llegan cartas

Sobre las declaraciones del ex presidente del club A. Colón

ROBERTO CASABIANCA

DNI. 6.250.460. ntegrante del Tribunal de Honor del Club A. Colón.

A raíz de declaraciones del ex presidente de Colón publicadas por El Litoral, realizo algunas consideraciones que permitan que la realidad deportiva actual de la institución no nos haga olvidar de quiénes son los responsables.

No era un hombre de fortuna cuando llegó a Colón y si no, veamos: en el 2002 no tenía ni casa ni auto propio según sus propias palabras. Pese a ello pasó de la casa en barrio Fomento 9 de Julio a vivir en un exclusivo country y llegó a disponer de tres vehículos.

Dice en esa nota: “No fui nunca más a una cancha. Bueno..., a Colón es difícil que pueda ir”. Sí, Sr. Lerche, es muy difícil que pueda ir ya que fue sancionado con la expulsión.

Respecto de las obras en el estadio, sólo hizo una mínima parte -la bandeja norte con 1.722 butacas y los palcos corporativos, ya que los palcos Vip estaban finalizados-. Vinculado al predio, debería decir que las primeras 10 ha fueron adquiridas en la gestión de Horacio Darrás, quien también compró 4 ha más, colindantes con el CRAI, y que alrededor del 70% de las obras ya había sido ejecutado en esa gestión.

Tiene razón cuando menciona que Lucas Alario, César Meli, Graciani y los jugadores que hoy están en la primera de Colón no nacieron de un repollo, nacieron de la necesidad de jugar con los jugadores del club que durante su gestión no fueron tenidos en cuenta, y como una necesidad debido a la cantidad de jugadores que quedaron libres por falta de pago.

También es cierto que catapultó a Colón a nivel mundial cuando se le quitaron los seis puntos por falta de pago de la transferencia del jugador Falcón perteneciente al Atlante de México, quedando el club al borde de la desafiliación, que la actual conducción pudo revertir. Como consecuencia de la grave crisis financiera y económica, y a raíz del concurso preventivo del año 2006 que aún no finalizó, la única solución fue presentarse conforme a la ley del salvataje deportivo

A partir de allí existe un control muy fuerte sobre el pasivo del club y sobre los gastos que se hagan, ya que la CD sigue en funciones pero controlada por el Comité Fiduciario.

Es bueno destacar que de los más de cien millones de pesos de deuda, ésta se redujo a alrededor de setenta millones.

En conclusión, se resolvió la cuestión institucional que era prioritaria al evitar la desafiliación; tiende a resolverse la cuestión económica y no se acertó con la contratación del DT y de algunos jugadores, teniendo en cuenta la muy escasa disponibilidad de dinero.

Que la situación deportiva grave y las declaraciones de un individuo cuya gestión puso en peligro la vida institucional del club no opaque lo conseguido, gracias al esfuerzo de la gloriosa hinchada sabalera.