Entrevista al futuro ministro de Infraestructura, José Garibay

Plan de repavimentación y cambios al Enress para arrancar la gestión

Ivana Fux

[email protected]

José León Garibay conducirá una de las carteras que se reformarán a partir de los cambios que planteará Miguel Lifschitz a la Ley de Ministerios. Se trata de Infraestructura y Transporte, que reemplazará al actual ministerio de Aguas y Servicios Públicos, absorbiendo nuevas áreas como Vialidad, y desprendiéndose de otras, como Medio Ambiente y de EPE, que dependerá de la flamante Secretaría de Energía.

En diálogo con El Litoral, el actual funcionario del Ministerio de la Producción adelantó cómo quedará conformada la nueva estructura. “Vamos a tener cuatro áreas. Una Secretaría de Recursos Hídricos, que va a trabajar la problemática de gestión de los drenajes, comités de cuenca, protección contra inundaciones, problemática de retención de agua y escurrimientos superficiales. Otra secretaría será la de Aguas y Saneamiento, que trabajará en la provisión de agua a las poblaciones, e incluirá el programa de Grandes Acueductos, vínculo con Assa, Enress, y cooperativas. También se jerarquizará Transporte y esa secretaría trabajará en planificación y gestión del transporte de cargas y pasajeros, con un fuerte vínculo con la Nación; operativamente, coordinará los cuatro puertos públicos de la provincia, los aeropuertos y el Ente Ferroviario. Será un área de mucha planificación -dijo- porque dará contención a los temas y costos logísticos que impactan en la producción de una provincia tan extendida como ésta. Finalmente, viene Vialidad provincial, por lo que podremos tener una muy buena coordinación con la problemática hídrica y transporte”.

Garibay mencionó que crearán una última Secretaría de Coordinación Técnica, que tendrá una fuerte vinculación con el Ministerio de Economía. “Esta área se dedicará a la búsqueda y gestión de recursos no tradicionales -mencionó-. Se trata de proyectos de participación con las empresas privadas y fideicomisos, sumados a los clásicos de los organismos multilaterales”.

—¿Hay intenciones de cambiar el Enress tal como se lo conoce en la actualidad, teniendo en cuenta que su razón de ser era controlar una empresa privada que hoy es pública?

—Efectivamente, creemos que hay que rediseñarlo. Nos parece bien un ente de control, de defensa del usuario; nos parece importante... Pero creo que hay que analizarlo. Cambió el origen (del ente). Lo que era para regular la faz de saneamiento en la provincia y controlar una concesión, ahora cambió. Creemos que hay que adecuarlo, y ése es uno de los temas que tenemos en carpeta para tratar durante el próximo año.

—¿Qué implicaría esa modificación?¿Cambiaría su funcionamiento?

—Sí, las funciones, pero queremos tener un contacto primero muy cercano con todas las cooperativas, y después con los municipios como poder concedente y con la misma Assa. Y a partir de ahí y con ellos, hacer una propuesta.

—¿En cuanto a Assa hay ya una decisión tomada de aumentar tarifas?

—Todavía no he entrado en ninguna de estas áreas a definir la coyuntura. Yo lo que sí dije es que a las empresas públicas hay que cuidar de no desfinanciarlas porque estamos en un proceso inflacionario, entonces, habrá que ver cuáles son las condiciones, cuándo y cuánto hará falta (aumentar), y con las formas administrativas que correspondan se harán las actualizaciones tarifarias.

—¿La idea es mantener los actuales niveles de inversión, porque se sabe que financieramente las cuentas tampoco cierran en esta empresa?

—Sí. Es así. La idea es mantener muy fuerte el nivel de inversión apoyándonos en una búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento que nos permitan aumentar esas inversiones. Eso nos parece razonable, atentos a que muchas de estas inversiones se amortizan durante muchos años. Ése es el caso también de los acueductos. Entonces, no es lógico que todos paguemos hoy algo que se va a disfrutar durante décadas.

—¿En materia de Transporte, ratifica el esquema actual de peaje en rutas provinciales, con ecuaciones que no cierran y que en algunos casos sólo permiten pagar sueldos?

—En principio, dijimos que se mantendrá el esquema de peajes en las rutas donde ya están. Si hay instancias y situaciones que corregir, lo haremos. Entendemos que es razonable que el que usa una ruta pague algo del uso de esa ruta. Hay que verlo. En las Rutas 14 y 18 sabemos que se hace un mantenimiento pero no alcanza para obras de mayor envergadura.

—¿Y en las rutas 6 y 70, donde a veces no alcanza ni para el mantenimiento?

—Obviamente que todo se puede rever.

—¿De dónde saldrán los fondos para cumplir el compromiso de hacer nuevas rutas?

—Estamos buscando mecanismos de licitación que permitan reparación con mantenimiento; esto implica, al mismo tiempo, que además de hacer la inversión se garantice la vida útil de la ruta durante un mayor tiempo. Son los mecanismos que estamos pensando y hay que ver de qué manera se pueden financiar las empresas para hacer esa inversión y nosotros irlas pagando durante el transcurso de la etapa de mantenimiento. Son las alternativas que estamos viendo.

—¿La idea es hacer planes progresivos de repavimentación o pavimentar rutas nuevas?

—En principio, la idea es que en el primer semestre largar un programa de repavimentación de las rutas existentes en los tramos más comprometidos. Mientras tanto, se sigue con los contratos de bacheo y habrá que ver las áreas de mantenimiento de Vialidad provincial y los acuerdos que tenemos con los municipios... Hay que revisarlos y tratar de hacerlos más efectivos.

1.200

millones

de pesos, aproximadamente, es el presupuesto actual de Vialidad. Miguel Lifschitz promete triplicarlo.

“No está previsto financiar los programas de reparación de rutas con la tasa vial”