Tras ochenta minutos a pura emoción
Tras ochenta minutos a pura emoción
Los Wallabies prevalecieron ante la bravura de Los Pumas
Tras un contenido de enorme jerarquía, los australianos lograron establecer diferencias ante el admirable seleccionado argentino.

David Pockok, de extraordinaria actuación, tacklea a Marcelo Bosch. Completan la escena: Sekope Kepu, Michael Hooper, Jerónimo De la Fuente y Facundo Isa. Foto: EFE
César Miño
Luego de un emocionante desarrollo, Australia venció ayer a Argentina por 29 a 15, clasificándose de ese modo para la final de la Rugby World Cup 2015, en la que el sábado próximo (a las 13 de nuestro país) se medirá con Nueva Zelanda, en La Catedral.
Por su parte, Los Pumas disputarán el viernes venidero, el partido por tercer y cuarto puesto ante Sudáfrica (cayó en la otra semifinal ante los All Blacks, por 20 a 18), en el Queen Elizabeth Olympic Park de la capital británica, a partir de las 17.
El partido disputado ayer en el mítico estadio enclavado en el suroeste londinense, tuvo un desarrollo bastante acorde a lo previsto, en el que los Wallabies establecieron diferencias en ciertos aspectos del juego, como los reagrupamientos, en el que sobresalió el tercera línea David Pocock, erigido en la figura del partido.
Desde el inicio, las adversidades signaron la actuación argentina: a los dos minutos, recibieron el primer ensayo aussie, a partir de una impecable intercepción del lock Rob Simmons. La que más allá de considerarse como una imperfección albiceleste, bien vale nominarse como consecuencia del sistema de covering implementado por el head coach Michael Cheika, el hombre que en menos de un año fue capaz de recuperar la esencia del juego australiano, utilizando prácticamente a los mismos integrantes de planteles que venían de fracaso en fracaso.
Argentina mantuvo su postura ofensiva, la que una y otra vez chocó contra la granítica defensa australiana. Pero además, enarbolando las virtudes que los distinguen, los Wallabies apoyaron el segundo ensayo a través del experimentado Ashley Cooper, luego de una acción surgida de la sencilles y efectividad de un equipo que luce en plenitud.
En un incesante ida y vuelta, llegaron las lesiones del capitán Agustín Creevy (se resintió de su distensión) y del rosarino Juan José Imhoff (conmoción tras golpearse la cabeza en un tackle); a las que luego se sumaría la de Juan Martín Hernández (en la parrilla costal), quienes ya están marginados del último partido.
El resto de la etapa inicial extendió las características descriptas, cerrándose con el segundo try del winger australiano que ayer se dio el gusto de conseguir un hat trick. El 19 a 9, reflejó, en cierto modo, la efectividad del vencedor y las dificultades del vencido.

Adam Ashley-Cooper apoya uno de los tres ensayos que conquistó en el gran partido disputado ayer en La Catedral, tras desairar el esfuerzo de Pablo Matera. Foto: efe
El complemento
El segundo tiempo fue una historia bastante diferente, ya que Los Pumas mantuvieron la apetencia ofensiva, agregándole una marcada supremacía territorial y en el scrum. Pero además, continuaron defendiendo con voracidad y entregaron el alma en cada pelota, generando un emocionante clima de reconocimiento en el incomparable escenario londinense.
Obviamente, la admirable actuación australiana generó inconvenientes en la producción argentina, lo que dificultó las posibilidades de acceder al ingoal adversario. A punto tal, que más allá de merecerlo, Los Pumas no pudieron apoyar ningún ensayo por primera vez en el torneo.
Esto no debe generar reproches, ya que se calló con un adversario superior, tal como había ocurrido ante los All Blacks, en el debut en Wembley. Además, todos y cada uno de los que jugaron expresaron una entereza conmovedora, que hizo posible que se estuviera a “tiro de try” prácticamente hasta el final; cuando el último acierto aussie (un slalom genial de Michell, sirviéndole la conquista al tryman del partido) estiró la diferencias a cifras visiblemente exageradas.
Ahora, Los Pumas intentarán recuperar fuerzas para afrontar una batalla que se avizora de altísima exigencia, atendiendo a las características del juego Bokke. Cualesquiera sean el resultado del partido del viernes, está claro que el objetivo está claramente alcanzado: Argentina es el cuarto grande del Hemisferio Sur y por ende, del Planeta Rugby.

“Este plantel emociona...”
Luego de acomodarse emocionalmente, tras las lágrimas derramadas desde el momento en que el partido se direccionó inexorablemente hacia el triunfo australiano, el tucumano Daniel Hourcade habló sobre la actuación de sus dirigidos.
síntesis
Australia 29
Argentina 15
Escenario: Twickenham Stadium de Londres.
Referee: el inglés Wayne Barnes.
Asistentes: el sudafricano Jaco Payper y el irlandés George Clancy.
TMO: el neozelandés Ben Skeen.
Australia: James Slipper (Toby Smith), Stephen Moore (capitán, luego Tatafu Polota Nau) y Sekope Kepu (Greg Holmes); Kane Douglas y Rob Simmons (Dean Mumm); Scott Fardy (Ben McCalman), Michael Hooper y David Pocock; Will Genia (Nick Phipps) y Bernard Foley; Drew Mitchell, Matthew Giteau (Kurtley Beale), Tevita Kuridrani, Adam Ashley-Cooper e Israel Folau (Matthew Toomua).
Head Coach: Michael Cheika.
Argentina: Marcos Ayerza (Juan Figallo), Agustín Creevy (capitán, luego Julián Montoya) y Ramiro Herrera (Lucas Noguera Paz); Guido Petti (Matías Alemanno) y Tomás Lavanini; Pablo Matera, Juan Martín Fernández Lobbe y Leonardo Senatore (Facundo Isa); Martín Landajo (Tomás Cubelli) y Nicolás Sánchez; Juan José Imhoff (Lucas González Amorosino), Juan Martín Hernández (Jerónimo De la Fuente), Marcelo Bosch, Santiago Cordero y Joaquín Tuculet.
Head Coach: Daniel Hourcade.
Primer tiempo: 2, try de Simmons y goal de Foley; 7, 24 y 36, penales de Sánchez; 10, try de Ashley Cooper y goal de Foley; 32, try de Ashley Cooper.
Segundo tiempo: 5 y 15, penales de Sánchez; 8, penal de Foley; 32, try de Ashley Cooper y goal de Foley.
Amonestado: Lavanini (A).