Notable elección de Cambiemos en Córdoba

Macri ganó la franja central del país

Los grandes centros urbanos votaron mayoritariamente a Cambiemos. Y en la provincia de Buenos Aires, donde se impuso el Frente para la Victoria, hubo una diferencia estrecha.

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De la redacción de El Litoral

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El presidente electo, Mauricio Macri, logró imponerse en las provincias más pobladas y en los distritos urbanos de mayor densidad del país, mientras que el oficialista Daniel Scioli fue el candidato más votado en 15 de los 24 distritos, incluido un ajustado triunfo en la provincia de Buenos Aires, en el primer balotaje presidencial de la historia argentina.

El postulante de Cambiemos consiguió la diferencia más amplia en la provincia de Córdoba, donde logró el 71,75% de los votos contra el 28,25 de Scioli.

Como era de esperar, Macri también alcanzó un contundente triunfo en la ciudad de Buenos Aires, tierra de origen del PRO. Allí llegó al 64,78% de los votos contra el 35,22 de Scioli. Además, la ola amarilla revirtió los resultados de las elecciones generales de octubre en dos provincias: La Pampa y La Rioja, donde en los comicios generales, el Frente para la Victoria se había impuesto por más de 5 puntos.

En La Rioja, en lo que fue la primera derrota de la historia de un candidato peronista en una elección presidencial, Macri consiguió el 58,42% de los sufragios contra 41,48 de Scioli. En tanto, en La Pampa el frente Cambiemos se impuso en el balotaje de esta noche con el 51,17% contra 48,83 de Scioli.

En Santa Fe, el actual jefe de Gobierno porteño le sacó más de 11 puntos al gobernador bonaerense, al imponerse por 55,73% a 44,27. También en Mendoza, donde el frente Cambiemos había logrado la gobernación de la mano de Alfredo Cornejo, Macri se impuso con el 57,67% contra el 42,33 del candidato oficialista. Además, la alianza entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica ganó en Jujuy, donde Mauricio Macri cerró (en Humahuaca) su campaña electoral. Esa provincia fue la única que, en las elecciones generales para presidente, se había impuesto el frente UNA, que postulaba a Sergio Massa.

Otra particularidad de la provincia norteña es que su próximo gobernador, el radical Gerardo Morales, se impuso -también el 25 de octubre- con el apoyo de casi todo el arco opositor. Los números jujeños de Cambiemos sorprenden: pasó de apenas el 17,24% obtenido en octubre al 53,56% de anoche.

La misma situación se dio en San Luis, donde Adolfo Rodríguez Saá, por Compromiso Federal, había ganado hace casi un mes: Macri ganó ayer con el 65,02%, mientras que Scioli obtuvo el 34,98%. Por su parte, Scioli se impuso en 15 provincias, dos menos que en las que había ganado en octubre, incluyendo un ajustado triunfo en su provincia, Buenos Aires, a la que gobierna desde diciembre de 2007.

El actual gobernador lograba el 50,91% de los sufragios contra el 49,09 de Macri en territorio bonaerense, impulsado principalmente por su triunfo en la tercera sección electoral, donde llegaba casi al 59%, con el 96,70% de las mesas escrutadas.

El resultado más amplio del Frente para la Victoria se dio en Santiago del Estero, Scioli logró el 71,98% de los votos contra el 28,02%. El candidato oficialista también se impuso con holgura en Río Negro (62,79% a 37,21), Formosa (60,35 a 42,27), San Juan (59,74 a 40,26), Tucumán (58,22 a 41,78), Tierra del Fuego (58,72 a 41,28), Chubut (58,84 a 41,16) Chaco (58,23 a 41,44) y Misiones (57,90 a 42,10).

Más ajustadamente, Scioli se impuso en Corrientes, Catamarca, y Salta, con diferencias de entre 5 y 7 puntos escrutados más del 90% de las mesas.

análisis

por Luis Rodrigo

El escrutinio provisorio, la brecha y la grieta

¿En cuánto puede fallar el escrutinio provisorio de anoche respecto del definitivo? En las elecciones anteriores, las del 25 de octubre pasado, la diferencia fue de 763.294 votos.

Se trata de una cifra algo mayor a la que ayer consagró como presidente a Mauricio Macri sobre Daniel Scioli.

Las estadísticas dicen lo que todos intuimos, que es imposible que el 0,83% que no fue escrutado provisoriamente -más lo que se hubiera contado mal- pueda resultar tan original respecto del restante 99,17%.

Lo ocurrido hace tan sólo unas semanas lo confirma. Al llevarse adelante el recuento definitivo de la elección anterior (el único legalmente válido) las diferencias entre las tres opciones con más sufragios fueron las siguientes: el oficialismo sumó algo más de 300 mil votos respecto del provisorio, Cambiemos más de 200 mil y UNA 175 mil.

Un detalle nada menor: en el escrutinio provisorio de la primera vuelta los datos oficiales se conocieron muy tarde, en las primeras horas del día siguiente, lo que despertó todo tipo de sospechas. Ayer, por el contrario, no hubo demoras tan significativas. Y fueron los resultados los que se encargaron de demostrar que este gobierno (contra los temores a un fraude) pudo ser derrotado por una cifra escasa.

Para mirar el resultado de anoche hay que ponerse los anteojos porque, aún si se representa gráficamente, la brecha que separa al ganador del perdedor es estrecha. Pero además -ante la tentación de suponer que esa partición en dos, que esa brecha, supone una nueva grieta-, hay que quitarse las anteojeras ideológicas.

Fue un balotaje. Se debió optar entre dos propuestas y así se construyó una nueva mayoría que da legitimidad al nuevo gobierno. El mapa de las adhesiones a distintas posiciones políticas (e ideológicas) quedó atrás, en la elección del 25 de octubre, donde sólo hubo minorías.

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