OCIO TRABAJADO
Apuntes para otro día

OCIO TRABAJADO
Apuntes para otro día

“El hombre obligado a pergeñar varios artículos por mes es un condenado a galeras, a corregir galeras de imprenta”.
Manuel Gálvez, 1961
Estanislao Giménez Corte
http://blogs.ellitoral.com/ocio_ trabajado
I
Día X. Cuaderno de notas: probar una suerte de pequeño salto al vacío. Empezar una nota sin tener la más mínima idea bocetada. Sólo empezarla. Y seguir, tratar, ver qué sucede. ¿Es posible?. Sí, ya lo hicieron los surrealistas con la escritura automática. Pero igual. Aferrarse a lo primero que aparezca. Algo va a aparecer ¿no?. Y contar el proceso (ya se ha hecho y mucho). ¿Qué es lo primero, entonces? ¿puede contarse el modo en que se origina una idea?. Claro, prohombres de la historia han hundido la lente en estas cuestiones, el origen del acto creativo. Lo primero que aparece es esto: el deseo de escuchar una canción del grupo Cranberries y quedar así, en letanía, inmóvil, feliz en el suspenso nervioso. Pienso, cuando promedia la canción, que el origen de una idea es una suerte de despertar a algo, de ver algo, de abrir los ojos y ver. Y de repente, como consecuencia inesperada pero bella de esa punta, aparece en mí, muy claramente, una de las tantas frases notables de Antonio Di Benedetto. La recuerdo, palabra por palabra. Es de “Zama” y dice así: “Despegué los párpados tan pausadamente como si elaborara el alba”. La repito en una lista de frases que voy dejando por ahí, en una carpeta de la máquina entre tantas carpetas que se pierden entre píxeles. Pero sucede algo extraño: cuando la googleo para confirmar mi memoria y no cometer errores, la frase no está (en una primera búsqueda). Qué raro que algo no esté en Google, me digo: ¿hay algo que no esté allí?. Voy entonces al libro y la encuentro. Sí, es exacta. Hago entonces una búsqueda más precisa en el motor y sí, efectivamente, la frase está, el libro entero está, estudios críticos sobre Di Benedetto y todo lo demás. Pero este inicio tan inútil me ha llevado a una probable hipótesis de trabajo: pensar en una nota que aborde la posibilidad de cosas que no estén en Google; ¿hay, acaso, cosas que no estén allí, en el buscador o en la web en general?. Otro día, quizás.
II
Día Y. Cuaderno de notas: ahora que está de moda algo que se llama “periodismo de datos”, pregunto ¿es posible proponer o imaginar su exacto reverso?. Un periodismo de opinión y de conjetura y de juicios libres y de especulación pero con un mínimo de datos, que trabaje el procedimiento de la idea libre que vaga en el éter y que luego busca algo en el suelo del dato. La interpretación y la obtención de datos es, seguramente, una tarea muy loable y muy importante de analistas y colegas, pero ¿no es la acumulación de datos algo que en algún punto obtura la opinión?. Esta brutal cantidad de porcentajes, variables, gráficos, números, cuadros, vínculos, estadísticas y tal ¿no es igual al cero o a la nada? ¿no tapa o posterga las cosas que no están y nunca van a estar en los datos que circulan?. ¿La pregunta no es, en tiempos de acceso a la biblioteca infinita, qué hacemos con esos datos, para qué los usamos, más que acopiarlos como mercancía o insumo?. Acá, me parece, se dibuja un error de muchos jóvenes, que invierten el proceso y transforman la herramienta y la técnica (y el soporte) en un fin: los temas, las hipótesis, nacen -creo- en la síntesis que puede hacer una persona antes de buscar el o los datos que sostengan las hipótesis. Es una operación intelectual imprescindible. Es posible que al saltear ese procedimiento se inscriba un problema de época. Se va a la información y a los datos directamente, sin meditación previa que exige dirigir esa búsqueda con un propósito, con un sentido, con un fin. Otro día, quizás bajo el título “Hacia un periodismo sin datos”.
III
Día Z. Cuaderno de notas: recuperar dos frases brillantes de Carlos “Indio” Solari para pensar en las traumáticas relaciones entre lo digital/virtual y lo material/físico. Dijo Solari en alguna de las decenas de deliciosas entrevistas a las que se puede acceder. “Soy un militante de la molécula”, para ejemplificar que prefiere el trabajo artesanal. Y: “(abogo) por un maoísmo digital”. Volver a escuchar la entrevista o tomar sólo la primera de las dos frases. La segunda quizás necesita una aclaración. Dejar reposar estas ideas y nociones y retomarlas en algún momento. Nota mental: no extraviarla ni olvidarla en alguna carpeta de la Notebook. No abusar de la famosa idea de Horacio, que recomendaba “dejar descansar la obra por nueve años”. Es demasiado. Todas estas hipótesis formarán entonces un extraño pretérito, casi material de ficción.