Arte sacro, una propuesta de conocimiento y de fe

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Un grupo de fieles, acompañados por el artista santafesino Luis Quiroz, entrega a Francisco la imagen de la Venerable Mama Antula, santiagueña.

 

Un grupo de entusiastas santafesinos se decidieron a comenzar el primer curso de Arte Sacro, convocados por la Asociación de Artistas Plásticos Santafesinos y creado por el artista Luis Quiroz.

TEXTOS. GRACIELA DANERI.

La propuesta del primer curso de Arte Sacro fue conformándose a partir de la idea conjunta entre Lucía Schmidalter, presidenta de la Asociación de Artistas Plásticos Santafesinos; el sacerdote Alexis Llovet y el Prof. Luis Quiroz, de ir formando en este estilo de arte iconográfico a los artistas para la nueva Bienal de Arte Sacro Papa Francisco 2016.

El nutrido grupo está conformado tanto por jóvenes como por adultos que provienen de distintas actividades (estudiantes secundarios y universitarios, artistas, arquitectos, docentes, catequistas, amas de casa y otras profesiones).

HISTORIA, TÉCNICA Y SIMBOLOGÍA

Durante este año han indagado sobre la historia del arte sacro católico, técnicas antiguas, los cánones y simbologías que se hallan escritos en los íconos. “En el curso se dibuja, se pinta, se estudia, se investiga y se practican las diferentes técnicas que llevan los íconos. Si bien el estilo está basado en la antigua iconografía bizantina, se analiza con una visión contemporánea y respetando la tradición llegada de Oriente”, explica Luis Quiroz, al tiempo que señala que “se utiliza material didáctico creado especialmente para este curso, fruto de investigaciones de los continuos viajes a Europa y principalmente a Italia, que he realizado”.

En el último viaje, el Prof. Quiroz tuvo la bendición del Santo Padre, a quien le obsequió una obra de reciente creación sobre la imagen de la Venerable María Antonia de Paz y Figueroa, “Mama Antula”, como se la conoce popularmente, y que está a la espera de su beatificación.

LA OPINIÓN DE LOS ALUMNOS

Beatriz Silvia Nave, supervisora de escuelas jubilada, da su testimonio: “Es un curso distinto a todos los que he realizado. Concilia la técnica con la espiritualidad, pero ésta entendida con un sentido universal, profundo. Es un curso donde se conjuga la teoría, la historia de la espiritualidad a lo largo de milenios, con las técnicas más antiguas y las modernas también. Se reflota un arte olvidado, desentrañando los misterios de su simbología, entendida como un idioma que pretende despertar de su sueño de ignorancia espiritual a las personas que quieren interpelar a los íconos”.

Por su parte, María Silvia Tanino destaca que “el curso ha superado mis expectativas, y me impacta el amor con que el profesor transmite sus conocimientos, pero sobre todo cómo debemos valorar el talento que Dios nos dio para trasmitir sus enseñanzas, en este caso a través del dibujo y la pintura. En cada clase salgo enriquecida integralmente, en todos los sentidos”.

Otra de las alumnas, María Cristina Scalzotto, destaca que este curso “es la respuesta a un pedido ante Dios que tengo desde mucho tiempo: quería saber leer los íconos, deseo que se incrementó el día que conocí la obra de Quiroz, cuando pasó por la UCSF, y luego la exposición que realizó en el Museo Histórico Provincial”.

UN CAMINO DE BÚSQUEDA

Finalmente, Luis Quiroz nos expresa que para él es una bendición haber conformado este grupo de trabajo, “donde aprendemos los misterios y códigos de la iconografía, pero también a compartir un camino de búsqueda de Dios, donde los valores cristianos se vivencian y se practican en forma simple y natural. La enseñanza del arte sacro lleva unida no sólo la dimensión histórica y técnica, sino la visión espiritual de los primeros iconógrafos, los pensamientos de los Padres de la Iglesia, de los santos y el origen de la imagen religiosa. Se estudia la historia de la Salvación a partir del análisis de las obras artísticas y el cuadro socio-cultural en que fueron realizadas y, de esta manera, somos nuevamente catequizados”.

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Alumnos del primer curso de Arte Sacro.

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QUIÉN FUE MAMA ANTULA

En 1905, los obispos elevaron la causa de canonización de la Madre Antonia a la Santa Sede. Es el primero de nuestra historia. Asimismo, se presentaron cartas postulatorias de los arzobispos de Montevideo, Santiago de Chile y Bolivia; obispos de Paraguay y Concepción de Chile; obispos auxiliares de Montevideo, La Plata, Córdoba y el vicario capitular de Lima, Perú.

En 2010, fue declarada venerable por el papa Benedicto XVI y en la actualidad la causa se reavivó, debido a la devoción que le profesa el Papa Francisco.

Un gran avance tuvo el proceso por la beatificación de María Antonia de Paz y Figueroa (Mama Antula), ya que el pasado 25 de junio se reunió la junta médica que confirmó el milagro que se le adjudica a la venerable santiagueña.