron desde Bilbao en el Groix, como figura en la documentación de cada uno de ellos. Un nuevo comienzo en un lugar tan lejano, en medios desconocidos. Fue una experiencia intensa pero -gracias al esfuerzo y tesón- supieron llevar con trabajo y alegría la decisión tomada.

Según Mirta, en su relato se refirió a sus abuelos, tíos y, en especial, a su padre, don Mariano Llorente de Pablos, quien vino a los 7 años, creció, vivió en distintos lugares y se radicó en el pueblo de Icaño, en el departamento Avellaneda, provincia de Santiago del Estero. Pasó el tiempo y, con mucha resistencia y amor al trabajo, vivió en esos lugares de caminos polvorientos, donde no llegaba el progreso y con las dificultades propias de la época. Pudo desempeñarse y ser reconocido como un próspero comerciante y agricultor.

Ya casado con Rosa Montes Santalla, hija de inmigrantes españoles, tuvieron cinco hijos, de los cuales Mirta es la mayor. “Desde mi juventud soñé con escribir con sentimiento y recuerdos una breve historia de él y su familia”, reconoció.

PRESERVAR LA MEMORIA COLECTIVA

Por otra parte, destacó que la Casa de Palencia es la primera vez que esta institución española hace un libro de los inmigrantes del lugar. Es una asociación civil que integra la Federación de Sociedades Castellanoleonesas de la República Argentina.

La obra está formada por trece relatos en primera persona de palentinos nativos, sus historias de vida, o de sus descendientes. Son auténticamente reales y verificables, pertenecientes a personas que vivieron los sucesos narrados, donde destacan el orgullo y respeto por su origen y el profundo amor por la tierra que los cobijó. También trata el fenómeno del desarraigo, sus consecuencias y los esfuerzos para adaptarse a la nueva realidad, en el suelo argentino.

En este punto, Mirta aclaró que “mi historia es corta porque yo no la viví: es una referencia como descendiente de palentino. A diferencia de los otros relatos, yo tengo poca documentación sobre mis antepasados. Todavía no pude descubrir si mi papá empezó la escuela primaria allá o acá. Ya se murieron todos los parientes y soy la única que puedo transmitir lo que me contaron mis abuelos. Para él todo mi amor y el recuerdo inolvidable”.

En primera persona

A continuación reproducimos algunos párrafos del relato de Mirta Llorente incluido en el libro “La memoria palentina”, de reciente publicación:

- “Mi padre desempeñó cargos públicos con honestidad, profunda dedicación y total responsabilidad, siendo Comisionado Municipal por el lapso de casi veinte años, en los distintos gobiernos provinciales de esa época. Nos dejó enseñanzas y actitudes que supimos valorar”.

- “El Sr. Mariano Llorente, atravesando el Atlántico, llegó a esta tierra hidalga y generosa, dispuesto a brindar lo mejor de sí a su nueva patria y a esperar también mucho de ella. [...] El Sr. Mariano Llorente, por su incansable y tesonero accionar al frente de la Comuna tiene bien ganado el reconocimiento y apoyo del vecindario y confía que a Icaño, comunidad pujante, no la dejará estancarse en su faz expansional”, cita de un artículo del diario El Liberal, de Santiago del Estero, que tituló “Meritoria acción del Sr. Mariano Llorente al frente de la Comuna Municipal”.

- “Deseo compartir con todos aquellos con quienes, de una manera u otra, nos une una situación similar en nuestras vidas. ¡Raíces amadas! Palencia nos muestra perfiles en el paisaje que nos hablan de tiempos de guerra y ruinas conquistadas ... y las flores que nos hablan de tiempo de paz. Es una de las provincias de Castilla y León donde las gotas del tiempo están condensadas en las obras de arte, fluyendo por el río de la vida y alimentando los manantiales de la memoria. Para concluir quiero citar una frase de Johann Goethe: ‘La vida debe ser vivida hacia adelante pero puede comprendérsela hacia atrás’”.

El abuelo

Por Carlos Fernando Alberto Llorente (cuarto nieto)

Son los años los que pasan

es el campo el que me abraza

mil recuerdos ¡qué riqueza!

es mi abuelo ¡qué entereza!

Es Santiago, es ese estero

doña Rosa, frutos, cuero

es Mariano un compañero

gran amigo de su pueblo.

Un señor tan generoso

es mi abuelo, ¡qué glorioso!

Desde España él llegó

desde lejos nos guió

desde el cielo nos enseña

es mi abuelo ¡qué reseña!

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