Un acto en la Rosada, otro en Tucumán (Zannini en los dos)

 

El oficialismo, con dos fotos

La presidente ordenó cerrar filas; el candidato abrió el cofre de las promesas. Cristina no se privó de vincular al compromiso de Scioli de pagar el 82% a los jubilados con “una mentira”.

De la redacción de El Litoral

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Los actos de la Casa Rosada y de Tucumán, que tuvieron como protagonistas a la presidente Cristina Fernández de Kirchner y al candidato del oficialismo Daniel Scioli, respectivamente, tuvieron un elemento en común: Carlos Zanini.

El secretario Legal y Técnico de la Presidencia y candidato a vicepresidente pudo asistir a la asunción del gobernador Juan Manzur y luego ser uno más entre los funcionarios de la Casa de Gobierno.

No fueron razones de agenda, sino una decisión política que ayer no hubiera una nueva foto de Cristina y su candidato a sucederla. Si a ese elemento se suma el hecho de que la jefa del Estado no lo nombró, que subrayó que no importan los nombres sino los proyectos, el efecto es habilitar más lecturas.

Mientras Scioli habló para el peronismo en general, la presidente lo hizo para los suyos. Y les recomendó dejar de criticar a “otros compañeros”.

El gobernador saliente de la provincia de Buenos Aires fue a Tucumán para reunirse con sus pares.

No hubo cadena

Había una fuerte expectativa por lo que dijera Cristina Kirchner tras las elecciones. Y aunque no fue una cadena nacional de radio y televisión, el zapping se le parecía. Claro que al no haber un único emisor, cada canal tomó tramos, todo, o subrayó ciertos conceptos de la presidente. TN se dedicó a contarle los discursos: hubo cuatro.

Otro gesto que indica que todo comicio da lecciones fue que -además de no abusar de la cadena oficial- felicitó a María Eugenia Vidal por su triunfo en la Provincia de Buenos Aires (y a su esposo, Ramiro Tagliaferro, que alcanzó la intendencia de Morón). La aplaudieron Aníbal Fernández y Martín Sabbatella, derrotados en ambos casos por los macristas.

Divisiones

“Nos quieren dividir primero en dos para ponernos en jaque y ahora en tres para llegar al poder”, dijo ayer la presidente, que parece hablar de una primera división del peronismo entre oficialistas y massistas; y luego -después del domingo- entre kirchneristas y sciolistas dentro del partido de gobierno.

En cualquier caso, la presidente le atribuye a otros la intención de dividir al peronismo, expresado (tácitamente) como “nosotros”, es decir, ella y sus seguidores en los patios de la Casa Rosada. “Dejen los internismos a un lado” repitió en tres oportunidades. “No quiero oír a ningún militante hablar mal de otro compañero”, les ordenó, al cabo de una sucesión de críticas internas expresadas en los medios.

Una decena de aviones

Tan fuerte como la foto del candidato a presidente Scioli respaldado por los gobernadores kirchneristas que formarán parte del mapa del poder después de diciembre, fue la imagen de la tapa de hoy de Clarín: la pista del aeropuerto de San Miguel de Tucumán con una decena de jets para los mandatarios provinciales.

Y la tapa de otro diario de esta mañana fue también reveladora: Página 12 enumera “Ganancias, 82% a los jubilados y economías regionales sin retenciones” como “los nuevos ejes para el balotaje”.

Las nuevas promesas electorales del candidato del oficialismo no pasaron por alto en la Rosada. Recordó: “Veté la ley (del 82% móvil) y después me votó el 55% de los argentinos, porque los argentinos no comen vidrio, porque saben que no les miento. Puedo ser brutal, soberbia, pero nunca les voy a hacer daño a los argentinos”, dijo.

Sumas

Con respecto a su relación con Cristina Fernández, Scioli reclamó esta mañana: “No pierdan más el tiempo con conjeturas”, y aseguró que en el acto de ayer la mandataria le dio un “respaldo claro y contundente”.

“No sé qué quieren interpretar, que si me nombró o no me nombró... No pierdan más tiempo en ese tipo de conjeturas”, expresó.

También analizó la merma de votos del kirchnerismo entre 2011, cuando Cristina Fernández sacó el 54% y su 36% del domingo. “Massa sacó el 20%. Y si suma esas dos cosas, da ese porcentaje. Ese sector estaba integrado al Frente para la Victoria, el propio Sergio fue candidato por nuestro espacio. La gran mayoría son peronistas”, estimó Scioli.

Sanz: que Macri los deje hablar

• El titular del radicalismo, Ernesto Sanz, dijo hoy que “tengo ganas de aconsejarle a (Mauricio) Macri que los deje hablar a Scioli, Cristina y a Hebe de Bonafini, ya que con eso solo tenemos la campaña asegurada con miras al 22 de noviembre”.

El integrante del frente Cambiemos realizó estas declaraciones luego del discurso que hizo ayer la jefa de Estado en la Casa Rosada, donde no mencionó a Scioli, pero llamó a votar en el balotaje en defensa del modelo impulsado por el kirchnerismo.

Para el legislador la presidenta y el candidato del oficialismo son “hipócritas” y “caraduras” porque “pretenden” estar unidos y “todo el país sabe que se detestan”.

“El gobierno y Scioli pegan virajes, ahora Scioli es el campeón del 82 por ciento móvil para los jubilados, la eliminación de las retenciones e impuesto a las ganancias, por qué no lo hacen ahora, se les ocurre ahora luego de los resultados de las elecciones del domingo”, enfatizó Sanz.

Puntualizó que Scioli “cuando se dio cuenta que Cristina ya no le sirve para juntar votos sino que es piantavotos, se carga la mochila con estas propuestas que son demagógicas, que las haga ahora, si ahora están en el gobierno”.

Sin Cristina. El gobernador de Tucumán, José Mansur, tapado por los papelitos y las figuras de la fórmula Scioli-Zannini. Foto: Dyn

La clave

villa la angostura

• Mauricio Macri estará durante el fin de semana en villa La Angostura (Neuquén), junto a su familia. Ayer optó por no formular declaraciones, acaso ante el anuncio de que la presidente Cristina Fernández de Kirchner rompería su silencio tras las elecciones del domingo.

El dato

Periodista agraviada

• Liliana Franco, reconocida periodista acreditada en la Casa Rosada desde hace más de 15 años, fue abucheada y recibió insultos de los militantes kirchneristas cuando intentaba cubrir el acto desde uno de los balcones ubicados en el primer piso, sobre la Galería de los Patriotas. El episodio contrastó con que -por primera vez en los últimos 8 años- la Presidencia reservó una tarima especial para los periodistas gráficos y camarógrafos para cubrir de cerca el discurso de la presidente. No hubo cadena.