informe especial
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Llegan las vacaciones y hay que decidir si los chicos van a la colonia
Que la colonia elegida tenga natación y buena sombra es determinante, recalcó Bernardino Landi, desde la Dirección Municipal de Deportes.
Foto: Guillermo Di Salvatore.
Nicolás Loyarte
@nicoloyarte
Colonia sí, colonia no, ésa es la cuestión. El dilema se replica en muchos hogares a esta altura del año. Hay que decidir qué hacer con los chicos durante las vacaciones. Todavía quedan varios días de clases —el ciclo lectivo del nivel primario finaliza el 18 de diciembre—, pero ya hay que tomar la decisión porque los cupos se agotan y llega el cierre de inscripciones en las colonias de vacaciones.
Si la respuesta decidida es “colonia sí”, se deben evaluar varias cuestiones, como las características de la colonia que se elige, horarios y, sobre todo, los costos. Pero también hay otras más importantes, como la reorganización familiar, las vacaciones del resto de sus integrantes, y por sobre todo, el motivo de la decisión, que es lo principal. Así lo ve el psicólogo Mariano Dicosimo, quien ha dictado talleres en la ciudad durante este año para abordar situaciones familiares. “Me parece que más importante que preguntarse si es beneficioso o no mandar a los chicos a la colonia, los padres debemos preguntarnos para qué los mandamos; es decir, ¿a qué tipo de necesidad responde: a la de los niños o a la de los padres?”, se pregunta el especialista, miembro de la Dirección Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia.
Dicosimo aclara que “como estamos hablando de una actividad recreativa, que va a tener cierta incidencia en la subjetividad de ese niño, no podemos sacar conclusiones universales. Cómo se configure la colonia, como algo beneficioso o no, tendrá que ver con la historia individual de cada niño”.
Ahora bien, si la decisión de mandar a los chicos a la colonia responde a una necesidad del niño, “porque se considera que la actividad física, recreativa y lúdica hace a su salud integral, entonces hay que escuchar al niño, para saber cuál es su necesidad, su deseo de ir o no”, explica Dicosimo. Porque “si no respondemos a lo que nosotros creemos que es su necesidad, y caemos en una imposición: creer que es importante que cuando terminan las clases los niños vayan a la colonia, y punto”, argumenta el psicólogo.
Saber cuál es el motivo es responder si se hace por una necesidad de los padres que trabajan y no tienen con quién dejar a los niños en el horario en el que durante el resto del año éstos van a la escuela. Ello “responde a una cuestión organizativa que tiene que ver con lo cotidiano”, dice Dicosimo, y agrega: “En este caso es importante hacer participar al niño de la elección de la colonia, para que pueda apropiarse de eso que en un principio empieza siendo una necesidad del adulto”.
“No los aguanto”
Otra razón muy distinta es mandar a los chicos a la colonia de vacaciones “porque en casa se portan mal”, describe el psicólogo. En este caso, si se los manda porque en la casa “se aburren, se portan mal, y nosotros no sabemos qué hacer, y en consecuencia terminan todo el día frente a la computadora, entonces no responde a una necesidad de los adultos sino más bien a un déficit, que tiene que ver con las responsabilidades y habilidades parentales”, explica Dicosimo.
Para entender un poco más sobre esto, el especialista dice que en este caso “estamos tratando de buscar afuera (en la colonia) soluciones que nos permitan continuar con nuestra cotidianeidad, sin encargarnos de resolver esos déficit, que tienen que ver con determinar por qué los chicos no pueden estar en casa y lograr una convivencia sin conflictos”.
La elección de la colonia ideal
Meditado todo lo antedicho y decidido que los chicos irán a la colonia llega otra instancia decisiva: ¿a cuál mandarlos? Para elegir la colonia más adecuada, se deben tener en cuenta una serie de aspectos importantes. “Lo ideal sería que la comparta toda la familia, pero como ello no sucede, hay que encontrar una que permita la organización familiar”, explica Bernardino Landi, profesor de Educación Física y Director de Deportes de la Municipalidad de Santa Fe.
“También es importante que la colonia no sea sólo deportiva, o sólo artística, sino que contemple actividades que el chico no practica durante el resto del año, porque sino sería repetir la escuela al aire libre”, opina Landi. Esto puede favorecer el descubrimiento de habilidades y vocaciones. “Si pasa todo el año yendo a la escuela por la mañana y a practicar deportes por la tarde, lo ideal sería que encuentre una colonia en la que además de natación y deportes se encuentre con el arte, manualidades o música”, argumenta el profesor.
Landi consideró que en una ciudad como Santa Fe “es determinante que la colonia tenga natación, no sólo por el aprendizaje en el entorno sino por el agobiante calor”. Y, por el mismo motivo, también es importante “que cuente con espacios con buena sombra”.
En cuanto a la enseñanza, “lo primero es ver a cargo de quién está y qué experiencia tiene”, y sobre el lugar “hay que ver si es seguro: la entrada y salida, que el transporte que los lleva esté habilitado, los deje cerca y no los ‘largue’, que la pileta esté cercada y controlada por guardavidas, que cuente con las instalaciones eléctricas en condiciones y que cuente con asistencia médica ante urgencias”, enumeró el funcionario de Deportes.
Aquello que más les gusta a los chicos es lo último que se debe evaluar. “Si está prevista la realización de un campamento, paseos, visitas y encuentros con otras colonias, si van al cine o realizan actividades que no hacen de forma habitual durante el resto del año”, finalizó Landi.
Colonias particulares, sindicales y estatales
En la ciudad de Santa Fe existen distintas opciones para mandar a los chicos a la colonia de vacaciones. La Municipalidad reglamenta, controla y habilita o no el funcionamiento de las mismas, para garantizar la enseñanza y las medidas de seguridad necesarias. Además de las opciones particulares, que dependen en su mayoría de los clubes e instituciones, existen colonias sindicales y municipales —estas últimas son gratuitas.
“Es importante que la colonia no sea sólo deportiva, o sólo artística, sino que contemple actividades que el chico no practica durante el resto del año”
Bernardino Landi
Profesor de Educación Física
“Más importante que preguntarse si es beneficioso o no mandar a los chicos a la colonia, los padres debemos preguntarnos para qué los mandamos; es decir, a qué tipo de necesidad responde”
Mariano Dicosimo
Psicólogo
otra mirada
Zulma Fernández*
Atender la necesidad de cada niño
Para decidir a qué colonia de vacaciones mandar a los chicos hay varios factores que se deben analizar.
Que haya padres que durante las vacaciones continúan trabajando y no tienen con quién dejar a los hijos, no quiere decir que el chico viva la colonia como una cuestión impuesta, más allá de que los que deciden son los adultos.
Hay colonias que convocan a los niños desde la recreación y la diversión; les enseñan canciones, a nadar, el trabajo en grupo y, en algunos casos —como en El Quillá—, remo, canotaje, tenis, u otras actividades.
Por otro lado, a la hora de la elección de la colonia hay que saber que cada una tiene su característica particular. Entonces se debe determinar si ello tiene que ver con el perfil de cada niño.
*Psicóloga. Trabaja en clínica psicológica con niños.